Tea Time: Entrevistas a tus personajes (CERRADO)

6- Nimue Starn (de "Muerte en el zodiaco")

Hoy no tengo entrevistas. Estoy tirado en el sofá de mi piso con la vista hacia el techo, enormemente vago. Los ojos se me cierran de vez en cuando... hasta que, de repente, el salón del piso toma otro color y otra forma. Casi sin darme cuenta.

Hay una barra a un lado y las paredes son amarillas, como las del bar. Yo estoy sentado en una de las mesas de madera y Harry me observa desde la barra, recién aparecido.

"¿Estoy soñando?" pienso.

Unos pasos cortos y ligeros se escuchan desde el fondo del bar. Pertenecen a una niña. La pequeña viste un coqueto vestido azul cielo, y su pelo rubio y ondulado está recogido en dos graciosos lazos. En sus manos sujeta una muñeca antigua propia de un coleccionista. Sus ojos azules como el hielo me analizan fríamente, y finalmente se sienta en la silla de en frente tranquilamente, acomoda su vestidito y me mira expectante.

—Así que tú eres Hayden —dice sin abandonar su expresión impasible. Pese a su voz infantil, su tono es muy rígido—. Zimiar me ha hablado de ti.

—Me alegro. ¿Quién es Zimiar? O mejor aún. ¿Quién eres tú? —pregunto con recelo.

La niña resopla algo aburrida, entendiendo que estoy completamente perdido respecto al tema.

—Mi nombre es Nimue Starn, y soy tu próxima entrevistada —explica ella—. Y respecto a la otra pregunta, este es Zimiar. —La niña mira a la muñeca y la coloca sobre la mesa, para que Zimiar esté cómodo y pueda observarme mejor—. La entrevista tendrá que ser aquí, ya que los demonios me han prohibido viajar a tu mundo puesto que estoy muerta, y no hay otra manera de que los fantasmas podamos hablar con los mortales a no ser que sea mediante un sueño. ¿Alguna duda más antes de comenzar la entrevista?

Alzo las cejas, mirando a Zimiar de reojo.

—Eh, mira. Es que yo no entrevisto críos porque luego acabo vestido con un tutú, tomando el té y hablando con muñecos. Luego está eso de que su imaginación me da dolor de cabeza y de que sus padres me denuncian por decir "coño" delante de ellos. Tampoco quiero gastar papel entrevistando a alguien con la mentalidad de una piedra; los críos no tienen nada que me interese. —La miro con un cariño mal fingido—. Estoy seguro de que lo comprendes. Ale. Lárgate a... comerte los mocos y a jugar con los palos a otro sitio.

Nimue sonríe dulcemente. Suspira y busca las palabras más adecuadas para hablarme.

—Para empezar no soy una niña, sino un fantasma, por si no te has dado cuenta aún. Sé que a los mortales es algo que os cuesta llegar a comprender, pero no sabía que fuerais tan sumamente estúpidos. Para continuar, pensé que los ingleses erais unos fanáticos del té, y no es un muñeco, sino un demonio atrapado en un cuerpo que no es el suyo. Y por último, mis padres están tan muertos como yo, así que no tendrás ningún problema con ellos y sus supuestas denuncias hacia tu... persona. ¿Y, en serio? ¿Malgastar papel? Me sorprendería que alguien como tú supiera si quiera escribir. Te aconsejo que te quedes ahí sentado y me hagas las preguntas que debes a no ser que quieras que te corte los dedos que te quedan —dice ella sin perder su inocente sonrisa—. Además de que no te queda más remedio, si intentas salir del bar sin mi permiso y me llegas a enfadar, podrías incluso quedar en coma en la vida real y nunca salir de este sueño. ¿Interesante, cierto? ¿Tu mente da lo suficiente para captarlo o debo volver a repetírtelo?

Observo a la niña de reojo, sin dar crédito a lo que estoy oyendo.

—What the fuck. Es la primera vez que me amenaza una criaja de siete años. ¿Qué les dan de comer a los niños de hoy en día? —Respiro hondo—. Somos fanáticos del té, pero no estaba en mis planes desperdiciar un sueño lúcido en hacer una estúpida entrevista. Pero eh, a mí no te me pongas gallita. Estás en mi sueño y puedo hacerte lo que me dé la gana. ¿O acaso te crees Freddie Krueger? Porque podemos comprobarlo.