Capítulo 4 - Lucy West

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    —¿Qué pasa? —preguntó Lucy detrás de Connie.
    —No lo sé, pero...¡Lucy no! —dijo Connie. Al ver hacia atrás, nos dimos cuenta que un rayo había atrapado a Lucy y se la había llevado hacia el interior de la nave.
    —¡Ayuda! —gritaba Lucy. Después de ser succionada, cayó en una cama dura en incómoda dentro de una prisión de máximo tres metros cuadrados. Sabía que no podía durar ahí mas de unos días.

    Allí estaba ella, sola. Pensaba que ese era su final. Se acostó a pensar, cerro sus ojos y comenzó a soñar. En su profundo sueño, 80 y 100 hombres estaban en una sala gigante, con paredes de color blanco con adornos rojos y plateados, sentados en una mesa redonda... sólo hablando. De repente, Lucy le escuchó a un hombre sentado en una silla más alta que las demás decir "Lucy...". Su sueño cambió de escenario y en él apareció ella, en el mismo lugar en el que Lucy estaba durmiendo y mismo hombre que pronunció su nombre caminando por el pasillo frente a su celda, mientras que él se ajustaba la corbata.
    Lucy despertó, abrió sus ojos, observó lo que estaba en frente de ella y pensó "Espera un segundo... este es el mismo pasillo de mi sueño".
    Era muy escalofriante para ella. Ni siquiera se había volteado y ya había soñado con el pasillo frente a ella. De repente, el mismo hombre del sueño pasó por el pasillo, e hizo lo mismo que Lucy soñó.
    —¡Oye tú! —dijo Lucy—, ¿qué estoy haciendo aquí?
    —Tonta niña, ni siquiera sabe el fenómeno que es.
    —Tu no tienes derecho a hablarme de esa manera —contestó enojada.
    —Si lo tengo, verás, yo creé los derechos, y puedo hacer lo que me de la gana por ello, ahora, haz un favor al universo y púdrete en esa celda —dijo alejándose con cierto aire confiado.
    Lucy se sentía perdida, perturbada y solitaria. Solo llevaba 3 minutos allí y creía que ya no podía hacer nada. Se recostó otra vez en la incómoda cama a la esquina de la celda y cerro sus ojos lentamente, queriendo que lo anterior pasara otra vez. Después de unos minutos de fracaso, lo logró, esta vez era...¿Un ataque? Eran soldados de la nave con pistolas, atacando a los hombres en masa redonda.
    Uno de los soldados se quitó el casco y Lucy notó que esa era una cara conocida, pero se veía muy borroso... Necesitaba concentrarse. Cerró los ojos con aún más fuerza y sintió una tremenda alegría ¡Era Tanner! Lucy no estaba muy segura de lo que sucedía, pero esta vez si estaba segura que vendrían a rescatarla.
    Esperó y esperó hasta que unos fuertes ruidos se escucharon y se emocionó. De repente vino el hombre que le había hablado antes a Lucy y dijo "Tu vendrás conmigo".
    —¡AAAHG!¡SUÉLTAME! —gritó Lucy mientras que era secuestrada... otra vez.

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Mientras que Lucy
estaba en la jaula...
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    —Tenemos que recuperarla —dijo Tanner muy enojado.
    —Pero primero necesitamos hacer un plan —dije.
    —Tengo una idea —exclamó Connie con emoción y un tono agudo—. Que tal si fingimos ser senadores del mundo y descubrimos sus planes.
    —Ya se por qué perdiste Ciencias Sociales —dijo Blake

    —O, podríamos hacer algún plan que de verdad sea útil —dije entre risad—. Tanner tomará los uniformes de unos soldados y los usaremos como disfraces, después nos vamos a escabullir al centro de control y sacaremos a Lucy, descubriendo por qué somos tan especiales. Vamos —dije, avanzando al área de comidas, en donde los soldados estaban tomando su descanso. Vimos un grupo de cuatro soldados y Tanner fue por sus uniformes. Noqueó a los soldados y los escondió en el armario de limpieza.
 

  —Esto me queda demasiado grande —dije, al ser la más pequeña antes que Lucy.
    —¿Cambiamos? —preguntó Blake con un traje... de mi talla.
    Después de los casi 5 minutos para quitarle el uniforme a Blake, nos pusimos en marcha y nos dirigimos a un mapa.
    —Pareciera que alguien que vivió hace millones de años hubiera escrito eso —dijo Connie al ver ese mapa, el cual era el más complejo que habíamos visto en nuestras vidas.
    Había un triangulo... un circulo... definitivamente no se sabía lo que estaba escrito en esa cosa.
    —Yo lo entiendo —dijo Blake repentinamente—. Los cuadrados son los lugares de reposo, en éste caso son las recamaras para los soldados, los triángulos son los puntos de retención, en este caso solo hay una jaula, los círculos significan lugares importantes, en éste caso es el centro de mando.
    Lo miramos sospechosamente. ¿Cómo sabía qué era todo eso?
    —¿Qué?¿no puedo jugar videojuegos?
    Sin pensarlo, lo empezamos a seguir. Estuvimos dando muchísimas vueltas por todo el edificio, hasta que llegamos a nuestro destino. Entramos al centro de mando tumbando la puerta disimuladamente.
    —¡Es un ataque! —dijo Blake, como si fuera parte del ejército —Y nosotros lo haremos... ¡jaja!
    Empezamos a luchar. Connie tenía un arma muy pesada, entonces no la podía usar bien. Repentinamente, un hombre gordo y muy alto cogió un cuchillo y lo dirigió hacia ella. Cogí mi arma y le disparé en los brazos y piernas, dejándolo levemente herido, porque cuando me di cuenta, eran dardos tranquilizantes.
    No sabía lo que hacía. Todos mis movimientos eran tan automáticos e intuitivos, que parecía una pluma movida por el aire. Estaba atacando a unos hombres, pero era muy difícil, ya que todos venían hacia mí creyendo que yo era la más débil de todos... aunque en realidad Blake era el mas débil. Tanner vino a ayudarme con todos esos casi 30 hombres
    —¡Cuidado! —dije al ver que Tanner empezaba a luchar... y me di cuenta que estaba usando su habilidad para luchar, entonces no me preocupé.
    —¡Ayuda! —exclamó Blake al ser atacado por hombres que estaban saltando sobre el para que no se moviera. Connie me hizo un gesto de aprobación con la cabeza y solo con eso ya sabía lo que quería hacer.
    Fuimos hacia ese montón de 17 hombres y quedaron todos inconscientes en el piso. De repente Tanner me tomó en sus brazos y me sonrojé, no pensaba que eso fuera posible en la vida real.
    —Fuerte ¿eh? —dijo Connie. Me había estado torturando todos los días desde que nos conocimos con eso, ya que pensaba que yo estaba enamorada de él. Siempre me decía "Inteligente ¿eh?" o también "Lindo ¿eh?"
    —¿Q-qué estás haciendo? —dije un poquito nerviosa. Íbamos hacia un pasillo oscuro con una pequeña jaula en medio de el. Había un hombre junto a la jaula y se estaba llevando algo... muy pesado.
    —Ese hombre de allá... matará a mi hermana.

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