capitulo 14

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Cloe despertó y fue directo hacia la cocina por un desayuno antes que Kendrick lograra rebasar con todo… para su sorpresa él ya estaba en la cocina con el desayuno preparado y súper calmado, hasta parecía que lo habían cambiado por alguien más. Lo miro con el ceño fruncido mientras se sentaba en la barra de la cocina.

—¿Qué onda contigo? —dijo agraria al muchacho que e sirvió un gran desayudo.

Él le sonrió y se sentó cerca de ella pero en el lado opuesto de la barra.

—¿Qué? No puedo tener una buena mañana —dijo con una sonrisa y mordiendo a su tostada ya con su mermelada y mantequilla.

—Okaaay… pero eso es raro… —le señalo su desayuno con el mentón— tienes que admitirlo.

—Lo admito…. —le mostro su sonrisa de galán— pero si no lo quieres, me lo comeré yo.

—Nunca dije que no iba a comer tu desayuno —empezó con la ensalada de frutas—, pero me tienes que contar porque es tan endemoniadamente feliz —lo reto levantando una ceja divertida.

Él se limitó a soltar una risa fresca y siguió comiendo su comida sacudiendo un poco los hombros. En ese momento lo adivino. Sus alas estaban completamente curadas, por un instante se imaginó fracturando su espalda con una gran barra de madera, desecho esa idea al instante y le mostro una gran sonrisa y casi honesta.

—Genial… me podrás llevar a todos los lugares que quiero volando.

—Ya quisieras… —dijo entre terminaba de mascar el ultimo pedazo de su tostada—. No eres nada liviana y además, esto —señalo su espalda— solo significa que tendré que patrullar en las noches.

—Ufa… no pues que sufrido —le sonrió en medio reto— pero tienes alas… no solo un tatuaje que te quema cada que haces algo incorrecto.

—Te lo buscaste tu sola mi reina. Ademásquémás da, estarás con los grandes si tan solo te aplicas niña..

—Cállate, me estresas… quemás da y tal vez me quede como ángel caído…

—Si… si… cuanta diversión, tienes que cumplir tus metas y regresar a tu pedestal. Tu ascendencia acareara una gran cantidad de personas reales para que se nos unan… los ángelescaídos como yo podremos regresar sin deber nada —le apunto con el tenedor hablando enserio— no tienes idea lo que significaría que tu cumplas con tu misión.

Ella frustrada se levantó poniendo sus ojos en blanco se dirigió a su cuarto maltratando la puerta y cambiándose rápidamente con lo que encontró.

Jaden iba saliendo abrochando los botones de su muñeca, mirando sin mucho interés el dormitorio de Cloe y se fue hacia la cocina donde ya le esperaba su bandeja de desayuno, el le sonrió y le agradeció el hecho que le sorprendió. Se quedaron hablando interrumpidos por otro portazo de Cloe anunciando que había salido.

Un día nubloso estaba a la vista de la pequeña morena que soltando un soplido hacia su frente haciendo que se levantara un poco el cerquillo. Estaba vestida de con una chaqueta un tanto ancha gris y unos pantalones negros un tanto ajustados y debajo de su chaqueta una polera militar. Su pelo creando un cuadro de su cara. Caminaba sin rumbo.

Sin darse cuenta sus piernas la dirigieron hacia el límite del condado. Estaba desierto y se sentó en una roca poniendo su cara entre sus manos. La presión, la lógica del futuro caía en ella y no sabía que hacer... no sabía que quería realmente.

Pateo un pedazo de tierra y vio a un auto acercándose. Estaba lejos pero había algo en aquel auto que le llamaba en extremo la curiosidad.

Miro fijamente la carretera viendo a un sonda azul acercarse, cada vez a mayor velocidad, una música de metállica se escucha en el auto y la paso sin siquiera permitir que ella lo mirara bien. Camino de nuevo siguiendo al auto, sabia donde se dirigía. Al menos si era un extranjero, solo había un hotel en todo el condado, a no ser que sea un pariente de alguno del condado, cosa que sería muy rara.

Angel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora