3 Son Multitud

Ut Sans y UsPapyrus

No hacía falta ser un genio como Papyrus del Universo de Underswap para comprender que en cualquier momento esto iba a tener repercusiones a la larga. La relación semi incestuosa con su hermano Sans despertaron los celos del Sans de Underfell e incluso el del universo original. La pregunta era, ¿Por qué?
Quizás era que no tenían suficiente afecto por parte de los Respectivos Papyrus de sus universos. Pero era una mala excusa para no poder aprovecharse de ella al máximo.

UtSans estaba acompañando a UsPapyrus a fumar en el mirador de Snowdin, miraban en busca de novedad en el universo mezclado en el que vivían. Una calada de humo, formas curvas en el aire, una risa suave por parte del esqueleto enano ante los chistes malos del alto. Era una buena oportunidad para pasar un buen rato con su "hermano".

-Me pregunto, Sans, por que hemos sido arrastrados a este universo particularmente mezclado. ¿Cómo es que podemos permanecer aquí en este subsuelo amorfo mientras que andamos en la superficie?

Otra calada de su cigarro, ya ese era el cuarto que consumía en la hora que estaban en el mirador, Sans por su parte le tendió al mayor un paquete nuevo, mientras daba pequeñas caladas al suyo propio.

-Quizás, Papyrus,  se deba a que este universo todavía se está construyendo. No ha habido ningún reinicio desde que llegamos simultáneamente. Aunque, no estoy seguro de que dure demasiado. Pero por el momento, estoy agradecido de conservar mis recuerdos.

De un momento a otro Sans se vio sujetado por su amigo, lo cual hizo que un leve tono azul apareciera en su rostro, una risa incómoda seguida de un intento infructuoso de apartarse del contrario fue lo único que necesitaba Papyrus para comprobar su teoría.

-Quizás tenemos unos creadores grotescos. O quizás a un observador muy lujurioso.

Sans no contestó. Tragó en seco. Había observado demasiado y sabia que ya era un esqueleto bien muerto. Intentó apartar de su mente todos los recuerdos obscenos de la noche anterior en el que vio la sesión de amor de los hermanos de Underswap. Mas le fue imposible. Miró a la cara a su "hermano" y volvió el rubor a sus huesudas mejillas.

-creí que no podían verme desde donde estaba. Bueno, fue un monstruoso error.

Sans sacó su lengua azulada a la vista de ese Papyrus, estaba incómodo por haber sido descubierto por ese desliz, quizás el hecho de masturbarse viendo la escena o sus gemidos habían delatado fue la razón por la que Papyrus lo había invitado a salir al mirador esa tarde tan bonita.

Estaba muy jodido.

Era tan inalcanzable esa relación con su propio hermano. Le daba ira. Se aferró a la prenda que vestía ese Papyrus. Lo necesitaba. Se estaba volviendo loco, pero deseaba calmar toda esa adrenalina que recorría sus huesos. Mientras tanto, Papyrus amaba observar todas las reacciones y gestos que creaba ese Sans debido a lo que en un principio solo sentía como una corazonada, era tan claro y certero ahora.

El mas alto, decidió que era momento de arreglar la tensión sexual que había entre ambos, no estaba seguro de cuando se habia desarrollado, pero ahora hasta costaba respirar estando tan cerca uno del otro. Ambos estaban de acuerdo, no había nada de malo ayudar a liberarse el uno al otro.

Una especie de beso unió sus dientes, aunque era un contacto inocente, parecia quenera la mejor manera de iniciar algo mucho mas indecente de lo que se veia. Papyrus, miró el esfuerzo que realizaba su amigo y hermano para alcanzar su propia altura, una risa ronca se escapó de sus huesos. Con su fuerza alzó al pequeño entre sus brazos, chocando con mas impaciencia sus dientes con el contrario.

-eres un verdadero dolor en mi trasero, sucio cogedor de hermanos.

Una lengua de color naranja apareció entre las hileras de dientes de Papyrus, como comprendiendo lo que deseaba el más pequeño. Sin hacerse de rogar lo fue recostando en la nieve, se tomó el gusto de quitarle despacio la ropa, sus huesudas manos acariciaban todas las piezas huesudas que conformaban a ese Sans.