DÍA 10 | TRAGOS DE CELOS.

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No he dejado de verla. Esta muy centrada con el espectáculo, es como si estuviera en su sueño favorito donde nunca querría despertar.

Esboza una sonrisa mientras sus ojos brillan ante la hermosa voz de Badu Gili.

No recordaba que La Casa de la Ópera de Sídney fuera tan pequeña en comparación a cuando venía de niño con mi madre. El lugar se encuentra totalmente repleto de personas de todas las edades, tenemos suerte de haber conseguido entradas para el show.

—Creo que es fascinante. —dice Denise en voz baja.

—Y solo es nuestra primera parada de hoy. —le giño un ojo.

Tengo planes de llevarla a tantos lugares que mi mente colapsa.

—Entonces sorpréndeme. —sonríe y vuele a Gili.

Ambos nos sumergimos en aquellas notas musicales que nos inspiran a ser algo más que personas corrientes, a ser la diferencia en este mundo tan insípido.

Luego de dos horas continuas de algunas risas y lágrimas, desalojamos la sede para caminar por la Bahía de Sydney mientras comemos algunos Hot Dog's.

—Esto está muy delicioso. —dice Denise adorando lo que come.

—Son los mejores de la ciudad. —suelto y mastico.

En realidad es el único sitio que conozco que los vende.

—¿Siempre te encargas de los Tours a tus vecinas perdidas? —me mira fijamente.

—Eh... No. —rio un poco— De hecho es la primera cita que tengo con chica. —reacciono de pronto— Digo, no es que sea una cita...

Ya no sé qué decir.

—Vaya, no lo haces nada mal para ser la primera. —baja la mirada.

—Lo tomare como un cumplido. —sonrío.

Y es allí cuando nos perdemos entre la multitud de personas haciendo lo mismo que nosotros; disfrutar de la cuidad.

Me encargue de hacer la ruta perfecta para que conociera los distintos lugares turísticos que rodean esta provincia. Estuvimos por horas caminando y dialogando sobre temas poco usuales hasta que nos cae el atardecer sin darnos cuenta.

—Se hace tarde. —suelta Denise colocando algunos cabellos detrás de su oreja.

—Es mejor que tomemos el subterráneo, no quiero que tengas problemas en casa. —la tomo por su muñeca mientras cruzamos la calle.

Al ingresar en el tren, toma el único asiento disponible mientras yo me mantengo de pie en su frente. Ella observa su alrededor como si estuviera fascinada por dicho transporte público hasta que deja sus ojos plasmados en mis míos.

Denise es una morena muy hermosa, llena de ternura y a su vez coqueta. Me gusta la idea de tener una nueva amiga aquí conmigo, ya que antes hacia todo esto con Mandy.

Al llegar a nuestro destino, Denise se coloca de pie y le permito pasar primero. Mientras esperamos que las puertas del tren se abra, logro sentir en mi olfato su olor a rosas que hacen emocionar mi sentido.

Joder. Huele tan bien.

Respiro hondo y seguimos el paso hacia nuestro vecindario. 

—Debo aceptar que ame el Museum of Contemporary Art Australia. —dice contenta.

—Me gusto más el hecho que hayas pensado que Vito Acconci era un psicópata por tener mujeres obesas en todas sus obras. —rio.

—Mantengo mi teoría. —esboza una sonrisa.

¿A QUIÉN OCULTAS? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora