capitulo 5

224 11 0
                                    

Capítulo 5

La puesta de sol y las luces de la ciudad extendiéndose por el horizonte, el olor de la cena flotando en el aire. A estas horas el aire de la calle es más nostálgico, aunque tiene algo especial. En momentos como este Cloe recordaba su infancia, su nana ya fallecida, los árboles en los que jugaba, sus amigos… recuerdos del pasado que nunca volverán.

Se escondía debajo de la capucha de su chamarra. Decido levantar la vista un segundo, y de pronto se dio cuenta de en donde se encontraba… su casa. Por más que quisiera no paraba de ver el que era su hogar. Seguro sus padres seguían ocupados fingiendo algo que no eran, ocupados en sus negocios que siempre ocuparon un lugar preferencial.

—Nana, ¿Por qué mis padres no vinieron a mi presentación de hoy? —preguntaba la niña 7 años que traía el vestido de la bella durmiente.

—Mi dulce niña, ya te dije que ellos tienen cosas que hacer. —le respondió su nana ya mayor, ¿y cómo no? Si la nana ya llevaba dos generaciones cuidando de los Rumsfeld.

—Lo que pasa es que ellos no me quieren.

Su nana se inclinó para poder verla mejor y le acuno la carita en sus manos. —Ellos te quieren muchísimo, solo trabajan para que tú tengas todo lo que necesitas.

—Pero si yo lo único que necesito es que ellos estén.

—Mi niña, a veces no podemos tener lo que deseamos… la vida suele ser así.

La niña inflo sus cachetes, haciendo su acostumbrado puchero. Su nana se rio por aquella actitud y siguieron caminando hacia su hogar… si es que a esa casa se le podía llamar así.

La única que siempre estuvo a su lado fue su nana, Ofelia… era la única a la que verdaderamente extrañaba. Tan solo si fuera una simple mortal hubiera muerto y descansado eternamente y tal vez se hubiera reencontrado con su querida nana.

Deseaba no sentir, no sentir nada en absoluto. Deseaba con todas sus fuerzas que todo esto fuese un mal sueño… viendo bien su casa y recordando el tormentoso pasado, no sabía que era peor… tener todos esos sentimientos ahogándola o ahogándose en su vida llena de pretensiones, donde el dinero maquilla lo monstruosos que pueden llegar a ser.

¿Fingir algo que no es solo por los demás? o ¿retar al mundo con la persona que realmente era?

¿Los demás o ella?

Todo se limitó a eso… ser egoísta o velar por los demás.

En el mismo momento que reflexiono sobre todo eso, llego a inundarla una fuerza incomprendida. Tenía que salir de este mundo, solo tenía que aguantar, eso sin duda iba a costar muy caro pero hoy más que nunca se dio cuenta que necesitaba cumplir su legado, su gran objetivo.

Pensó en todo lo que iba a hacer a lo largo del tiempo que habitaría la tierra.

De pronto alguien interrumpió sus pensamientos… Justin, el hermano pequeño de Evaristo, estaba corriendo con algo en el brazo. Él corría mirando que nadie lo siguiera y fue así que choco con Cloe.

—¿Estas bien? —le pregunto mientras le ayuda a pararse, y vio que lo que traía era un gorro que ella se había olvidado en casa de Evaristo, pero cuando fue por ella vio a Evaristo y Justin estaban peleando porque el pequeño se quería quedar con la gorra y fue así como él se la quedo.

Angel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora