Capítulo 2. El chico de los ojos azules.

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Niña estúpida- escupe con desagrado y me suelta dejándome ahí congelada, su mirada sigue grabada en mi mente es como si no pudiera borrarla, y es que al mirarnos sentí un choque eléctrico y se que el tambien, parpadeo unas cuantas veces aturdida por el sonido de una motocicleta, es el, esta sobre ella y mirándome con impaciencia.-¿Vas a subir o que?-pregunta y mas rápido de lo que me gustaría admitir mis piernas responden avanzando hasta el ¡No! ¿Que haces Julieta? Es un desconocido y estas subiendo a su motocicleta, trato de regañarme mentalmente pero aun asi ya estoy arriba y el me da el casco, me lo pongo y entonces me da indicaciones-Solo abrázame por la cintura fuerte-dice y esas palabras suenan como a algo prometedor, como si quisiera que lo abrazara y nunca lo soltase. Hago lo que me pide y se pone en marcha, en menos de lo que puedo decir estamos afuera del complejo de apartamentos donde vivo, sigo algo sorprendida pero esta vez es su aroma lo que esta aturdiendo mis ideas, se baja hábilmente y luego me toma por la cintura bajándome, wow, si me trajo a casa y no me secuestro,una risita leve escapa de mis labios por el alivio. ¿Que sucede dulzura?-pregunta mientras me quita el casco y en un gesto amable acomoda mi cabello haciéndome estremecer. Nada-susurro mirandolo a los ojos y el aparta la mirada en seguida- Gracias-es lo único que atino a decir pues me extraña aquel gesto. Ve adentro-ordena como si me conociera de toda la vida y yo obedezco de lo mas normal, camino hasta la puerta del edificio y el me observa recargado en su motocicleta -Adentro niña-sonrió para mi misma y entro a la recepción, escucho la motocicleta encenderse y luego como avanza, camino hasta el buzón que corresponde a mi apartamento y lo reviso sacando algunos sobres de deudas que tengo con el estado, entonces me detengo...

Mi corazón late a mil y estoy algo asustada, me da un bajón de adrenalina y me encuentro leyendo mi dirección en uno de los sobres una y otra vez.

"Tu no le diste tu dirección, no es que ¿Como carajos lo supo?" Me digo mentalmente nerviosa y niego sin lograr llegar a alguna conclusión.

Camino pesadamente subiendo las escaleras sintiendo aun su mirada en mi, esta noche si que fue diferente, mecánicamente meto la llave al cerrojo de mi apartamento y abro entrando en el, me quito la chaqueta y la acomodo en dl sofá, tengo hambre pero el sueño es más grande asi que entro a mi habitación y con el uniforme del trabajo puesto me dejo caer sobre la cama... Que día.

Abro los ojos de golpe asustada, la habitación esta a oscuras y no logro ver mas que la luz que entra por la ventana, entonces ya mejor orientada me doy cuenta de que fue lo que me despertó, son gritos, por inercia miro el reloj junto a mi cama 2:40 am, el corazón me da un vuelco pero entonces reconozco la voz que grita, es Mike... Mi hermano, y esta buscándome, a pesar de que grita con desespero yo me siento feliz de que este cerca, me siento en la cama y me dispongo a levantarme cuando entonces se abre la puerta y entra encendiendo la luz observándome como si yo no debiera estar allí.

Pulga-dice con necesidad y se lanza a mi abrazándome fuerte besando mi cabello-Estas aquí y-me aparta un segundo y me mira-¿Estas bien?-atino a asentir mirándolo a los ojos, es que de verdad estaba lleno de miedo pero eso se desvanece poco a poco mientras me mira. -Necesito que me digas como volviste a casa después del trabajo. -dice agitado y se sienta junto a mi

En motocicleta -digo recordando al chico de los ojos azules y esa sonrisa encantadora.

Mike se levanto de golpe y gruño negando al mirarme.-¿Como era el imbécil que te trajo? ¿Cuanto llevas viéndolo? ¿Por que mierda te habrá traído de verdad como supongo prometió?-me grita observándome lleno de rabia como si yo fuera el chico del que hablamos.-¡Contesta Julieta! Pegue un brinco mirándolo de verdad sorprendida y reacciono- Rubio, ojos azules... Realmente lindo-digo mecánicamente -Claro, lindo físicamente es todo un imbecil.- observo y el asiente compartiendo mi opinión o quizá dándose cuenta que hablamos del mismo hombre.-A penas lo conozco-continue explicándole y Notando como se relaja de a poco pero aun así me doy cuenta que hay un atisbo de confusión en su mirada- lo encontré en un callejón cerca del trabajo, yo iba saliendo y me ofreció traerme, quizá esta mal y lo siento pero aun así no parece un mal.-me interrumpe negando y me mira indicándome que debo callarme de una buena vez.

Serendipia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora