CAPITULO 2

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Ese año en las vacaciones de medio año estaba en casa con mis padres discutiendo sobre el segundo año de la secundaria, mis padres habían decidido cambiarme de escuela y yo no estaba muy de acuerdo. Así que idee un plan infalible para que siga estudiando junto a mis amigas. Me arrepentí tanto de que todo haiga resultado como quería, como lo había planeado.

Estaba bastante feliz de seguir en mi misma escuela con todas mis amigas, todo era perfecto. El niño que me gustaba, mi mejor amiga, era popular, los profesores me adoraban, todo lo que quería estaba a mi alcance.

Yo me encontraba en mi dormitorio, me sentía cómoda en el, un escritorio con todas mis cosas, un gran estante de libros de toda clase y claro mi cama. Me estaba alistando para el primer día de clases, sentada en mi escritorio mirándome en un pequeño espejo que estaba pegado a mi diminuto joyero.

Ya lista emprendí mi caminata hacia mi colegio, solo quedaba a unas diez cuadras de mi casa así que era fácil llegar. En cuestión de cinco minutos estaba allí parada en frente del colegio. Era inmenso pero humilde la verdad, con una cancha de básquet en el centro y a su alrededor las aulas, el comedor y el parque a la izquierda, a la derecha el escenario y en la parte de atrás una gran cancha de futbol y junto a ella los baños.

Mi emoción y felicidad me duraron muy poco pues al entrar a mi nuevo salón me encontré con la sorpresa de que tendría otros profesores muy diferentes, al escogerme asiento espere a mi mejor amiga Natalia pero cuando llegó me dijo que se sentaría con otra de nuestras amigas, y bueno igual estaríamos en los descansos, busqué a mi novio, y me dijo que se sentaría en la parte de atrás con su mejor amigo. No tenía con quien sentarme, mis amigas y yo éramos siete, ya todas tenían pareja menos yo. Tome mi mochila y fui al asiento junto a la ventana no importaba con quien me sentaría.

En el descanso estuve sola, porque mis amigas desaparecieron y mi novio no se pero sentía que me ignoraba.

Tuve un pequeño presentimiento de que todos habían cambiado conmigo, será que se cansaron de mis abusos, o la que cambio fui yo, mi cerebro estúpido no se daba cuenta de nada.

Así fue en casi un mes de escuela, me sentía excluida, todo lo contario del tiempo anterior. Y un día de esos unas nuevas amigas se me acercaron, nos conocimos y comenzamos a hacer todo juntas. Antes me sentaba con un amigo nerds igual que yo, pero después me fui hasta atrás y al rincón con una de ellas. Volví a pasarla bien pero de una forma diferente, no me podía adaptar mucho a mis nuevas amigas porque eran completamente desbocadas y malas con los demás, hablaban a espaldas de otros, y no solo eran mujeres sino hombres también, buenas personas, se respetaban entre ellos bueno hasta que a cualquiera de ellos les dé ganas como decían.

Así paso la mitad del año con diversión total, hacíamos las tareas pero a último minuto, y dábamos bien nuestras evaluaciones. Eran chicas malas pero a la vez responsables y era una combinación extraña la verdad. Yo era feliz, de una manera diferente pero feliz.

Todo fue cosa mía, se me salió de control mi mal comportamiento, era peor que mis amigas. Acepto toda la culpa por la que mi novio se alejo de mi pues sentía inseguridad, la cual me dolió y a causa de eso cometí un error que hasta hoy no me perdono, sí lo engañe, con uno de sus disque amigos, no lo sé pero fue tanta mi ceguez que corte mi relación con ese niño tan bueno y noble porque ya no sabía qué era lo que sentía por mí. Corte con él y comencé mi relación con el otro chico, cosa que no duro mucho, en menos de un mes ya estaba con otra, no me dolió pero no es algo de perdonar, y lo que le hice a mi anterior novio me lo hicieron a mí.

Salía a pasear con mis amigos y amigas casi todos los días, no hacíamos nada malo la verdad, lo malo es que nos salíamos sin permiso.

Cambie por completo en poco tiempo, a pesar de mi apariencia fuerte que tenia, por dentro me sentía destrozada, sola, extrañaba tanto pero tanto a mi ex novio; lloraba casi todos los días por horas de horas, mis padres trabajaban casi todo el día así que yo podía hace lo que quería.

Me volví una chica bipolar, con tan solo escuchar, sentir o ver algo que me desagradaba cambiaba por completo, algunas veces estaba agresiva con todos hasta con mis antiguas amigas, otras veces lloraba sola, me escondía detrás de mi colegio para desahogarme.

Ah!, casi olvidaba mencionar, todos absolutamente todos tenían una perspectiva totalmente falsa de cómo era mi vida, hablaban a mis espaldas y era bastante duro para mí enfrentar todo esto sola. Esa era mi opinión pero la verdad es que tenían razón porque era insoportable y pienso que ni yo misma me aguantaba.

Me sentía el centro de atención, quería volver a ser popular y por esto mi comportamiento cambió y comencé a asustar a mi madre y por esto me llevo con un psicólogo. Yo no quería un psicólogo, no estaba loca, yo quería un novio, necesitaba un novio.

Idiota, muy idiota de mi parte, darle toda mi atención a ese objetivo. Es que yo no me daba mi valor, me sentía insignificante sin un novio, verdaderamente idiota de mi parte, a veces pienso que en esos momentos tenia mierda en mi cabeza, pero bueno, yo todavía no comprendía el verdadero valor de las cosas.



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