La Fiesta: Parte 2

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Pov' Wanda:

Si, damas y caballeros, estaba apunto de besar a Sam Acosador Alexander.
Me acercaba a él, decidida a besarlo.
Por Dios, ¿quien engaño? Me sentia levemente atraída hacia el, pero.. ¿Era sólo eso verdad? ¿Era sólo atracción?
Estaba apunto de besarlo, pero claro que no lo haria, sólo... jugaría con el, si eso. Si el podía acosarme e incomodarme ¿porque yo no podía hacer lo mismo?
Sin divagar más sobre el tema, ya casi pegada a él, estaba tan cerca de sus carsonos labios y...

-Chicos... lamento interrumpirlos pero........- dijo el más grandísimo idiota de todos los tiempos, Tony Stark.

Narrador omnisciente:

El hombre de metal, abrió la puerta de par a par, la cerveza que tenía en la mano cayó al suelo rompiéndose en mil pedasos. Era notorio que Tony estaba sorprendido, al igual que los otros Vengadores.
Steve, los miraba con desaprobación, ya que, le había dejado claro a Wanda, y a Sam en su momento, que estaban prohibidas las relaciones amorosas con miembros del equipo. Clint, por otra parte, miraba a Sam como alentándolo a que le corresponda a la chica.

-¡Nooo mis ojos! ¡¡¡Mis preciosos ojos!!!- gritó dramaticamente un ebrio Tony corriendo por todo el lugar tapándose los ojos -no creí que se pondrían tan cariñosos- se detuvo a mirarlos ya mas calmado mientras Wanda le lanzaba una mirada asesina y Sam se retorcía de vergüenza.

La chica le dió una rápida mirada a Sam dedicándole una media sonrisa divertida dejándole claro que no había terminado ahí. El sólo la miraba a los ojos sin expresión alguna.

-¿Cuando vas a madurar Stark?-dijo la bruja algo frustrada -es solo un juego- susurró para si misma saliendo del closet aunque sabia que para ella era mas que eso.

-Como sea, se que tienen algo, par de tórtolos -dijo ironman con picardía mientras Sam salia y se sentaba en su lugar aún en estado de shock y más rojo que un tomate.

La sokoviana se sentó nuevamente en su asiento con la mirada fija en Sam, algo frustrada por no poder llevar a cabo su plan de confundirlo y este también la devolvía la mirada.

Clint, por su parte, los observaba a la distancia, que era como le parecía mas cómodo.

-Ey Nat-el arquero le susurro a la espía y esta se volteó para mirarlo-¿Ya viste a esos dos?-le dijo mientras señalaba a ambos con la cabeza.

-Si ¿que pasa con ellos?-preguntó con indiferencia.

-No...no crees que deberíamos...meterlos en un closet y que hagan las pases?-le susurró al oído en tono pícaro.

Ella volteo a verlos discimuladamente y pudo notar lo tensos que estaban-¿con que fin?-ella rió sin ganas-ellos se llevan mal y cualquiera se daría cuenta-dijo mirando seriamente al rubio.

-Claramente, por esa razón, mi querida Natalia-sonrió de lado poniendo una mano en su hombro-ellos parecen llevarse mucho mejor ahí dentro-Clint le guiño un ojo con picardía.

La rusa soltó un gruñidp mirandolo mal-no me digas Natalia-susurró bebiendo un poco de vino de su copa-¿pretendes encerrarlos en el closet, Clinton?-cuestionó ella divertida imaginando los planes de su amigo.

-No necesariamente en un closet-sonrió mientras veía como los dos jovenes tenían un duelo de miradas en el cual discutían por quien quitaba la vista del otro primero.

Natasha los observó y le sonrió a Barton asintiendo-me gusta tu plan-ambos rieron casi sabiendo lo que tenían planeado hacer.

Prontamente, ambos espías comenzarían su misión personal para que ambos jóvenes se confezaran su posible amor o, por lo menos, comenzaran a llevarse bien...

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