The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]

Capítulo 19. - Temporada II.

¡Excuse, excuse! Solo disfruten el capítulo, es cortito, lo sé, pero podré actualizar más seguido. :3

...

Trap

***Narra Abby***

"Phasmatos Tribum, Nas Veras Ex"... "Phasmatos Tribum, Nas Veras Ex"...

Lentamente la sangre de Hayley sobre el mapa comenzó a moverse a un punto en específico.

- ¡ahí! – Exclamó Bonnie. - Están en... Mystic Falls... -

En Mystic Falls. Mi mente repitió.

- Antes de actuar, debemos tener un plan. – Dije. – Es lo mejor para todos. –

- Abby tiene razón. – Afirmó Stefan. – Pero esta vez, nada debe salir mal, ¿de acuerdo? Ahora no son solo nuestras vidas las que están en peligro, sino las de los futuros descendientes. –

Junto a Hayley asentimos, pero ella lo interrumpió.

- Eso no significa que nos quedaremos aquí a observar, ¿verdad? –

Es tan terca como yo.

- Está bien. – Aceptó resignado Damon. Sabe que conmigo no puede, menos cuando soy tan obstinada con una idea. –

- Entonces... ¿cuál sería nuestro plan? – Preguntó mi mejor amiga. –

Instintivamente todos miramos a Stefan, él es de los planes.

Sonrió de lado, y comenzó a hablar.

...

- Esto no puede fallar. – Advirtió a todos. –

Me crucé de brazos e hice muecas.

- ¿Qué te ocurre pequeña? – Me preguntó Damon. –

- ¿No es obvio? Siempre me tocan las partes más aburridas del plan. – Damon sonrió de lado, como siempre. Se acercó y beso mi frente para responderme. –

- Es solo por tu protección. Recuerda que tu embarazo está más avanzado que el de Hayley. –

- Bien. – No me quedó más opción que acatar las órdenes. –

Los chicos se fueron, no sin antes despedirse de mí y dejar la mansión sellada con un hechizo para que no les sea fácil entrar.

¿Qué haré yo sola en esta enorme mansión y con una psicópata en el sótano?

Claro, intentar evitar sus gritos.

Pero son insoportables, y con mi oído de vampiro, no ayudan demasiado.

- ¿¡Qué quieres, maldita sea, Katherine!? – Grité enojada al bajar al sótano. –

- Cuida tu vocabulario, Abbigaíl. – Dijo en voz baja, burlándose de mí. – Recuerda que ellos escuchan. – Señaló mi vientre al asomarse por las rejas de la puerta. –

Eso me causó escalofríos. Instintivamente toqué mi vientre con mi mano derecha.

- No te asustes, querida. – Giró levemente su cabeza hacia un costado. – Ya pronto todo acabará, y podrás ser libre de mí. –

Fruncí el ceño sin entender.

- Era de esperarse. Eres tan lenta para estas cosas, cariño. – Sonrió irónicamente y se sentó en una banca de la celda. – Marcel no tardará en llegar. Me hubiese encantado salvar a Damon de la trampa, pero si lo hacía, jamás me vendrían a buscar ¿entiendes? – Se pinchó el dedo con un alambre que se encontró en el piso y lamió la sangre que salía de la pequeña herida. –