Era viernes por fin y nuestro protagonista no es más que un humilde, joven y apuesto panadero, que por la hora se disponía a cerrar el local de su madre, cuando un agudo y muy familiar grito lo saca de sus profundos pensamientos.
- Espera!! ¡Hermano aun no cierres!!- se quejaba su pequeña hermana menor.
- ¿Sakura explícame que rayos haces fuera de la casa?!!¿No se supone que estabas resfriada y que por eso papá te permitió saltarte las clases esta mañana?!! – Dijo algo molesto mientras volvía a abrir la puerta, para luego suspirar y decir - ¿vas a entrar o te vas a quedar ahí parada todo el día?-
A lo que su dulce hermana le sonríe y se dispone a entrar a su hogar, pero antes de terminar de subir las escaleras se detiene - ¿adónde vas?... no te ves muy bien....
-voy a caminar un rato, tanto trabajo me tiene un poco sofocado.
-trata de llegar antes de que se oscurezca ¿sí?
-volveré pronto no te preocupes- sonrió antes de marcharse.
Luego de caminar unas dos horas nuestro protagonista llega a un espeso bosque en el que solía recoger algunos frutos de la zona para su querida hermana menor y creyó que sería buena idea adentrarse en este bosque para recolectar hierbas medicinales para curar el resfriado de la pequeña Sakura .Y bueno digamos que esta no fue una gran idea después de todo ya que al cabo de una hora estaba completamente perdido y para su mala suerte estaba oscureciendo.
Caminó durante unas horas hasta llegar a un pequeño lago dorado, pero esto no fue lo que más lo asombró , ya que sobre este se encontraba sentada una figura esbelta y temblorosa, que sujetaba sus manos alrededor de sus rodillas, y de su espalda sobresalían unas hermosas alas blancas.-¿est... as...bien?- formuló casi incrédulo a lo que sus ojos veían.
La criatura al percatarse de la presencia de aquel hombre inmediatamente se puso de pie y desplegó sus dos enormes y majestuosas alas blancas, para luego emprender el vuelo, pero esto no se dio y aquel hermoso espectáculo se desvaneció en el momento justo en el que la blanca criatura luego de ascender unos cuantos metros ahora caía a gran velocidad, para luego caer bruscamente en las profundidades del lago. Nuestro héroe tardó unos segundos en procesar lo ocurrido y sin pensarlo dos veces se lanzó a socorrer a la extraña criatura.
...
Ya en la orilla se dedicó a contemplarlo e inmediatamente divisó dos heridas graves que debían ser tratadas , la primera en el pecho bastante cerca del corazón, y la segunda en la espalda donde comenzaban sus alas como si alguien hubiera querido arrancárselas. Luego de curar sus heridas la criatura se despertó, observó extrañado a su salvador y luego rompió en llanto mientras se jalaba el cabello, se levantó y comenzó a golpear su cabeza contra el árbol mas cercano, entre gritos a todo pulmón y sangre que salpicaba de su cráneo y que además teñía su larga y blanca cabellera, terminó por quedar inconsciente (si, por segunda vez).
A la mañana siguiente el joven ángel despertó con un pequeño pero potente rayo de sol y se levanto de un salto al recordar lo ocurrido la noche anterior, recordó al joven que lo ayudó y lo buscó rápidamente con la mirada, pero solo se encontró con una cesta con algunas frutas y una nota que decía:
" Volveré a este mismo lugar al anochecer "
Y así fue, el joven volvió y con otra cesta llena de vendajes, hierbas medicinales y más comida.
-Y... ¿Cómo están tus heridas?- Dijo y algo nervioso se acerco al ángel para limpiar las heridas y cambiar sus vendajes, y este permaneció quieto sin hacer contacto visual.
-... ¿Por qué me estas ayud- pero fue interrumpido de sobresalto por una mirada muy potente proveniente del joven panadero y con el ceño fruncido.
-rayos! ¡¿Cómo te hiciste estas heridas tan profundas?! Una por poco llega a tu corazón sin mencionar que casi te quedas sin un ala y para colmo te golpeas contra un árbol y quedas inconsciente ¿QUÉ ACASO QUIERES MORIR?!!
-¡Bueno pues no deberías meterte en mis asuntos!- dijo algo enojado pero sin alzar la voz demasiado.
-¡Deberías estar agradecido que estuviera en el momento justo para salvarte la vida!
-...gracias...-desvió la mirada y se dio vuelta para que el joven le cure la espalda.
El joven panadero suspiró y comenzó a sacar los vendajes de una de las alas para lavar la herida.
-... y... ¿Cómo te llamas?- preguntó algo decaído el pálido ángel, casi como si estuviese a punto de llorar.
-To-touya ... kinomoto- la repentina pregunta lo sorprendió- ¿y el tuyo? Supongo que siendo un ángel también deberías tener uno.
-¡pero claro que tengo uno! ... Me llamo Yue!- dijo sin pensar olvidando que en un principio planeaba ni siquiera dirigirle la palabra– y ¿se puede saber cómo llegaste al centro del bosque sin ser devorado por los lobos que lo rodean?
Touya se detuvo por unos segundos, luego el bello ángel se dio vuelta pensando que su respuesta sería de su interés ya que Touya se encontraba pálido como sí estuviera a punto de contar una gran aventura.
-...-¿Lobos?
- ...
- ...
-...tsh... jajajaja ja! - el ángel comenzó a reír –jaja jajaja! Auch!! - se sujetó con fuerza el pecho.
-¿Estás bien?-se aproximó a el.
-sí, lo siento pero es que deberías haber visto tu cara!- ambos rieron y hablaron hasta el amanecer y acordaron juntarse cada fin de semana en el mismo sitio hasta que las heridas de Yue sanaran.
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Bueno este capítulo es una especie de introducción a lo que vendría siendo la historia (si es que la continuo ya que por el momento no estoy muy segura de como va a terminar todo esto ;-; )
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tus enigmáticas lagrimas doradas (Yuextouya)
FanfictionEsta antigua historia está situada en un pequeño pueblo en el cual nuestro protagonista no es más que un humilde y reservado panadero (Touya) , que luego de una semana de arduo trabajo decide caminar por las afueras del pueblo llegando así a un esp...