El Secreto del Cerezo

El cofre

El secreto del cerezo

Capítulo 2

El cofre

Shaoran

Miraba a Kinomoto tan seria, tan reservada, tan atenta a lo que decían los inversionista no si ella entendía del todo aquello era tan solo una jovencita y según lo que habían dicho de ella siempre estuvo en aquel internado y solo salía los fines de semana que pasaba en un departamento en Paris.

La mire no estaba como aquella noche en que me propuso el trato que siempre recordaba a cada noche y la última frase "Está prohibido amarme" , la mire de nuevo no estaba vestida como aquella noche, ni como el día en que fui a su casa con mis hermanas y mi madre.

Traía un vestido blanco lleno de flores de colores, zapatos no muy altos, una chaqueta en color rosa, su maquillaje en tonos rosas y sus labios con un poco de brillo, sus ojos me miraron por primera vez en lo que va en la junta.

― Bien pues todo ha quedado claro de cómo se realizara conforme a lo que está planeado― dijo mi padre ― Tendremos listas las botellas para enviarlas a Paris pues haya es donde se producirá el vino un 50 % y el otro 50% en los demás países― me miro mi hermana para que diera el informe de cuando sería entregado aquel pedido.

Le entregue la carpeta a mi padre y sonrió de lado.

― Una disculpa de parte de mi hijo es que ha estando mirando a su bella prometida en la junta― todos sonrieron y yo sentí tanta vergüenza por lo dicho por mi padre.

Lo bueno que nadie hiso más preguntas y la junta termino todos estaban hablando de negocios y mire a Kinomoto que estaba con su padre hablando con el asistente de Eriol Hiragizawa ella me miro se acercaba a mi tan seria sin ninguna expresión en su rostro.

― Podemos hablar― me dijo y yo me quedé sorprendido pues ella casi no hablaba con alguien.

― Que bueno que estén los dos juntos porque no la llevas a tu oficina hijo― dijo mi padre con una sonrisa tan brillante que daba miedo, porque sonreía de esa forma si nunca le interesaba mi vida amorosa.

Mi padre me hiso señas con los ojos de que fuera con ella a mi oficina y solo le dije en un susurro a ella que estaba igual que al inicio sin hacer nada, ni decir nada tan solo miraba a mi padre.

― Vamos― le dije y camine por delante para que me siguiera sabía que ella estaba detrás de mí pues su perfume a fresas estaba presente.

Abrí la puerta de mi oficina y la deje entra primero a ella, ingreso a mi oficina y después yo cerre la puerta.

La mire estaba allí parada viendo mi oficina camino hasta llegar a mi escritorio y tomo el porta retratos de la foto donde estaba Tomoyo y yo me acerque a ella pero se giró para quedar enfrente de mí.

― No sería muy bueno que tuvieras fotos con ella en tu oficina― me dijo dándome la foto en mis manos ― Todos creen que tu y yo somos ya novios ― dijo mirando los libros que tenía en mi librero.

― Según esa noche de la fiesta me habías dicho que no te importaba este compromiso― le dije, me acerque a mi escritorio para poder guardar el porta retratos en uno de los cajones.

― Es verdad no me interesa ser la esposa de un Li― la mire ella no me daba la cara y de nuevo me vino a la mente que es lo que ella quería ― Pero es importante seguir con esta farsa hasta que se complete aquel negocio después inventaremos algo para terminar este compromiso tan absurdo― me dijo ahora mirándome ahora a los ojos, su rostro no tenía ninguna expresión tan solo estaba tan seria y tan decidida.