Toda la semana la pasó pensando en Minho, en si lo denunciaría o haría algo contra él. Contrató a un investigador privado para que lo siguiera. Necesitaba estar tranquilo y saber cada uno de sus movimientos. Jamás se había sentido tan bien anímicamente. Era como si después de atacar a Minho su vida tomara un camino distinto y mucho más placentero que el que tenía. Ahora había algo en que pensar , algo en lo cual entretenerse y lo mejor de esto era que lo disfrutaba , su corazón se aceleraba cada que veía las fotos de él saliendo del hospital , como fue desapareciendo aquel moretón en la cara . Cuando salía de su trabajo los fines de semana y hasta tenia fotos de su espectáculo. Conocía mejor a Minho ahora que le habían entregado toda su vida en papel. Huérfano de padres por un accidente automovilístico, sus tíos que lo criaron fallecieron cuando él tenía 15 años y a partir de ahí se valió por sí mismo. No tenía muchos amigos y los dos que podrían llamarse sus amigos vivían en Londres .Jonghyun y Key, un cantante de bares y un diseñador de interiores, pareja desde hace 10 años. – Los enfermos se juntan con gente más enferma – pensó Taemin.
La comida favorita, sus gustos de música, todo sabía de él. Había muchas cosas en común pero su miedo, asco y toda aquella basura que le metieron en la cabeza sobre la homosexualidad estaba como tatuada en su mente. No podía dejarla así como así, sufría demasiado al sentir todos esos sentimientos hacia un hombre y se maldecía una y otra vez por creer que estaba enfermando o defraudar a sus padres. Al grandioso Taemin no podría gustarle un hombre, eso jamás pasaría. Estaba pasando por una etapa entre la aceptación y la aversión. Todo lo que sentía era culpa de Minho, sí, era su culpa por hacerlo sentir de esa manera tan asquerosa, tan repugnante. Pero aun así quería volver a verlo, quería volver a sentirlo, quería sentir aquella indescriptible sensación de sentirse pleno.
Mientras el debate en su cabeza entre sus sentimientos y la estúpida lógica se daban paso. Se metió a bañar y se arregló como si tuviera una cita. Busco entre toda su ropa y no encontraba algo decente, según él. Parecía una niña en su primera cita, pero esto jamás lo admitiría. Por fin encontró unos jeans negros que parecieran que era su segunda piel, con unas aberturas en las rodillas y varios cortes en los muslos dejando ver su piel nívea y tersa, una playera blanca holgada que dejaba ver su clavícula recta y perfecta, una chamarra de piel negra con cierres, tenis negros con líneas blancas y una gorra negra con tres argollas al frente. Se sentía muy bien, varonil y estaba emocionado y a la vez asustado por la reacción de Minho. Camino hacia el hospital escuchando música a todo volumen, su cabeza trabajaba a mil por hora y una gota de sudor resbalo desde su frente. No estaba caluroso esa noche, de hecho la noche era muy fresca, casi invernal. Pero Taemin sudaba como si estuviera en la sauna. Los nervios, el miedo todo se juntaba en una mueca. Odiaba sentirse así pero necesitaba estar seguro de lo que haría.
Sabía perfectamente que Minho salía a las doce con treinta, pasaba al comedor a comprar un café, se iba a los vestidores, se cambiaba de ropa, tomaba su mochila y salía alrededor de la una por la salida del personal del hospital. No tenía auto y su casa estaba a unos cuantos kilómetros, así que caminaba por la calle principal hasta llegar a un SEVEN y ahí daba vuelta, caminaba dos casas y subía a su departamento.
Taemin se sabía el recorrido de memoria , siempre la misma rutina a excepción de una vez a la semana que era su día de descanso , ese día se levantaba alrededor de las doce del día , salía a correr , compraba comida y regresaba a darse una ducha ver películas o jugar videojuegos . A veces tenía llamadas de Key o de Jonghyun. Dormía un rato más y salía a trabajar de nuevo.
Para Taemin era una rutina sumamente aburrida, el trabajo de Minho le parecía aburrido pero afortunadamente por ello pudo saber su rutina diaria.
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El infierno en tus ojos
FanfictionLa historia de Taemin , un chico homofóbico que terminó por enamorarse perdidamente de Minho. Sí , un hombre .