Esta antigua historia está situada en un pequeño pueblo en el cual nuestro protagonista no es más que un humilde y reservado panadero (Touya) , que luego de una semana de arduo trabajo decide caminar por las afueras del pueblo llegando así a un esp...
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Se estaba oscureciendo todo el bosque y nuestro protagonista humano no planeaba irse de allí hasta ver su amigo- yue... donde te habrás metido ahora?
-¡¡¡Touya!!!- el grito parecía venir del lago, del cual sobresalía una mano pálida que rápidamente se hundió- ¡YUE!- dijo para sus adentros.
Sin pensarlo dos veces touya se zambulló para auxiliar a su querido amigo y compañero, pero al abrir los ojos el terror lo invadió; mientras más profundo fuera arrastrado yue, el plumaje de sus hermosas alas se iba desgarrando de su cuerpo y subían a la superficie cómo si de una almohada rota se tratase , sus largos cabellos blancos se separaban de su cabeza y peor aun su pálida piel se desgarraba de la carne con la misma facilidad. No importaba que tan rápido pudiera nadar, el ángel era arrastrado con mucha más rapidez ,por otra parte touya se quedaba sin oxigeno y sin poder alcanzarlo . Lo último que logró ver fue que el lago se tornaba rojo carmesí al rededor de yue , el panadero aún así nadó lo más rápido que sus extremidades le permitieron, hasta que unas manos se posaran en su hombros y de un brusco sacudón lo devolvieran a la realidad.
-¡touya de-s-pier-t-a!- le ordenaba el ángel con un tono alto pero no lo suficiente como para que se le reconociera como un grito. El joven moreno abría y cerraba sus ojos de par en par tratando de entender donde se encontraba y que es lo que estaba pasando mientras que yue no paraba de sacudirlo- ¡tonto! ¡me tenías muy preocupado! ¡¿qué rayos te pas- fue interrumpido y sorprendido por el panadero que velozmente enroscaba sus brazos alrededor de él -disculpa si te preocupé, fue una pesadilla.
- ¿me la podrías contar? -no. - pero no se como ayudarte ¿que hago para que dejes de sollozar? - sólo abrázame...
luego de unos 30 minutos yue suspiró, al fin se atrevió a romper el silencio y el abrazo tras lo que le parecía una eternidad ya su vez un parpadeo.
-touya... - si?... - ahora que estas más calmado...¿que rayos le hiciste a mi cabello?- el ángel con su mano izquierda recogió un largo mechón de cabello trenzado.
-ah, esa es una trenza, sakura de vez en cuando me pide que le haga algunas pero debido a lo corto que está su cabello estas terminan por desarmarse solas. ¿no te gusta? si quieres te la puedo desarmar.
-¡NO! dejala, creo que me agrada- dijo sonriendo y hacercando el mechón a su rostro para observarlo más a detalle.
-lo siento yue... no es que te quiera echar, pero está amaneciendo y deberías volver al bosque, bueno y bajarme del tejado...- esto último lo dijo sin hacer contacto visual.
-¿cómo?- una sonrisa de formaba en los labios del Ángel.
-subí aquí por una escalera, la cual cayó cuando llegué arriba ¿okey?!
-bueno, que remedio tiene.- se aproximó a él y lo cargó en sus brazos para así decender al piso, luego lo dejo con suavidad frente a la entrada de su casa, retrocedió dos pasos e hizo una reverencia -¿ se le ofrece algo más?
-repone energía y cuidate ¿si?
yue avanzó los dos pasos que había retrocedido, le plantó un beso muy rápido en los labios a su compañero y se fue volando inmediatamente.
