(E) 4 Demonios

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AVISO
ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DE VIOLENCIA QUE PUEDEN RESULTAR PERTURBADORAS

Desperté al tiempo en el alba se hacía presente, mientras miraba al techo adormilada prestando ateción a mi alrededor, me detuve un momento a pensar en cómo todo este desastre me dió una utilidad, si nada de esto sobre los caminantes hubiera sucedido no tengo idea de qué estaría haciendo con mi vida. En realidad nunca me lo había cuestionado, no había sentido la necesidad de hacerlo, tengo entendido que la gente normal vive una vida interesante, se enamoran entre ellos, estudian en universidades, trabajan cada día, o al menos eso hacían hasta que comenzaron a comerse unos a otros; muchas dudas me recorren la cabeza y no podía si quiera darles una estructura, ¿es así como se siente ser humano? que deprimente.

Dejando de lado mi razonamiento espontáneo de la mañana me levanté un poco adolorida, tuve un pequeño recuerdo a los tiempos en que solía entrenar por muchas horas, el cuerpo me dolía aún peor. Me dirigí hacia el tocador, no esperaba que hubiera algo de agua para tomar una ducha pero al menos quería mirarme al espejo por primera vez luego de varios meses.

Ahí estaba yo, de cuerpo delgado tonificado por mi entrenamiento aunque se me notaba la pérdida de peso por la última intervención; mi piel morena clara había palidecido bastante, no me reconocí, sentí un nudo en el estómago y mi corazón se sobresaltó un poco, me veía muy diferente a como me recordaba, el color de mis labios había cambiado de rosa claro a un tono mas oscuro; mi cabello había crecido, el rojo sangre que comenzaba por mi cintura brillaba con la luz, al igual que mis raíces azules en un tono turquesa, el resto de color entre estos era un negro muy oscuro, sin duda era un completo espécimen. Luego de observarme por unos minutos, me di cuenta de lo tranquila que estaba en este lugar; la cabaña, aunque pequeña, era bastante acogedora, por lo que decidí quedarme por unos días a descansar y recuperar fuerzas, esperaba no arrepentirme.

[...] 

Los días avanzaron con cierta tranquilidad pero de forma rápida, ya era hora de dejar este refugio y continuar con mi búsqueda, me sentía un poco mejor y, sinceramente, estaba aburrida de pasar tanto tiempo a solas, extrañaba a mis amigos, incluso me había preguntado en varias ocasiones qué había pasado con Daryl y su grupo.

Saliendo por la puerta principal con mis pertenencias en su lugar, conforme oscurecía y me alejaba de la cabaña, escuché un disparo que provenía de la granja de Hershel, corrí lo mas rápido que pude, mientras me acercaba al terreno escuché muchos más disparos, fui muy lenta. Para cuando llegue era demasiado tarde, la granja estaba llena de caminantes, el granero se incendiaba, no había rastro del grupo de humanos. En una parte del camino me encontré con el cuerpo de Shane, me sorprendí al encontrarlo, tenía una herida de bala en la cabeza y puñaladas en el torso.

Sólo se me ocurría un lugar donde podrían haber ido, la cantera donde los había visto por primera vez, de inmediato me encaminé hasta el lugar. Afortunadamente los encontré, como ya era mi costumbre me oculté lo mejor que pude entre árboles y maleza para escuchar sus planes y observarlos de cerca. Los primeros en llegar habían sido Rick, su hijo y Hershel, quienes estaban preocupados por el resto de grupo, se quedaron unos minutos esperando, Hershel le insistió a Rick que se fuera con el pequeño pero decidieron quedarse juntos. Unos minutos después llegó el resto de los humanos y tuvo lugar un reencuentro de familiares, decidieron ir a algún otro lugar, supongo que tratarían de alejarse y encontrar algo en donde dormir tranquilamente. Se fueron, luego de un momento cuando los sentí lo suficientemente lejos, los seguí cuidadosamente  a través del bosque, al menos podía escucharlos hablar.

The Lost Souls (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora