Capitulo<26><Yuno te mintio>

11 2 0
                                    


Dos días Después.

Narra Noah.

Estaba compartiendo con el pequeño Eduardo algunas golosinas mientras esperábamos que llegara Sofía para darle su baño.

—El hombre araña...Está enamorado de ti.—Dijo mirando al muñeco.

Reí.

—Ah sí.—Rei— ¿Y cómo lo sabes?.—Pregunte.

—El me lo dijo...Dijo que tu cabello es parecido al de Mary jean—Dijo el pequeño.

—Dile al hombre araña...Que Mary jane se pondrá celosa.—Rei.

—Se... lo he dicho pero él no entiende.—Se cruzo de brazos.

La puerta de la habitación se abrió dejando ver a Sofía.

—¿Quien no entiende qué?.—Pregunto.

—El hombre araña...no entiende que Mary jane se pondrá celosa si, sigue enamorado de Noah.—Dijo hablándole al muñeco.

Sofia se acerco a Eduardo.

—Te toca tu baño.—Dijo Sofía.

—Está bien...—Se volvió hacia mi—Dejare al hombre araña en la gaveta así no te mira..No quiero que se enamore de ti—Dijo asiéndome reír.

—Está bien pequeño.—Reí—Ve anda a bañarte.

Escuchaba al niño gritar desde el baño "Soy el hombre araña" "Mira mi telaraña" .

Espere hasta que el niño salió con la pijama del hombre araña que le regale.

—Me encanta mi pijama.—Dijo Feliz.

—Me alegra saberlo.—Sonrei satisfecha.

—Gracias por todo lo que haces.—Dijo sofia.

—Lo hago porque le he tomado cariño.

—Bien pequeño.—Me agache a su altura—Me tengo que ir espero verte luego.—Dije dándole un beso en la frente.

—Adios Noah...—Dijo el pequeño.

Me despedí y me fui directo a casa, cene y me recosté en la sala encendí la televisión, con todo lo había pasado me perdí mi serie favorita durante varias semanas.

—¿Cuándo llegaste?.—Pregunto paulina.

—Hace rato.

—Quería decirte que quisiera irme por unas semanas a Australia.

Me quede un rato mirando su rostro palido y asenti.

—Oh está bien...te daré el dinero ¿Con quién iras?.—Pregunte.

—Pienso ir con Kari una antigua amiga.

—Bien está bien, te dejare un cheque mañana por la mañana.

El ring de mi teléfono me asusto mí el nombre de Lucy en la pantalla.

—Hola.—Salude.

—¿Cómo estás?.—Pregunto.

—La verdad no dejo de pensar en el.

El timbre de la casa sonó.

—Espera iré a ver quién es.—Dije caminando hasta la puerta.

¿Qué hacia ella en mi casa?.

—Te llamo luego.—Dije colgando.

—Alisa...—Dije no muy contenta.

Su rostro lucia triste y cansando, se veia a la vez contenta de verme.

—Se que la última vez que nos vimos fue desagradable y me porte como idiota..Pero he venido a contarte la verdad.—Dijo preocupada.

No entendía nada.

—Está bien pasa.—caminamos hasta el mueble.—Siéntate.—Dije señalando el mueble.

Se quedo un rato mirando a la nada y luego me miro.

—Yuno te mintió.—Dijo suspirando.

Mi corazón latía rápido.

—¿Qué? ¿De qué hablas?.—Pregunte asustada.

—Necesito que seas fuerte para lo que te voy a decir.

Asentí.

Poco a poco sus ojos se fueron humedeciendo, el labio le temblaba y no dejaba de respirar cortadamente.

—Yuno te mintió si se fue a corea, se fue porque...—Su voz se quebró—Tiene Leucemia Noah y lamentablemente...morirá.—Dijo llorando.

Mi cuerpo comenzó a temblar, mis músculos se tensaron, comencé a llorar no podía ser real, no mi Yuno no él.

—¡NO!—Grite—¡No! ¡No te creo!—Dije cayendo al suelo.

Alisa me observo desde el mueble, estábamos las dos destrozadas, llorando.

—El te mintió no quería herirte...he invento todo esa farsa, el te necesita. He venido a decirte la verdad porque quiero que él sea feliz los últimos días de su vida y sé que tu eres su felicidad no yo—Dijo ayudándome a levantarme.—El trato de protegerte, pero lo que ha hecho es hacerlos sufrir a los dos.

Me senté con pocas fuerzas de nuevo en el mueble, sin aun creerlo, negando todo lo que ella me decía.

—Debió habérmelo dicho...ahora entiendo porque todo fue tan extraño.

Suspire.

—Por favor Noah viaja conmigo a corea, quiero que el este feliz y si me perdonas podríamos ser amigas.—Suplico.

¡Por supuesto que iria!

Mi yuno.

—Está bien tenemos que irnos lo más pronto posible.

—Mañana nos iremos.

—Gracias.—La abrace—Gracias por decírmelo, claro que acepto.

La abrace débilmente, no tenia fuerzas, no podía asimilarlo.

El timbre sonó y nos separamos.

—Sera mejor que me vaya, mañana a las diez en el aeropuerto tratare de llamar a un amigo para que nos guarde los boletos.

—De verdad gracias por decirme.—Dije agradecida.

Abrí la puerta dejando ver a Lucy se le lanzo encima a Alisa.

—Espera...—Dije apartándola.

Le conté todo rápidamente Lucy quedo en shock.

—¿Entonces te irás mañana?.—Pregunto.

—Si nos iremos, tu también iras sí  quieres ir .

—Tengo que estar para ti.—Dijo casi haciéndome llorar.

—¿Entonces reservo 3 boletos?.—Pregunto Alisa.

—Está bien, entonces nos vemos mañana a las diez en el aeropuerto.—Susurre.

—Está bien...buenas noches.

—Gracias.—Camine hasta la puerta y me despedí de ella.

Regrese a la sala de mi casa.

—Tenemos que hacer las maletas.—Suspire—Le diré a leo que te lleve y te traiga de regreso a mi casa.—Finalice.

—Está bien, nos vemos en una hora.

Cuando lucy se fue, me quede a oscuras llorando en mi habitación, no podía contenerme, no podía ¡Dios mio! ¿Que clase de prueba era esta?. No pudia ser esto real, no quería que el se fuera, no el. Le rogué a Dios una y otra vez para que no me lo quitara, para que me lo dejara un poco mas, ¿Como viviría sin el?.

Estaba destrozada.


&quot;Querido Yuno&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora