Capitulo 21

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No recuerdo como he llegado aquí, a este lugar, al parque. Solo se que hace unos minutos atrás, estaba en una heladería manteniendo una conversación con una antigua amiga, pero luego ella se fue deprisa.

Camino a paso de tortuga, moviendo suavemente al son de la música, que viajan por mis audífonos. El lugar donde me encuentro, en realidad, no queda lejos de donde estaba anteriormente, sino que está situado frente a la heladería.

No quiero llegar a casa, y recordar que mi vida ya no es la misma, no quiero que la nostalgia me invada y auto-compaciendome por mi miserable situación.

Observo un columpio vacío, camino hacia el, y me subo. Poco a poco, y muy lentamente empiezo a meterme en el hasta llegar a lo máximo que se puede mecer en los columpios.

Cierro mis ojos, dejo que el viento impacte contra mi cara, de esta forma logro olvidar y dejar de lado todo lo que he vivido.

Me siento como un pájaro, imaginar que puedo volar, el viento en mi cara, los rayos del sol contra mi piel, sentir que así puedo ser libre aunque sea tan solo por unos segundos. Todos en algún momento soñamos con ser libres tan solo un miserable instante. Pero como todo lo bueno tiene fin, mi fantasía lo hace, cuando un objeto desconocido impacta contra mi pierna derecha.

Abro los ojos y reconozco el objeto desconocido como un balón de Football Americano, y un chico corriendo hacia mi dirección. Pero deje de prestarle atención al mirar al cielo.

Salto del columpio mas que rápido, desconectó mis audífonos. Observo la hora en mi celular y ya son pasada las 8p.m.

<<Diablos, me van a matar. No le lleve las compras del súper a Nancy.>>

Me agacho y recojo el balón. Cuando estoy a punto de tirarlo hacia su dueño. El ya esta situado frente a mi. Mirándome preocupado, como si me hubiese pasado algo. No lo culpo, creo que mi cara en estos momentos no es la mejor.

-Lo siento, no quise golpearte con el balón. ¿Te encuentras bien? Por que si te lastime, puedo llevarte a un hospital. Yo pagaré todo, ya que todo fue mi culpa.-Demonios como puede hablar tan rápido, sin matarse por el camino por no poder respirar.

-Si, Digo no.-Uy creo que tengo que explicarme mejor, ya que me miro mas preocupado de lo normal.- Si estoy bien y no me he lastimado.

-Que suerte. Realmente lo siento, no quise golpearte a propósito para llamar tu atención, por que eres guapa y te veías muy linda columpiando-te, si no que no llegue a agarrar el balón a tiempo.

-Eh, supongo que gracias.-Conteste un poco desconectada.

-De nada. Por suerte soy Austin Campbell, ¿y tu eres...?.-Pregunto tímidamente.

-Soy Audrey Blackwood. Un gusto.- Estire mi mano para que el la estrechara.

-El gusto es mío. Lo siento, nuevamente.

-No pasa nada en verdad. Fue lindo conocerte, pero me tengo que ir.-Di media vuelta para poder irme de ahí, pero su voz me retuvo.

-Ok, adiós Andrey. ¿Te volveré a ver?.-Di nuevamente media vuelta, quedando de frente a él. Y hablé.

-Puede que si, puede que no.-Sonreí. Y marche corriendo hacia mi auto, el cual no estaba muy lejos. Llegue a el, y me introduje en el interior del mismo, y arranque, pero antes de irme, pude notar que al chico se le sumamos otros más, los cuales deduzco que eran sus amigos.

El chico Austin, estaba realmente guapo. Pero no se comparaba con el inmueble. Era mas alto que yo, tenia ojos mieles muy bonitos, su cuerpo era una escultura hecha a mano, pelo rubio, piel bronceada.

Realmente perdí tiempo, conversando con el chico, pero valió la pena. Al menos no era un idiota con complejo de Kent, sin cerebro, el cual intenta ligar con todo lo que se mueva.

Abro la puerta de casa, con las bolsas de la compra en mis manos. Las luces están apagadas, no hay nadie. Camino hacia la cocina, para dejar las compras. Las dejos en la isla. Abro el refrigerador en busca de algo para beber, pero me detengo cuando noto una pequeña nota, en la puerta del refrigerador. Dirigida a mi persona.

'Señorita:
Nos hemos marchado. He dejado comida congelada en el refrigerador y algunos sándwich de crema de maní, de los que tanto le gustan a usted.
Nancy'

Creo que Nancy es mi nueva persona favorita, preparo mis adorados sándwich de crema de maní. Es lo mejor que se haya inventado, claro que lo primero mejor inventado son los libros, y luego los sándwich.

Después de beber jugo de naranja, y guardar las compras tardías. Mientras tarareo una canción, me dirijo a mi habitación. Realmente necesito tomar una buena ducha, para poder terminar un buen día. Cuando llego, abro la puerta con mi trasero.

Veo la cama y se me antoja, tirarme en ella. Creo que mi día fue agotador, destierro mis pensamientos sobre dormir en este instante. Busco en la cómoda mi ropa de cama y ropa interior. Me voy al baño, para una muy relajante ducha.

La ducha fue totalmente magnífica, sirvió para relajarme mas. Cuando salgo del cuarto de baño, veo un cuerpo tendido en la cama. Muy lento me acerco, cuando estoy cerca me doy cuenta que es Nathan que esta profundamente dormido.

Se ve muy relajado. Hasta dormido es muy guapo. El traje que esta usando le queda muy bien, parece modelo de Calvin Klein.

Me acerco más hasta tocar la cama, me agacho hasta su altura, y le quito un mechón que esta sobre su hermosa cara. Lo observo por un momento, hasta que siento que se muevo, me levante mas que rápido, y le alejo de él, por miedo a que se despertara, pero tan solo cambio su posición.

Me acerco nuevamente a el, pero esta vez solo es para sacarle sus zapatos y taparlo con una frazada.

Bajo hacia la cocina en busca de algo para comer, un sándwich es lo que encontré, además de que no tenia tanta hambre.

Después de haber comido busco mi celular, pero recuerdo que lo he dejado en el auto. No tengo ganas de salir a buscarlo, además no moriré sin el.

Entro con cuidado en la habitación, no quiero hacer ruido, y que despierte.

Después de cepillarme los dientes. Me dirijo al lugar vacío de la cama, y me acuesto lentamente y con cuidado.

Una vez cómoda, intento que Morfeo me lleve a la tierra de los sueños. Antes de caer rendida ante el sueño, siento una respiración en mi cuello, me doy vuelta, quedando de frente a Nathan, el esta mirándome y muy cerca, nuestras narices se rozan, sus ojos son realmente hipnotizan-tes.

Pasa su brazo derecho, por mi cintura y me acerca de el, si es que se puede.

-Duerme, pequeña.-Besa mi frente, tiernamente, lo que causa que me sonroje cual tomate, y sonría. Pero el no logra ver mi reacción, ya que estamos a oscuras. La única luz es la de la luna, que entra de la ventana.

Realmente, este hombre es bipolar.

Mis párpados se vuelven pesado lentamente, maldito Morfeo, cuando la cosa se pone buena, el tiene que aparecer y arruinar todo. Antes de que me quede totalmente dormida. Siento que Nate hablá.

-Me empiezas a gustar y eso...

No escucho nada mas ya que he sido secuestrada por el señor de los sueños.
 

Hola espero que disfruten del capítulo.
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Gracias 😊

Un Matrimonio No Deseado-(Terriblemente Pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora