Parte III

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Saboreé la reacción de asombro y desconcierto que se formó en el rostro de Ashe, el cual había deseado volver a ver bastantes veces durante todo este tiempo. Mirando hacia los costados sonrojándose, se aclaró la garganta y se enderezó en su trono.
-Guardias, pueden retirarse -ordenó, y cuando ya habían salido del gran salón, se puso de pie-. ¿Qué haces aquí?
-Ey, eso hiere mis sentimientos. ¿No vas a siquiera decir lo mucho que me extrañaste? -dije, con una sonrisa torcida, llevando mi peso a una pierna.
-No estoy para bromas, ¿por qué has venido? Recuerdo haberte dicho que no debíamos volver a vernos.
Eso hizo que mi corazón se detuviera por un segundo, pero aún así mantuve mi postura normal.
-Pensé que podrías haberlo dicho sin pensar. Han pasado dos años, las visitas no están mal, ¿a que no?
Ashe se puso de pie y bajó los escalones con su característica pisada fuerte y demostrando poder, que hacía que los demás sintiesen que debían obedecerle sin siquiera decir nada. Se acercó a mí y me miró fijamente.
-No estaba bromeando. Aunque fue una decisión importante, mi deber está donde me ves ahora, gobernando Freljord para su bien y progreso.
Tragué saliva. Parecía tan segura de lo que decía... Como si hubiese nacido para estar en el poder. ¿Acaso no se alegraba de verme?
-Han pasado dos años sin saber nada de tí... -dije con una voz apenas audible, casi en un susurro.
-Y se supone que debe continuar así. Tú sabes bien porqué sucedió lo que sucedió, Freljord me necesita. Necesita una reina que sepa hacer las cosas bien, terminar de una vez con las amenazas que nos rodean...
- ¿Incluso si eso significa abandonar repentinamente a tu mejor amiga?
Ella se quedó en silencio unos segundos y asintió decididamente.
-Incluso si tengo que hacer eso. Pensé que comprenderías los deberes de una soberana, pensé que podría confiar en tí. Y ahora, estás frente a mí, rompiendo la promesa que hicimos.
Una ola de furia y angustia recorrió todo mi cuerpo, como si fuese una ola del mar chocando contra las piedras. Me sentí vulnerable y débil, desesperada incluso.
- ¡¿Y qué quieres que haga si te alejaste sin siquiera comprometerte mínimamente a mandarme cartas o algo así?! ¿Creíste que sería así de fácil como dejar todo en el olvido? -grité, conteniendo como podía las lágrimas.
-No tenía elección, Jinx, lo sabes -dijo, como reprimiéndome, poniendo acento en mi nombre para que suene más fuerte dentro de mí. Realmente tenía personalidad de soberana...
Ella exhaló, relajando un poco el ceño que había mantenido fruncido por un tiempo. ¿Se enojaba porque yo estaba aquí? ¿Que haya caminado kilómetros y kilómetros haciendo frente al cruel invierno que podría haberme matado si no fuese determinada e insistente?
- ¿Cómo eres capaz de dejarme en el olvido después de todo lo que vivimos juntas? ¡¡Yo fui tu amiga, la persona en quien pudiste confiar y descargar en llantos todo lo que sufrías!! ¡La única con quien podías ser realmente tú y no quien los demás esperaban que fueras!
Ashe se quedó muda ante mi reacción y varias veces estuvo a punto de decir algo, pero se arrepentía y prefería quedarse callada.

Remember me? ~♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora