Capítulo 02. - Temporada II.

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¿Pregnancy?


*NARRA ABBIGAÍL*

¿Damon?, ¿no estaba con ellos?... Si no estaba con el moreno ¿dónde?

Al no poder seguir avanzando en el lujoso descapotable de Rebekah, por lo que decidimos que era mejor bajarse y enfrentar a lo que sea que viniera.

—¿Por qué tapan la pasada? —Rebekah los enfrentó sin miedo, cruzándose de brazos. Yo la seguí en silencio.

Ignoró su pregunta.

—Rebekah... tantos años sin verte —sonrió el moreno con su comentario irónico. Eso hizo enojar más a la rubia. —¿Por qué no presentas a tu nueva amiga? —me señaló con entusiasmo.

—Abbigaíl Smith —rompí el silencio intentando ser lo más cortante posible. —Y supongo que tú debes ser el famoso Marcel.

—¿Le has hablado de mí? —se dirigió a la rubia con un tono de superioridad. —Así es —Rebekah lo observa en silencio. —Bueno señoritas, mis chicos y yo nos iremos, solo veníamos a saludar a la nueva invitada. Un gusto —no dejó de sonreír.

Sin embargo, en un cerrar de ojos desaparecieron todos de nuestra vista.

—¿Qué fue todo eso? —pregunté. Volteé a mirar a la rubia, quién seguía mirando a un punto fijo.

—No lo sé, pero no debemos confiarnos —se dirigió al vehículo. —Con Marcel todo puede pasar. ¿Nos vamos? —asentí y me subí por segunda vez al descapotable.


(...)


Las horas habían pasado demasiado rápidas, por lo que entramos a la casa sin hacer ruidos. La ebriedad hacía lo suyo. Cada quien subió a su habitación para volver a la rutina.

Me detuve frente la puerta de la habitación con una mano en la manilla. Entrar a ella significaba volver sentir el aroma de Damon como cada noche, al igual que ver sus fotos, mensajes y un collar precioso que me dejó la noche en que se desató todo. Finalmente decidí entrar con un nudo en la garganta.

No quería seguir pensando en nada más, por lo que era momento de descansar y conciliar el sueño, cosa que no podía.

Cuarta noche sin poder dormir.

Oía voces en mi cabeza cada día desde que había despertado del "sueño inducido". Aquellas voces en mi cabeza llaman por mi nombre, pero no dicen nada más.


(...)


Los días siguientes pasaron sin novedades, todos los días salíamos a buscar pistas sobre Damon, pero aún no había nada. Elijah había propuesto conversar una tal Davina, pues según él era la bruja idónea para ayudar, y la más poderosa de New Orleans. El honorable quería aprovechar su confianza que le tenía a la chica, por lo que aceptamos.

Cualquiera ayuda era bienvenida.

Anteriormente, Davina había sido la protegida de Marcel, pero por todo lo ocurrido últimamente en la ciudad, ella no estaba de acuerdo que el moreno estuviera del bando de Niklaus, por lo que Elijah aprovechó aquella oportunidad, convenciéndola Era inteligente.

Por otro lado, Caroline y Stefan, se habían vuelto un gran apoyo emocional para mí. Me ayudaron a controlar las ansias de beber sangre humana y a utilizar mis habilidades de vampiro. Si se preguntan, sí. Estoy dentro de la dieta estricta de Stefan.

The Secret; Hereje [2] | Damon Salvatore [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora