-Preséntate extraña, ¿quién eres? -me interrogó uno de los guardias que custodiaba la puerta de entrada al colosal castillo.
-Eso no importa, la reina Ashe me conoce. Debo verla.
El guardia frunció el ceño. Parecía que iba a tener que usar algo más complejo que eso. Suspiré.
-Vengo de un largo viaje desde Piltóver a pie, ¿le importaría tomarse la molestia de utilizar esas musculosas piernas para llamar a su reina si es necesario? Aunque sería mucho más fácil que me deje pasar y ya, me estoy congelando, ¿sabe?
El guardia intercambió una mirada dubitativa con su compañero, y luego de revisar que no estuviese armada o portara algún objeto sospechoso, me dejaron pasar de mala gana.
-Gracias dulzuras, ustedes saben cómo tratar a una señorita -bromeé, parpadeando repetidas veces burlonamente-. No sé cómo pueden estar aquí fuera tanto tiempo, deberían poner un puesto de bebidas calientes -dije. Los guardias gruñeron, al parecer no eran muy simpáticos, o tal vez el frío les había arrancado el humor. De todas formas, seguí mi camino, entrando con una sonrisa al castillo.
La puerta se cerró detrás de mí y la sonrisa se borró de mi cara. Al menos la yo sarcástica y burlona seguía viva en mí. Unos instantes después, otros guardias se acercaron a mí y les dije que me llevaran a ver a la reina, haciéndome pasar por una mensajera de Piltóver. Ellos obedecieron y me llevaron a través de innumerables pasillos, puertas y escaleras. En esos momentos, agradecía internamente tener una buena resistencia. Después de todo, ¿cómo sino sería capaz de cargar tres armas a la vez diariamente? <<No, no pienses en eso ahora>> me dije a mí misma, sacudiendo la cabeza, alejando esos pensamientos que conllevaban a mi pérdida de la cordura y tranquilidad, y hacían que el brillo de mis ojos se opacara levemente.
Por fin llegamos a una inmensa puerta, con el detalle de la insignia de Avarosan, su arco y flecha de hielo. Los guardias abrieron la puerta y un gigantesco salón apareció frente a mis ojos. Avancé lentamente, un poco insegura de si debía estar allí, pero al ver de reojo el final de un larga capa oscura con detalles dorados, apresuré el paso y me detuve al pie de las escaleras que daban a los dos tronos, de los cuales uno de ellos se encontraba desocupado. Quién sabe donde estaría el rey en esos momentos...
Sin levantar la vista, me arrodillé haciendo una reverencia seguramente desprolija y poco elegante, ya que nunca había reverenciado a alguien que no fuese yo misma. Qué más da.
- ¿Qué vienes a hacer en el castillo real de los seguidores de la gran diosa Avarosan? -preguntó una voz femenina, que me hizo sonreír al instante en que la oí. Había extrañado demasiado esa dulce e imponente voz, que denotaba firmeza y seguridad-. Preséntate.
Contuve una risa y me puse de pie lentamente.
-Es ofensivo que no reconozcas a una vieja amiga -bromeé, quitándome la capucha que cubría la mitad superior de mi rostro-. Alteza.
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Remember me? ~♥
عاطفيةUna breve historia que hice de Ashe y Jinx (League of Legends), un shippeo bastante atípico pero me gusta ♥ Homofóbicos abstenerse (? Si les gusta, pueden ayudarme votando o comentando, para así saber si debería continuarla :D