Para Alfred

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Hola tod@s regreso de las profundidades de...emh...pues de donde estaba XD y les traigo esta nueva historia (recuerden que escribo puras cosas raras)  Espero que la disfruten.
Advertencias: Podría decirse que es shota (¿) ya que aclaró que Arthur se vera muuucho mas joven (15 años) y Alfred mas o menos de 24 XD pero meh, espero que eso no les incomode. 

Nota: universo alterno. 

Nota: Los personajes no me pertenecen asi como las imagenes, creditos a sus respectivos autores.

...
...

<< Casi esta listo. Solo necesita algo para darle vida. Y luego, despertara a su lado y solo quedara rezar >>

Su dedo pulgar acarició la superficie de su creación. Desnuda, la muñeca que posaba durmiente frente a él sobre una pequeña silla, esperaba a ser despertada. Sus cabellos, uno a uno han sido colocados imitando el recuerdo de aquella persona. Sus facciones serán las mismas, incluso el detalle de sus cejas esta en su rostro pacifico.

<< Mi querida muñeca >>

...

Alfred abre los ojos por culpa de un haz de luz que se ha colado por las cortinas mal cerradas de la ventana. Gruñendo se gira en la cama maldiciendo por ser molestado. El ojiazul tiene el cabello revuelto, es un desastre al igual que su habitación y el resto de su departamento. Hay basura por doquier, bolsas de plástico con envolturas de comida chatarra, latas de soda y bebidas energizantes, folletos de menús de locales de comida y ropas sucia. Realmente adentro...es un caos.

"Ding, dong"

Antes de que Alfred pueda caer en un nuevo sueño, el timbre suena una y otra vez.

-Grr...

Se revuelca en la cama perdiendo la paciencia. No espera a nadie y no quiere ver a nadie. No quiere escuchar palabras huecas de esas personas que lo han estado molestado casi por un año y medio. Es absurdo. Él esta bien. No hay necesidad de salir como le han dicho. Puede trabajar desde su ordenador, si necesita algo, puede pedirlo por móvil o correo. Las cuentas son igual, no hay problema. No hay necesidad de salir. No hay porque ver rostros con sonrisas falsas...mentiras. Haya afuera solo hay mentiras y Alfred ya esta cansado de tanta porquería.

"Ding, dong, ding, dong..."

Insiste su campanilla.

-Maldita sea.

-¿Sr. Jones? ¡Tengo un paquete para usted!

<< ¿Un paquete? No recuerdo haber ordenado nada últimamente >> pensaba desperezando su cuerpo escuchando de nuevo como el repartidor le llamaba con insistencia.

"Ding, dong"

-¡Ya voy! -Gritó Alfred y enseguida soltó un largo bostezo mientras se rascaba la entrepierna.- Maldita sea...apenas es medio día y ya me han levantado...sigh.-Se quejaba mientras se dirigía a atender la puerta.-Ya voy, ya voy...voy...sigh.

"Ding, dong"

-Que fastidio.-Masculló al tiempo de abrir la puerta.-...¿Me están jodiendo? -Gruñó al ver que nadie estaba afuera.

Soltando una que otra palabrota, Alfred cubrió sus ojos de la luz de un bonito día y antes de entrar de nuevo y regresar a la cama, notó el paquete de unos cincuenta centímetros ante sus pies.

-Ugh... ¿Qué demonios?

El paquete estaba bien sellado con cinta y le cubrían varios sellos con diferentes leyendas que advertían del contenido frágil. Encima de la caja, había un sobre blanco con un delicado diseño de una rosa roja en una de sus esquinas.

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