Capitulo 5. Por fin en casa.

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Abrí los ojos al escuchar fuertes golpes en la puerta, parpadee algunas veces tratando de adivinar que pasaba, Oh bien, estaba en casa y para ser específica en mi cama y entonces los recuerdos me golpearon la cara como la brisa de las noches oscuras.

Debo llevarte a casa- me mira y cierra los ojos asintiendo y es entonces cuando entiendo... El habla de su propia versión de casa, el quiere ponerme a salvo.
 

Por favor-susurre nerviosa sin saber que decir, solo quería que cualquiera que fuese su idea y teniendome cautiva  iba a ser un mal destino para mi- Si te soy sincera no se que quieres de mi pero yo no teng-se acerco y cubrió mi boca para después girar la mirada al pasillo del cual provenían pisadas, era alguno de sus cómplices-

Callate maldita puta, estoy cansado de ti-grito y yo lo mire con los ojos muy abiertos en pánico moviendome rápido tratando de hacer que me soltará, el hombre se acerco a nosotros y río levemente mirandome- Voy a terminar con esto de una buena vez- dice mirando al otro hombre y yo solo comienzo a rezar internamente pues no se que pasara.

¿Llamo a los muchachos?-pregunta aquel hombre y Derek niega inmediatamente.

Solo traeme cuerdas, algo para cubrir su vista y su jodida boca para poder largarme- el otro asiente y camina con rapidez y entonces el me mira, ya estoy llorando y ni siquiera me había dado cuenta-Lo siento, debo hacerlo.-dice y entonces suelta un golpe en mi estomago haciéndome perder el aire y a causa de esto mi vista se torna borrosa así que opto por cerrar los ojos y entonces de pronto no hay nada.

~•Derek•~

En cuanto se desvaneció salí de ahí apresurado y la subí a mi auto recostandola en el asiento trasero, subí al auto y lo encendí para comenzar a conducir con prisa, a toda velocidad atravesando la ciudad, tenia aproximadamente unos 20 minutos antes de que despertara así que me apresure,  no sabia realmente a donde llevarla y mi única buena opción era dejarla en su casa, pero no podía dejarla sola pues al despertar ella entraría en pánico así que pensé y determine lo que haría.

Entre apresurado con ella en mis brazos, al estar ya dentro de su apartamento me detuve un momento y la mire, esta relajada con los labios separados y el cabello alborotado caía por su cara, que preciosa.

La deposite en su cama despacio y tome aire dándole un ultimo vistazo- Adiós, bella durmiente-murmuré y me incline a besar su frente con suavidad en un arranque estúpido, salí apresurado y entonces subí a mi auto para ir a algún teléfono público, logré consiguir el numero de el empresario con el que siempre estaba así que marque y espere-

~•Bastian•~
Era demasiado tarde y me había quedado profundamente dormido entre papeles y fotografías, extrañaba a Julie y estaba poniendo todo de mi para salvarla, llame a todos mis contactos y tenia a media policía de la ciudad buscándola sin descanso día y noche pero no había ni rastro de ella y yo solo podía temer lo peor.
El teléfono sonó despertándome abruptamente y conteste enseguida y sin pausas rogando por que fueran noticias sobre mi flaca.

Bástian-dije indicando que había tomado la llamada y espere a que la otra persona hablara.

Si la quieres en su camita durmiendo necesito que sigas mis instrucciones- hablo aquella voz por la bocina y mi piel se erizo reconociéndolo en seguida, era el imbécil que llamo zorra  a Julie aquel día, el de los ojos azules

Bien, habla-respondi tratando de sonar profesional, frío y calculador.

Luego de un rato me encontraba en aquel callejón con una maleta de dinero y respire repasando mentalmente sus palabras "Llevaras 500 mil en una bolsa y los dejaras en el callejón que esta a tres calles de la casa de tu doncella, después necesito que te largues lo mas rápido posible y vayas a su casa ella estará ahí." Baje la maleta despacio y luego salí corriendo de ahí apresurado, cuando menos pude darme cuenta estaba subiendo agitado las escaleras del edificio donde vivia Julie y toque la puerta con desesperación, vamos flaca abre esa jodida puerta y muestrame que estas bien.

Gordo-la escuche, estaba ahí, frente a mi tan pequeña y delgada, tan frágil.
Juls-solte y me lance a abrazarla con fuerza y ella correspondió haciéndome querer llorar, estaba viva y por lo que pude ver, completa.

Estoy bien, ya paso-susurro acariciando mi espalda y me sentí tan tonto en ese momento, ella acababa de ser secuestrada y estaba ahí consolandome y diciéndome que todo estaría bien.

¿Te hicieron algo? ¿Denunciamos?-pregunte desesperado y ella solo negó, siendo fuerte, un dulce pequeño pero muy fuerte.

Ya te dije que estoy bien, tranquilo gordito-susurro abrazándome con suavidad y luego me soltó.

*1 semana mas tarde*
~•Julieta•~

Debo confesarlo y aunque suene extraño, le agradezco, agradezco lo que hizo pues realmente ahora me convierte en una persona especial.
Miércoles, 9 am y yo caminaba por las calles frías de San Francisco, estaba bien abrigada y me sentía feliz y tranquila.
Era el único día libre que tenia en el empleo y esta vez acababa de recibir mi paga, por el poco dinero que gano ir a comprar un vaso de té de frutos rojos era un lujo y estaba a punto de dármelo.

Entre a la tienda haciendo sonar la campanita y camine hasta el mostrador.
Hola, ¿Puedes servirme un Té de frutos rojos?-pregunte observando a la chica detrás del mostrador la cual asintió amable y me anuncio el precio, metí la mano a mi bolsillo y entonces no encontré el dinero, le Sonreí apenada y busque en mi otro bolsillo ¡Mierda! No traía el dinero ¿como pude ser tan tonta?, tome aire y mire a la chica-Lo siento, es que supongo lo tire en la calle, cancela la orden -estas palabras me dolieron realmente, disfruto de los pequeños placeres que esta vida puede darme y para mi mala fortuna no puedo si quiera pagar para disfrutar de un buen té, suspire con decepción y me dispuse a girarme para salir cuando entonces escuche.

Dale el té, y daselo grande-me gire sorprendida, era su voz y lo supe pues sentí mi piel erizarse enseguida-
Derek-dije mirándolo como si de un fantasma se tratase, ¡tonta! Di algo más.-No, no es necesario yo... Ya no tengo ganas de beberlo.

Por dios, ¿de verdad crees que me voy a tragar ese cuento?- pregunto riendo y miro a la chica-Un expresso para mi y el té que pidió ella- ordeno y enseguida recibió su orden luego de pagar en efectivo, me entrego mi te.-

Gracias-Susurre algo nerviosa y el solo soltó una risa algo amarga-
Si hubiera querido matarte ya lo habría hecho, pero no es lo que quiero-Hablo firme y en voz baja tomándome del brazo y dirigiéndome a una mesa-Solo quiero hablar contigo-dijo sonriendome y acepte sentándome y luego el hizo lo mismo- No puedo hacerte daño-solto luego de algunos minutos jugando con el vaso de su café y levante la mirada sosteniendo la suya- No sólo no puedo hacerte daño, tampoco puedo sacarte de mi mente y ya no se que hacer-Lucia vulnerable y entonces tome aire para poder hablar.

Tampoco puedo sacarte de mi mente-confese y observe el brillo en sus ojos, como si dentro de el la oscuridad y la luz estuvieran librando una batalla, tomo mi mano y mi corazón se acelero y apuesto a que mis mejillas se sonrojaron pues el soltó una sonrisa amplia, como si jamas hubiera visto algo mas hermoso.

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⏰ Última actualización: Sep 12, 2016 ⏰

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