Balada Para Un Amor Imposible

Dulce aroma

Recién llegué de mi viaje por América, sigo buscando a mi compañera eterna, mis padres Iván y Lohana han estado juntos desde hace cerca de 400 años, soy el tercer hijo.

El mayor buscó el amanecer cansado como yo de vagar, mi hermano Dimitry hace cerca de cincuenta años encontró a una hermosa chica telepata en Armenia, y la transformó.

Y yo... Sigo en la búsqueda.

Se dice que cuando por fin encuentras a tu pareja eterna, puedes olfatear el aroma de su sangre y esta se vuelve como una droga, además de que no puedes ser capaz de leer la mente de esta sino hasta que se hayan unido en el ritual de sangre, y ese carácter frío que nos caracteriza a los hombres se transforma solo con nuestras parejas, que ya no somos capaces de beber sangre de otras personas y menos follar con ellas.

La gran mayoría de estas mujeres, las que se convierten en compañeras eternas tiene algún "don" como: telepatía, poder manipular la mente de otros, hablar o entender a los animales, o alguna otra característica nada común.

He debido salir a visitar a un viejo amigo, un humano que se ha negado a recibir el regalo de la inmortalidad, es uno de los pocos humanos decentes que quedan el este planeta de mierda.

Soy lo que se considera un soltero codiciado, tengo más dinero del que podré gastar en toda mi vida, así que soy un joven hombre prospero de negocios.

Nosotros los vampiros podemos salir de día, pero muy brevemente y solo por las tardes, ya que el sol nos resta algo de fuerzas y de ser los primeros rayos del amanecer, esos nos matarían.

Puedo leer y escuchar los pensamientos de todas las personas descubriendo cosas asquerosas o depravadas, es algo que aprendí a ignorar, al principio quería matarlos a todos para tener paz, pero eso hubiera significado mi muerte.

En mi clan no se permite matar a nuestro alimento. Solo tomamos lo necesario. Los manipulamos mentalmente para que sean dóciles y se ofrezcan voluntariamente, después borramos ese recuerdo en particular.

De esa manera hemos vivido pacíficamente con los humanos, pero también hay clanes más violentos e irrespetuosos, que tienen como afán dominar a la especie humana, ¡soberana ridiculez! Ya que eso desataría una inútil batalla con el resultado de la raza humana a punto de la extinción.

Nuestro clan es numeroso, siendo el rey mi padre, nosotros cohabitamos con los humanos.

He follado con humanas, pero solo para liberarme. Ahí no tengo alguna necesidad de manipularlas para que se entreguen, ya que no soy un tipo feo, por desgracias ha sucedido que algunas se obsesionen conmigo, entonces me veo obligado a manipular sus mentes hasta que no me recuerden.

Cómo dije hoy iré a ver a un viejo amigo, un párroco, él sabe mi secreto, pero es un hombre viejo y pragmático. No se impresiona fácil.

Al principio cuando Tomás era joven le causaba gracia ver que yo entraba a la iglesia sin temor, yo le reñía diciéndole que él era producto de lo que la gente dice, pronto nos hicimos muy amigos.

Hoy me invitó a platicar, quiere saber si ya habrá castellana. ¡Que decepción le daré!

Estoy a punto de entrar a la iglesia, cuando un aroma delicioso me atrapa. Un aroma dulce... Muy dulce, entonces como si fuera uno de mis hermanos lobos olfateo hasta tratar de dar con la dueña de ese delicioso aroma, el cual desata mi apetito sexual más voraz.

Cuando de lejos percibo a quien desprende esa dulce y embriagadora fragancia se encuentra sentada en una de las viejas bancas de piedra, solo puedo ver su estrecha espalda, es tan menudita, tan pequeñita. Hay un silencio en su mente. No puedo leer sus pensamientos... Es ella

¡Eureka, la encontré!...

Me acerco sigiloso hasta ella para poder reclamarla cuando de pronto veo...
¡Es un puto hombre!

¡¡Clávenme una estaca y corten mi cabeza!!

¡¡Déjenme ver el amanecer!!

Esto es un jodido error.

No es mi culpa.

Delante de mi esta un imponente hombre joven, ¿se habrá perdido?

Le sonrió amigablemente, y trato de apartar la mirada, ya que el parece desconcertado y molesto.

Decido levantarme incómodo ante su presencia, es mejor irme al circo. Después de todo ya es hora de regresar o el señor Banks me dará una paliza.

-Bu... Buenas noches, saludo al hombre parado delante de mí.

Lo observo, cabello negro hasta las orejas, es alto, delgado pero no tan delgaducho como yo, parece de la realeza con ese aire distinguido. Viste una playera gris y encima de esta un abrigo negro con una bufanda, unos jeans ajustados de corte recto y unas botas de combate muy modernas en color miel, todo en el parece gritar clase, tan bien se ve, que me hace sentir avergonzado de mi tosca y fea apariencia.

-Le... ¿Le puedo ayudar señor?... Nada no hay respuesta, ya me empiezo a incomodar, mejor me iré.

-¿A dónde crees que vas?... Prefiero tomar de la mano a ese pequeño bastardo dueño de ese aroma tan putamente adictivo.

-Bue... Bueno yo no soy de estos lugares, así que estoy de paseo.

La verdad trato de sonar seguro, pero es algo difícil con este hombre tan dominante.

-Tú no vas a algún lado. Me acompañarás.

El tono de este hombre es muy imperante, carajo y ¿si me quiere secuestrar?, si intenta pedir un rescate moriré, ya que nadie lo pagará, no tengo valía alguna.

El pequeño e inútil niño se revuelve para oponerse, lo que este ingenuo no sabe es que soy un vampiro y se necesita mucha fuerza para poder mover un dedo mío siquiera. -Deja de moverte niño. Necesitamos hablar. ¿Cómo te llamas?

-Velkan Albu... Mi... Mi nombre es Velkan. No puedo dejar de sentirme muy asustado así que le explico mi situación. -Yo trabajo en el circo que recién llegó, no tengo familia, ni amigos. No tengo dinero alguno. Y fui encontrado por el dueño cuando tenía tres años.

-Así que como verá, no soy alguien de quien pueda sacar provecho.

-¿Albu?... ¿Tu apellido es Albu?, lo miro incrédulo ya que parece un pusilánime, no puedo leer sus pensamientos y eso es frustrante, pero su maldito aroma me mata.

Es como si quisiera follarlo y beber de su sangre al mismo tiempo, ese es el ritual de apareamiento de nuestra especie.

Hace tiempo existieron unos Albu, los cuales fueron asesinados cuando intentaron róbales.

Pero ellos no tenían hijos. ¿O sí?.

-Me acompañarás, ahora tengo que encontrarme con un amigo que es párroco en esa iglesia del frente, digo señalando esa imponente y vieja iglesia de piedra de estilo gótico.

-Así que no te haré daño, me acerco al chico para susurrarle al oído y calmarlo mientras entre mis fosas nasales me invade su aroma tan dulce e intenso el cual aspiro.

-Va... Vale, pero si intenta algo más golpearé y gritaré, trato de sonar muy decidido, pero la verdad estoy muerto de miedo mientras el tipo solo me observa divertido sabiendo que mis amenazas son inútiles para un tipo como aquel.

Caminamos unos pasos mientras jalo con fuerza a ese muchachito, ahora más que nunca deseo hablar con Tomás. El es un mero humano, pero algo puede el saber de todo esto después de todo es alguien que conoce a mi familia muy bien, ya que sus ancestros han servido lealmente a nuestra familia como párrocos.

Y la verdad yo necesito desesperadamente respuestas...