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 ¡Hello! Perdón por tardarme un poquito en actualizar, pero recuerden que el calor dilata a los cuerpos (bada tsunn) disculpen el mal chiste, bueno, al final se darán cuenta porque me costo tanto escribir este cap ¡Los sentimientos son difíciles de explicar! (¿) XD

¡Espero que lo disfruten!

Nota: Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor.

Advertencias: Mhe~ tal vez en la siguiente.

...

"Eh, dime Arthur...¿Porque no me dijiste desde el primer instante que estabas muriendo? ¿Acaso pensaste que no podía hacer nada por ti? Yo...yo sé...que tal vez era así, que tu destino estaba sellado pero...pero...¡Eres un maldito idiota! ¿¡Porque sufriste solo!? ¡Yo estaba ahí! ¡Para apoyarte! ¡No debiste esconderme nada! No debiste preocuparte por mi..."

Lo había gritado con fuerza, se había desahogado con la muñeca de mejilla lastimada por su causa, lloró desmoronándose una vez más en sus brazos y se enfurruñó sobre su pecho mojándole con sus lagrimas.

Él no era Arthur, no era "su verdadero" Arthur, solo tenía su imagen, sus ojos y esas facciones que mas de una vez había extrañado acariciar. Era una muñeca, solo una muñeca con su apariencia.

Recibiendo la abrumadora verdad, Alfred se sintió débil y agotado, esa noche se había quedado dormido en la alfombra; al despertar por la insistencia de una molesta luz que percibió fria, vio el rostro durmiente de Arthur y notó su cuerpo pequeño protegiéndole.

-Arthur.-Mordió sus labios al pronunciar su nombre.

Era tan extraño llamarlo de esa forma ahora.

¿Ahora que debía hacer? Era claro que inconscientemente al olvidar a Arthur para evitar sufrir, su subconsciente le arrojó migajas de recuerdos gracias (o por des fortunio) a esa muñeca.

<<Él no es Arthur >> Pensaba frunciendo el cejo mientras que con cuidado, se liberaba de los brazos del ojiverde durmiente <<No lo es >> Se levantó, y como aquella vez que lo encontró en el sofá, lo tomó en sus brazos y lo llevó a su habitación para que siguiera descansando en la cama << Él no es culpable de esto. Él, me ha demostrado que puede sentir emociones como yo. Él no tiene la culpa de nada y...sin embargo, me atreví a volcar lo que sentía sobre él >> Alfred contempló a la muñeca y acarició su cabello, estaba despeinado y increíblemente pudo notar que bajo sus ojos cerrados, una tenue sombra maquillaba su piel blanca. Él tampoco había dormido bien, tal vez lloró al igual que Alfred, el ojiazul no lo sabía, no se había dado cuenta, simplemente se encerró en una burbuja de recuerdos dolorosos.

<< Esta muñeca cumplió con lo que dijo, se mantuvo a mi lado, veló mi noche...dios, soy tan patético >>

Tocando uno de sus mechones rubios, se inclinó y se quedó inmóvil frente a sus rostro. Su respiración tranquila le hacia cosquillas en los labios al estar tan cerca, tensó su cuerpo y su mano derecha se endureció con un vuelco en su estomago. Todo, por que una idea le cruzó de pronto por la cabeza "¿Y si finges que él es el verdadero Arthur?"

-Sigh.-Gruñó maldiciéndose a si mismo ¿Cómo podía pensar algo como eso? Era un idiota.-Perdóname.-Dijo con voz baja y salió de la habitación, tomó un trozo de papel y dejándole una nota a la muñeca se preparó para salir.

...

El fresco de la lluvia pasada seguía latente en la tierra de los pequeños jardines, charcos de agua reflejaban el rostro de Alfred cabizbajo mientas caminaba sin un rumbo fijo y ninguna idea donde ir. Había salido solo para pensar las cosas, buscar una respuesta a sus emociones, a sus dudas... "grrr" pero lo único en lo que podía pensar, era que tenia hambre.

MuñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora