gods youth - ziam

IV ☼ redemption

Narra Zayn.

Encendí las luces del salón, adornado con la vía láctea y planetas, además de estrellas, dibujos por todos los estudiantes y un montón de maquetas las cuales no entendía del todo. Liam se sentó en la mitad del salón y justo me recargué en la mesa del docente, con mis brazos a los costados. El momento de conversar había llegado.

"Es una estupidez lo que hago, lo sé... siempre te hice la via imposible. Pero créeme, tengo mucho que explicarte" comenté.

"¿Lo sabes?" Esperaba que lo supieras cuando me atacabas y me mandabas con moretones a mi casa. Pero vaya sorpresa, ahora resulta que el señor de un día a otro ya es un patán lindo que quiere entablar una amistad" tuve que retroceder un poco, tenía cierta agresividad en sus palabras honestas que me sorprendió. Nunca había escuchado a Payne hablar de aquella forma.

"Tu amistad sería un plus. Yo quiero tu perdón, Liam" noté como su piel se erizaba al mencionarle. ¿Tanto odio me tenía? Ni idea. Busqué complicado entre los bolsillos de mi chaqueta del equipo de fútbol que aún usaba por compromiso a mis amigos y me encontré con un pedazo de papel. Un residuo de un trabajo al cual había escrito en mayúsculas y con una cantidad increíble de faltas de ortografía.

Pero, apenas abrí la boca, una serie de detonaciones se hicieron escuchar al iniciar del pasillo. Abrí los ojos con impresión y noté la pausa que el shock había causado en Liam. Un grito femenino despavorido se escuchó después, ahí fue cuando el otro se rompió y comenzó a respirar con dificultad. Algo en mi corazón me decía que debía de protegerlo.

Le hice una señal de que guardara silencio y corrí hacia la puerta, donde cerré con el debido candado. Tomé a Liam por los hombros, aprovechando que era demasiado delgado. En el armario de utilería para las clases quedaba un hueco suficiente grande para que entráramos los dos, apretados. Contuve el aire y nos encerré ahí también.

La fuerza del salón comenzó a forcejear. Liam comenzó a patalear organizando una orquesta de ruidos que nos podían delatar. No lo dejaría, no dejaría que arriesgase su vida. Le abracé con mucha fuerza con el interés de tranquilizarlo. Los minutos comenzaron a pasar y mi desesperación aumentaba, temía no poder ser la roca que iba a mantener la situación a flote.

La catarsis del momento junto con lo que me había pasado... solo me hizo llorar mientras susurraba. "Liam, escucha. Lo lamento. ¿Sabes algo? Mi abuelo falleció el mes pasado y me dejó una caja con recuerdos. Lo que había ahí me cambió la vida. Todos sus momentos conmigo eran sus mejores días, catalogados. Yo prefería todo sobre él. Nunca lo valoré como lo pude haber valorado. Antes de fallecer, pocos días antes, me dijo que hiciera a feliz a todo aquel que lo necesitara" suspiré con fuerza, Liam también estaba sollozando "Y lo voy a hacer, Liam" comenté, mi voz se cortaba con mi llanto "Te voy a hacer la persona más feliz del universo" le apreté de nuevo con fuerza y sus brazos cruzaron mi cintura. Con todo el daño que le había causado, nunca creería estar a su lado, tan cerca.