Audrey había estado todo el rato con la madre de Nate. No la dejo sola ni un segundo, siempre estaba con ella.
Aunque sonase feo, cuando por fin pido librarse de su suegra, y de algunos invitados, que ni siquiera sabía, que habían.
Fue interceptada por sus damas de honor, sus dos mejores amigas. Quienes la llevaron a la pista de baile para bailar.
-Chicas, necesito ir al baño. En un momento vuelvo.-Les habló, mejor dicho grito por que la música no estaba muy baja que digamos.
Sus amigas solo asintieron y siguieron en lo suyo.
Como si fuera flash, se escabulló en el baño. Cuando entro, se encerró en el. Solo quería un minuto a sola si eso fuera posible. Ni siquiera aguantaba el vestido, por muy bonito que fuera. Quería que sus mejillas se relajara un segundo, estaba cansada de tanto sonreír. Solo quería irse de ahí cuanto antes. Quería estar en su cama, con un libro en mano, en su casa, pero eso era imposible, por que ya su casa no lo era mas. Ahora tenía una nueva casa donde viviría por un tiempo, el cual no estaba definido.
Camino hasta el lavado y se miró en el espejo. Solo vio a una simple chica, muy producida, con sonrisa falsa y ojos triste. Se dijo a si misma.
-Todo estará bien, solo aguanta. Eres fuerte.-Con la voz entre cortada, las lágrimas amenazaban con salir, pero no las dejó.-Todo terminará, pronto. Solo sonríe y finge.-Puso una sonrisa en su cara y salió del baño.
Cuando salio del baño, tomo una copa de vino, la cual agarro de un camarero que acababa de pasar cerca de ella. Y se lo tomo de un solo trago. Si tenia que fingir por que no darse un empujón con una copa de mas.
Estaba en la pista nuevamente, con sus amigas bailando, The night de Avicii. Esa canción le encantaba, cuando la oía se olvidaba de todo, solo se concentraba en bailar y disfrutar de la canción. Mientras bailaba reía, esa era la primera vez que no reía forzosamente. Cuando iba girando, observo como su esposo entraba al salón con una chica muy hermosa de su brazo.
Audrey se sintió frustrada, y un poco enojada, de que su marido estuviese con una chica hermosa, seguro era una de sus amantes.
Maldito, idiota. Como se atreve. Y ahora viene hacia mi, y con ella. Solo tengo que ser fuerte como si no me importara. Pff, como si me importara, con quien anda y con quien se mete. Pero dijo que no me iba a ser infiel. Ni siquiera un día de casado y se pasea con su amante en mi nariz. Pero esta me las paga, lo juro por Ducky, mi pony de peluche.
Me moví de donde estaba parada mirando, a mi marido y fui hasta el. Con una mirada fulminante, y una sonrisa hipócrita en mi cara. ¿Que? Yo también tengo mi personalidad y no es nada lindo y menos cuando estoy enojada. Nate y esa chica, me sonreían como si nada malo pasara, que mentirosos.
-Cariño, te estaba buscando.-Me miraba como si yo fuera un maldito mono de circo.
-Pues ya me encontraste, cariño. -Dije remarcando la palabra CARIÑO. Fije mi vista en la chica, que todavía tenía esa sonrisa en la cara, pero lo que me impactó fue que no me dedicaba una sonrisa falsa o maliciosa sino todo lo contrario era verdadera y como si estuviese ansiosa de estar aquí.-Me presentas a tu amiga, amor mío. -Alce una ceja como muestra de mi impaciencia, por lo que tardaba en darme una respuesta.
-Hola, soy Emma. Su prima favorita.-Dijo la chica, mientras me atraía hacia un abrazo, el cual yo demore en devolver.
Era su prima, creo que pensé mal. Menos mal que no dije nada fuera de lugar, sino ahora mismo tendría que dar una disculpa. Y primero me tiro de un puente antes de pedir disculpas a Nate.
-Oh. -Dije. -Soy Audrey, un gusto conocerte. Soy su esposa.-Hable después que nos separamos del abrazo.
-Si lo se. Me alegro mucho que mi primo haya encontrado una mujer como tú.-Hablo, pero cuando iba a decir algo mas una mujer, parecida a la madre de Nate la llamó, si mal no recuerdo era Mary su tía y creo que la madre de Emma, por que ahora que me fijaba bien, se parecían bastante.-Lo siento, después te veo. Un gusto.-Se despidió mientras se iba hacia su madre.
Una tos falsa me hizo girarme hacia Nate, que me miraba, como si quisiera hablar conmigo, pero creo que desistió.
-Yo voy con mis amigas. Es muy hermosa tu prima. Bueno, adiós. -Dije tratando de escapar de el, pero mi huida no paso mas de dos paso, por que alguien me agarro del brazo, tratando de detenerme.
-Espera, voy contigo. Se supone que somos marido y mujer ¿no?. Y tenemos que pasar tiempo juntos, y además en el día de nuestra boda.-Sonrió mientras me arrastraba hacia la pista de baile.
No se en que momento la pista quedo vacía, solo estábamos los dos en el medio, y las personas estaban a nuestro alrededor mirándonos, de pronto empezó a sonar un vals.
Oh demonios, era el primer baile de marido y mujer, o como demonios sea. Ni siquiera se como se baila, aunque deduzco que no será nada difícil ¿verdad?
-Nate...-Me acerqué hasta su oído para que me escuchase.-No se bailar, esto, esta clase de baile. No es difícil ¿verdad?.
-Relájate, y sigue mis pasos. Será sencillo. -Sonrió, para luego posar su mano derecha en mi espalda, y con la izquierda mi mano, y acercarme a el. Y así comenzar con el baile. Lo cual déjeme decirle que no era tan fácil como parecía, no era nada sencillo. O directamente yo nací para el agraciado arte del baile.
Todo parecía de en sueño mientras danzabamos, parecíamos una verdadera pareja, pero en realidad todo era un fraude y una farsa. Ni siquiera sabía el verdadero motivo por el cual me había casado. La escusa de la tradición familiar, era una mentira. ¿Quien demonios se iba a tragar eso? Sabia que había algo más, los ojos de Nate lo delataban, me miraba como si me tuviera lastima. Pero si algo me propuse al casarme era investigar la verdadera causa de este matrimonio, aunque yo saliera herida en el camino. Total había mínimas posibilidades de que ese sufrimiento sea por amor, por que no negaba que mi esposo era realmente guapo, pero hasta ahí.
Después de nuestro baile, nos separamos y todos aplaudieron. Uniéndose a nosotros, esa fue la única vez que pasamos juntos en toda la fiesta. Luego llego la parte donde las damas de honor y el padrino, y algunos familiares hablaban en público, en ese momento nos sentamos juntos pero no tanto, solo sonreíamos como idiotas. Al fin llego el momento del pastel, donde lo contábamos y comíamos y hacíamos cosas estúpidas, para después llegar a la despedida de los novios que se iban a la luna de miel. La cual en mi caso, no había luna de miel.
Todo eso había sucedido mientras yo estaba en un trance. Todo sucedió muy rápido que cuando me di, cuenta de lo que sucedía a mi alrededor to están en el auto con Nate. En un ambiente bastante tenso e incomodo.
Como el estaba concentrado manejando, ni siquiera me miraba o hablaba, solo conducía. Lucía realmente tenso, parecía robot. Yo solo me limité a mirar por la ventana, como lo hacia siempre que iba con el. Pero esta vez, mis ojos pesaban, y poco a poco fui cayendo en los brazos de Morfeo.
No se cuantos minutos o horas han pasado solo se que unos brazos levantaban mi cuerpo dormido, al abrir mis ojos vi a Nate, que me cargaba.
-Tranquila, vuelve a dormir. Te llevare a la cama.-Habló, segundos después nuevamente caí rendida en los brazos de Morfeo. Estoy tan cansada que solo quiero dormir, y no me importaba el hecho de que Nathan cargara mi cuerpo hasta mi nueva cama. Hoy realmente fue un día muy agotador.
Si, termine de escribir los capítulos de la boda. Merezco un jodido premio.
No actualizo seguido por las siguientes razones: 1) Soy una vaga.
2)El colegio me toma la mitad de mi tiempo y el otra mitad la desperdicio durmiendo. Soy una vaga en resumen.
¡Comenten que tal les pareció el capítulo!Besos
By:Anna🐾 (creo que usaré Anna de ahora en adelante, me gusta)
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Un Matrimonio No Deseado-(Terriblemente Pausada)
General FictionAudrey Blackwood, es una chica de 17 años, que cursa su último año de preparatoria. Es hija del mejor abogado de Londres, Charlie Blackwood. Ella tiene un hermano, Sam. Hay un gran problema para Audrey debe contraer matrimonio con el, de Matt O'mal...