Tea Time: Entrevistas a tus personajes (CERRADO)

7- Edward y Edmund (de "Nocturno V")

Entro al bar y me siento en una mesa algo apartada. Por fin había vuelto a las andadas, después de unos cuantos meses alejado de las entrevistas. El establecimiento seguía igual. Harry estaba recogiendo una taza de café vacía de la mesa de al lado.

Entran dos niños vestidos de la misma manera: un uniforme color azul noche, muy parecido al usado por el ejército británico durante el siglo XIX; de brillantes botones plateados y botas de suela muy pesada por el ruido que provocan al andar. Ambos miran hacia todos lados, desconcertados, discuten entre ellos en voz baja mientras leen una carta y revisan los rostros de todos los presentes, hasta clavar la vista en Hayden. Uno de ellos avanza hacia mí.

—Disculpa, ¿eres el tal Hayden Rothem?

Alzo una ceja, mirándoles. Su edad está a punto de hacerme soltar una queja, pero su extraño uniforme me produce curiosidad.

—El mismo. ¿Y vosotros quién carajo sois? No. No me lo digáis. Seguro que venís a mi entrevista. La gente que no sabe vestirse como una persona normal siempre viene a mis entrevistas. Debéis de ser Edmund y Edward. —Resoplo y señalo su traje—. ¿Acabáis de hacer la Comunión o qué?

—¿Cómo que comunión? Los que se visten extraño son todos en este lugar. —Edmund toma asiento.

—¡Que alguien me explique qué hacemos aquí, porque Londres parece todo menos Londres! —exclama Edward.

—¿Que Londres no parece Londres? —me río—. Wow. Qué disgusto le vas a dar al ministro Cameron. Se os ha debido caer el Big Ben en la cabeza.

—¡Y también porqué la gente parece todo menos gente! Miren a ese tipo. —Señala a un hombre con una cresta teñida de verde y ropa estilo punk—. Creo que es el más raro que he visto hasta ahora, no sé si reírme de él o darle una entrada al circo para ver si le contratan.

—Edu, siéntate —dice Edmund, y vuelve la vista hacia mí. Edward se sienta sin dejar de ver a toda la gente—. Entonces, ¿nos explicarás qué sucede aquí? Nos han dicho que viniéramos a verte pero no sabemos para qué y por qué.

Dirijo la vista a Edmund.

—Debéis estar de coña. Habéis venido a la entrevista del gran Lord Hayden. O qué.

—¿Lord Hayden? —preguntan ambos incrédulos.

—Tienes tanto de lord como yo de mayor de edad, ¿dónde está tu carruaje? Quiero ver a tus sirvientes lamerte los pies —protesta Edward.

—Oh, enanos. Dadme una noche en el Leviathan y os mostraré cómo puedo poner a una tía a lamerme lo que quiera. Pero eh, ¿queréis ver a mis sirvientes? Observad. —Llamo al camarero—. Harry, tráeme un té verde para mí y dos tés blancos para mis invitados.

—¿Has dicho que nos vas a hacer una entrevista? ¿A nosotros? Nunca hemos tenido una, ¿así que eres reportero de día y Lord Hayden de noche?

—Edu, ya déjalo así. Como pelees más nos van a terminar echando a patadas, como siempre. —Me observa, revisa la carta de nuevo y arquea una ceja leyendo el papel—. Me rindo, no puedo leer una mierda, solo tu nombre, "Lord Hayden". —Hace comillas con los dedos.

—Os tendréis que fiar de mí. Vamos a empezar. Primera pregunta. Decidme vuestros nombres completos.

—Yo soy Edward y él es Edmund. La gente nos confunde pero no somos iguales, el guapo soy yo.

—Y el que tiene las neuronas soy yo. No vamos a revelarte nuestro apellido —dice Edmund.

—Tranquilos. Quedárosle, yo ya tengo el mío. —Ruedo los ojos—. Siguiente pregunta. ¿Cuantos años tenéis?