gods youth - ziam

I ☼ introduction

Era común el conflicto en lo más alto de los cielos, los argumentos de los dioses eternos eran agresivos, vacíos en esperanza hacia la humanidad. ¡A las personas ya no les interesa la humanidad! Reprochaban las musas. Y ahí, yacía un problema. El núcleo del poder de las divinidades estaba en la fuerza de la creencia que las personas mantenían hacia ellos y ellas.

En una noche complicada de consejo divino, el padre de todos los dioses, Zeus y la diosa del inframundo, Hades, se encontraron en un argumento tan agresivo que terminaron germinando vida. Así fue como la última cargó en su vientre dos bebés: un varón y una dama.

El secreto más grande de su existencia. Sus jerarquías eran totalmente opuestas y aquellos bebés podrían significar para los otros dioses una alianza para ganar poder sobre el resto. Los bebés tenían facciones distintas.

Cual copia, el masculino tenía ya marcadas facciones del dios de rayo. Carácter fuerte, tosco, piel dorada. Y la sorpresa fue cuando la niñita resultó ser un varón también. Con rasgos más femeninos, su personalidad era más ligera y frágil. Su piel: pálida. Exageradamente lindo. Zeus y Hades se enamoraron del fruto de su conflicto tanto que tuvieron que idealizar una manera para no hacerles sufrir en el Olimpo.

Sus memorias serán borradas. Vivirán en la tierra. Les mantendremos juntos, pero en familias distintas. Aquellas que busquen un bebé varón. Murmuró Zeus mientras abrazaba con fuerza a Zayn. Si siguen aquí, no tendrán más escapatoria que morir en las manos del resto del consejo divino. Menos por lo que significaban entre tu y yo.

Como un recuerdo final, detrás de las orejas de cada uno marcaron una 'Z' en una cicatriz que les uniría una vez que sus caminos se cruzaran en la tierra.

Sin embargo, ni Zeus ni Hades fueron conscientes de la pitonisa, la cual con su larga mano y su ojo removible se había escondido detrás de una nube para observar dicho acontecimiento. Entre risas, la malévola criatura marcó en su existencia que esperaría exactamente dieciocho años para ser justa con aquellos bebés, a los cuales atormentaría por el solo hecho de liderar el Olimpo sobre los demás.

Narra Liam.

"¡Liam, cariño, arriba!" la voz chillona de mi mamá me levantó apenas terminaba de soñar con caminar sobre las nubes. Un sueño que había tenido muy seguido los últimos días. Bostecé y ni noté como pasó el tiempo desde que me cambié hasta que entré a la escuela.

Caminé nervioso por el costado del pasillo. Así no deberían de notar que existo, me sería más fácil pasar este primer día. Las manos me sudaban bajo mi suéter. Tranquilo, coloqué la combinación 15 05 99 05 en mi casillero para retirar un par de libretas, un lapicero y mi manual de biología.

"¡Buen lunes, Payne!" Escuché en el mismo ritmo que una mano azotó con las cosas que cargaba para hacerlas caer al piso. "Ten más cuidado. Creo que tus cosas quieren transformarse en una alfombra" aquel chico y su grupo de patanes caminaron sobre las hojas regadas de mi manual y el resto de las hojas de cuaderno que cayeron. Mi cerebro estaba hirviendo, más me calmé respirando un par de veces. Zayn se alejó junto con el grupito de idiotas que llamaba amigos mientras yo miraba su espalda ancha, bufaba y servía de arlequín al reírse de lo que sucedía.

Lagrimé un poco mientras juntaba mis cosas. Sería el inicio de un graaaaaaaaaan día.