Miré a Ashe, buscando sarcasmo o duda en su rostro, pero estaba seria. Había fallado. Ya no había vuelta atrás. Todo se había derrumbado completamente.
-Esta bien -fue lo único que pude decir, dándome media vuelta.
Ya nunca jamás podría volver a verla. Había sido rechazada, echada, lastimada... No podía intentarlo nuevamente. Ya nada volvería a ser como antes.
Mientras me alejaba muy lentamente, tomé la bala que colgaba de mi cuello, como parte del collar, y la abrí. Con una sonrisa de completa decepción, tristeza y angustia, levanté la mano en que la sostenía hacia mis labios, despacio, en silencio.
Ya nada importaba, no tenía a nadie. Todos me creían de psicópata, pero bueno, no todos los locos nacen siéndolos, ¿verdad? Nada me había lastimado como mis recuerdos de su abandono y el no haberme confesado antes. Ahora, incluso habiéndolo hecho, me sentí como la pequeña yo de largas trenzas turquesas y ojos rosas que contenían toda la desesperación que había consumido mi ser.
-Ey... -escuché a Ashe cuando estaba ya vertiendo el veneno que contenía la bala, en mi boca. Oí cómo su capa giraba a su espalda, dando a saber que se había levantado de su trono. Sonreí mientras una lágrima recorría mi rostro-. ¡¡Jinx, no!!
Caí al suelo de rodillas, rodeando mi cuello con mis manos. Mi garganta ardía y me dificultaba la respiración. Después de todo, por fin pude comprobar que tan bien había salido aquel experimento, inventando ese mismo veneno.
- ¡¡¡Jinx!!! -gritó Ashe desesperadamente, corriendo hacia mí. ¿Qué había pasado con los guardias? Con un grito aterrador como ese, incluso hasta Avarosan hubiese venido en persona-. ¡Jinx! ¿Por qué? Perdóname, ¡perdóname! -estalló en lágrimas, abrazándome, aferrándose a mí con todas sus fuerzas-. Soy una idiota, perdóname -no podía parar de llorar, y sus palabras se distorsionaban por la desesperación en su voz.
Se veía muy linda incluso así...
- ¿M-Me amas, Ashe? -pregunté, me dolía muchisimo la garganta y hablar me costaba horrores-. Ashe...
- ¡Sí, lo siento! ¡¡Lo siento!! Quédate conmigo, por favor. ¡L-Lo siento!
Ashe no podía parar de llorar y ahogar sus propias palabras en el nudo que se le formaba en la garganta. Al menos sabía la verdad...
-Vaya que... tardaste en decirlo -tosí, y alargué una mano hacia el suelo para mantener el equilibrio. Dolía jodidamente mucho.
-Lo siento, debí habértelo dicho, tenía miedo...
Sonreí como pude, aunque seguramente fuese la sonrisa más fea y aterradora que podría haber hecho debido al dolor.
-Voy a sobrevivir, ¿sabías, tonta? -reí mientras me masajeaba el cuello-. Un veneno tan simple como éste no puede matarme, mucho menos si lo creé yo, aunque sí duele. Y mucho.
Ashe se quedó petrificada, sin siquiera emitir alguna emoción.
-T-Te atrapré -bromeé, tosiendo y escupiendo unas gotitas de sangre-. ¿A que soy mejor que cualquier actor?
Ella me golpeó el hombro, molesta. Aún así, se puso de pie y corrió hacia la puerta. Antes de salir, se giró y me dijo:
-Eres una completa desquiciada. Voy a buscar guardias para que te ayuden -sonrió con lágrimas, quitándoselas de un manotazony echando a correr.
<<Eres difícil, enana. Mira que me vas a hacer actuar así para que finalmente te confieses... Aunque duele>>.
Dejé que la inconciencia se apoderara de mí y rogué despertar junto a la idiota de Ashe.
Cuando finalmente desperté, me encontré acostada en el frío suelo del gran salón, y con una hermosa y aniñada Ashe mirándome dulcemente.
-Al fin despiertas -sonrió, sonrojándose-. Ya quiero irme de aquí y tú no despertabas, dormilona -bromeó-. Apresúrate, distraje a los guardias para que tengan un cambio en su vigilancia por este sector.
Me incorporé lentamente, sentándome. Mi garganta aún ardía pero ya no tanto como antes. Gracias a Avarosan o a quien sea, daba igual.
- ¿Irte? ¿Ya piensas tomarte unas vacaciones? -sonreí torcidamente, colocando una mano en su mejilla. Como suponía: fría como la nieve, pero raramente pude sentir una leve sensación de calor entre medio debido a su sonrojado.
-Permanentes si es necesario. Rápido, Tryndamere debe de estar llegando a Freljord desde su expedición a las otras tribus.
- ¿Vas a huir conmigo? -me puse de pie casi de un salto.
-Pues claro, ¿acaso no dijiste que me estaba volviendo una vieja amargada? -rió.
-No exactamente, pero me entendiste -me acerqué a ella y le di un pequeño beso en la frente y tomándola de la mano, echamos a correr hacia la salida de aquel condenadamente helado castillo. Ashe se puso como un tomate en cuanto la besé, pero no se quejó, sino que por fin me había dejado ver una expresión de felicidad sincera luego de tanto tiempo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Finalmente, concluye esta historia de Jinx y Ashe :3 Dejenme saber que les pareció y cómo creen que iba a concluir o lo que quieran decir, muchas gracias por seguir la historia!
En otro momento seguramente suba otras historias, así que estén atentos! ♥
Ashe baka (?
ESTÁS LEYENDO
Remember me? ~♥
RomanceUna breve historia que hice de Ashe y Jinx (League of Legends), un shippeo bastante atípico pero me gusta ♥ Homofóbicos abstenerse (? Si les gusta, pueden ayudarme votando o comentando, para así saber si debería continuarla :D
