-Ya te dije que no, la respuesta seguirá siendo no
- Pero papá, antes querías que me salga de ahí y ahora no quieres. Vamos papá me portare bien.
- Está bien te cambiaremos de escuela, sólo porque es mejor que te alejes de esas personas de mala influencia.
Mis padres no tenían idea que la mala influencia era yo, aunque todo eso me ayudo a aprender cómo se comporta el cerebro humano ante situaciones depresivas.
el tercer año de secundara para mí fue el mejor año de todos, conocí niñas iguales a mí, que les gusta la diversión y que estaban ansiosas para beber nuestra primera cerveza y así fue un once de marzo cuando terminamos nuestra tarea temprano, juntamos dinero y experimentamos esas cosas nuevas.
Volví a jugar y a imaginar que todos estaban a mis pies, tenia niños nuevos para jugar.
Ese año en mis vacaciones finales decidí no cambiarme de escuela nunca. Todo se me salió nuevamente de control.
Ya en cuarto de secundaria las cosas se volvieron morbosas, distorsionadas, algo se había quebrado en mi, algo llamado inocencia.
No fue cuestión de tiempo encontrarme con alguien de las mismas mañas que yo; comenzamos a salir con... por más que intento recordar su nombre no puedo recordarlo, hay algo que no me deja recordar ni su rostro, solo recuerdo que era de piel morena y disfrazado de niño bueno.
Me daba gracia al principio porque pensaba que era otro más que podía manejar a mi antojo, al parecer él pensaba lo mismo que yo; fue después de esa estupidez que nos dimos cuenta de todo. De parte mía, todo lo que le decía era total mentira, él hacía lo mismo con migo. Pero no sé en qué momento paso pero me ilusioné demasiado con él hasta caer en sus palabritas de cincuenta centavos.
Después de caer en la trampa mas típica de todas seguía pensando que él era una bendición, perfecto para mí, que le gustaba la diversión igual que a mí, pensé eso por mucho tiempo incluso después de que terminamos días después de haber caído en su engaño.
Había decidido sentar cabeza con él; en verdad fui muy ingenua al pensar eso, y entonces comprendí lo que era "practicar con un auto usado", me sentí vulnerable por primera vez, como fue posible que viva ignorando eso tanto tiempo, ignorar que yo no era la que utilizaba a los hombres sino todo lo contrario.
Cuando me enteré de todo por medio de un amigo me sentí la persona más sucia y utilizada que puede haber en este mundo, pensaba, gritaba mientras sentía que me caía en pedazos que mi alma se desgarraba, conocí el dolor de la mentira. Me insultaba a mi misma -como pude ser tan estúpida para creerle y perder lo que más me importaba, como pude entregarme a él, como pude entregarle mi virginidad, lo que más protegía-.
Desde ese día todo empeoró ahora no me divertía ilusionándolos, si no, los convertía en adictos, adictos de mi cuerpo y luego los dejaba; a algunos les hacía un favor pero a otros fue tanto el efecto que tenía que mentirles con viajes "me iré a vivir al campo" para que me dejen tranquila, cambiaba de numero para que no me llamen ya que mandarlos a la mierda no era suficiente.
Cuando estaba por la mitad de mi cuarto año de la secundaria fue un verdadero encuentro con alguien muy parecido a mí, con dolor en el alma, con días oscuros, nunca me olvidare de su nombre, Marcelo.
Lo que mal empieza, mal acaba. Yo tenía el presentimiento de que con él sería diferente y así lo fue, aunque pensaba que mi nueva pareja no tenía ninguna anécdota sexual. Él me conoció tal y como era y yo lo conocí poco a poco, cuando se sinceró con migo contándome su 0 % de virginidad, pensé, en vano me percaté de no tener encuentros calientes todos estos meses si él resulto ser mas experto que yo. Desde ese momento buscaba la manera de llevármelo a solas en una habitación lo cual fue en vano porque no intentaba hace nada y eso me hacía dudar de sus historias.
Me cansé de esperar sus ganas y empecé a buscar las formas para molestarme y terminarle, funcionó, pero vino una noche hacia mí y me convenció de intentarlo de nuevo, obviamente él no sabía por qué verdaderamente terminé nuestra relación; luego de días hice algo que hasta hoy no me lo perdono, fui a una pequeña fiesta con trago, conocí la droga, la única vez que la he probado y sinceramente no se lo aconsejo a nadie, es lo peor que existe; me perdí y lo engañé teniendo relaciones con otra persona, no era la primera vez que le hacía eso a alguien pero sí la primera que le hice eso a él, me dolió mas a mí que a él, mi pena fue tan grande que volví a terminar con él inventando la peor excusa del mundo y la más dolorosa cuando se quiere de verdad, " lo nuestro no tiene sentido, la confianza no existe, así que nuestra relación no existe, todo es una farsa". Al decir eso por dentro me moría pero era lo mejor pensaba yo porque no quería que esté con migo, tenía miedo de volver a hacerle daño.
No volví a saber de él hasta tres meses después cuando de la nada me dijo- ya lo sé todo, siempre lo supe- esas palabras fueron como puñales para mí pero sentí también un gran alivio, no recuerdo que respondí a eso pero estoy segura que no le pedí disculpas. Mes después comencé a sentir odio por él, me enteré que estaba de novio con una de mis antiguas amigas así que yo me busqué a alguien más.
Recuerdo que seguimos hablando a pesar de eso, un día peleábamos y otro día nos confesábamos seguir queriéndonos. Llegamos a un acuerdo de seguir sintiendo lo mismo, sería un secreto entre ambos.
a quien se le ocurre eso "solo nosotros sabemos que nos amamos" aunque lo repita millones de veces sigue sonando estúpida y vacía esa frase pero tanto él como yo nos hicimos de la vista gorda actuando como si estuviéramos en una historia romántica donde no podemos estar juntos nunca.
mal gastar el tiempo pensando cosas así, por qué no me dediqué a practicar danza rítmica o cualquier deporte que me tuviera ocupada pensando solo en eso, no yo no lo quise así; unos futbol, otros básquet, otros tal vez natación y yo, yo escogí ¡¿sexo?!, que manera más idiota de pasar mi años de juventud.
Me enteré semanas después que habían terminado, yo ya había hecho lo mismo con ese despojo de gente que usé para "vengarme". Después de un mes de aquello, volvimos, yo era muy feliz, aunque al parecer él no. Marcelo había dejado el pasado atrás, dejó de hacer todo lo malo de antes, por mi parte yo seguía igual aunque completamente perdida por él. Y mis amigos de antes me buscaban con propuestas de una sola tarde, todo eso yo rechacé, aprendí a ser fiel; no, aprendí a fingir fidelidad, luego de dos meses de completa fidelidad de parte mía descubrí por medio de muchas personas hasta de él mismo, todo lo que decía al principio de la relación era totalmente falso: apuestas, dos novias, vicios. Fue difícil para mí pero al fin me engañe diciendo que lo había perdonado ya que él también me perdonó. Las propuestas empecé a aceptarlas, las fiestas, las citas, todo, creo que no se enteró pero un día pasó algo terrible lo cual nos hizo dar cuenta que no estábamos enamorados realmente, solo nos queríamos aferrar al pasado. Me arrepentí de haber tomado esa decisión, si tan solo hubiera dicho lo siento, pero todo pasa por algo; comencé a sufrir por la ruptura, Recuerdo que le escribía cartas que pensaba entregarle pero que nunca se las entregué, las tuve guardadas por mucho tiempo pero al fin un día pude desprenderme de eso; y un día me dije, "que mierda, de que lloro, más bien debería estar feliz si de nuevo disfruto de mi soltería"
Por respeto a mi misma y a mi gran amigo Marcelo deje la "mala vida", me permitió ver las cosas de diferente manera. Fue cuando poco tiempo después me llego una nueva bendición más; con miedo que la historia se repita porque igualmente era una persona saliendo de los malos pasos.
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Tu Eres Tu Fortaleza
JugendliteraturLA VIDA CAOTICAMENTE DOLOROSA DIVERTIDA Y HERMOSA DE LOS ADOLECENTES