Dos siglos largos y pesados. Dos siglos en donde la soledad empieza a hacer mella en mi vida, o ¿en mi muerte?... Aún recuerdo cuando aquel hombre me transformó, era una fría noche en los cárpatos en Rumania, una zona plagada de tradiciones e invenciones fantasiosas de campesinos ignorantes. Una zona llena de supersticiones y ritos cristianos muy tontos, donde la creencia de seres fantasiosos se mezclaba con curas "milagrosas" y artilugios para ahuyentar al diablo o a los vampiros, lo cual todo eso lo consideraba supercherías, nunca fui creyente, nunca lo seré...
Mi amada Rumania lugar del oso pardo, del lobo europeo que aulla imponente en las noches cantando una balada tan triste a su amada luna, también de vez en cuando podrías ver algún lince dispuesto a atacar el ganado y las ovejas.
Esa noche gélida yo había salido de paseo con mis amigos a beber en la taberna. Era el siglo diecinueve, así que hablo de una era en donde los ricos nos movilizabamos en lujosas carrosas, o a caballo y los pobres... A pie o en burro.
Salía del bar algo ebrio, dispuesto a follar con algúna cortesana, cuando el me vio...
Yo nunca sentí su presencia, solo pude reaccionar cuando de un solo mordisco clavó su fuerte dentadura afilada en mi cuello, su mirada se posó en mi rostro, el cual ignoro que expresión tendría, pero sospecho no era buena, ni chulesca. Acarició mi negra cabellera... Acercó su frío aliento a mi boca y me susurró: —Eres un chico apuesto, y yo necesito un heredero. Entonces mientras succionaba mi sangre yo la podía sentir irse de mí, pude ser capaz de percibir como mi cuerpo empesaba a pesarme y como me iba hundiendo en un mar negro. Dolía como la puta madre. Pero no pude hacer más que gemir e intentar apartar esas frías manos cadevéricas de mí. Mi fuerza humana era incomparable con la fuerza de ese ser al que tiempo después llamaría padre.Su nombre Ivan Lupei.
El rápidamente se hizo una herida en la muñeca izquierda y pego mi boca a esta con el fin de que yo pueda succionar la ponzoña. Fue tan desagradable. No tengo idea de cuanto tiempo pasé succionando, solo recuerdo que desde ese día una insaciable sed se apoderó de mí.
Así comenzo mi historia...Tengo ciento noventa y nueve años.
Y para que tengas una idea te describiré como soy...
Soy un hombre que
aparento 24 años, soy lo que se puede considerar un tipo atractivo, cabello negro, ojos grises, mido un metro con ochenta y siete centímetros, soy fuerte sin parecer un monstruo (aún que soy una eficaz máquina asesina si me lo propongo).
La soledad ya empieza a pesarme, necesito encontrar a mi compañera eterna o de lo contrario buscaré el alba como muchos de mis amigos que he visto partir.Mi nombre es Dalca Lupei y soy un maldito vampiro... Recuérdalo antes de que te mate.
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Balada Para Un Amor Imposible
VampirePrimera historia de los vampiros Lupei. Dalca Lupei un joven vampiro que espera encontrar a su compañera eterna, pero que sorpresa se lleva al descubrir que en realidad tendrá un compañero eterno. Velkan Albu un chico que tiene el poder de entender...