II ☼ acceptation

600 64 1
                                    


Me daba igual. Vivir en la oscuridad de mis problemas cotidianos me había transformado en una persona que podía soportar el ser molestado por un tonto como Malik. Pasé todo el receso en el salón, leyendo sobre mitología; tareas tontas de una clase especial que había tomado. El tema me hacía sentir particularmente atraído. Además, es la excusa perfecta para no tener que soportar al tonto de Zayn viéndome furioso desde el lado contrario de la cafetería. Me ahorraría, tiempo, dinero y alguna que otra golpiza.

El fin de semana llegó de la mano de la rutina de clases. Podría sonar tonto o depresivo, pero solo esperaba sábado y domingo para poder liberarme de la presión de la escuela.

¿Mis amigos? Raros, totalmente. Pero me caen bastante bien. Ese es el punto. Años atrás mi mamá me había presionado para asistir a un campamento de aceptación personal, considerando mi problemática para socializar y hacer relaciones académicas. Ahí les conocí. Teníamos dos pasatiempos que compartíamos: fumar y hablar tonterías. El estacionamiento de Walmart en la madrugada era la cede. Nos daba la oportunidad de ver pasar los autos. Aquella era una rutina que me agradaba.

"Científicos descubren que las personas que hacen la vida imposible tienen un vínculo emocional con sus víctimas" habló uno hasta atrás, solté una carcajada.

"Científicos descubren que no debería escuchar opiniones de adolescentes bajo los efectos de marihuana, alcohol y nicotina. Me compro más mi descubrimiento" apagué el cigarro. Era imposible que fuera cierto su comentario. En todo caso que Malik fuera homosexual, ¿Por qué haría mi vida imposible? ¿Por qué me provocaría tristeza, enojo, ansiedad, necesidad de aislamiento? ¿Por qué me dejaría llorar en las noches mientras me imagino una vida sin su acoso?

Soy de esas personas que se acuestan en su cama y fantasean. Había fantaseado por lo menos con una cosa desde que volví a entrar a clases. Que Zayn se alejaba de mi vida. En otra fantasía, salíamos como pareja.

Aún sabiendo que eran simples fotos de mi cerebro.

Aún con el conocimiento de que no se harían realidad.

No recuerdo en qué punto me quedé soñando despierto.

"Es hora de irnos, tonta" me habló mi amigo y me levanté de mi letargo en clase de matemáticas. Anduvimos al costado del sonido del timbre vespertino hasta el honda prehistórico de su mamá donde nos cargaba a todos para llevarnos a nuestras casas. No dejé que pasara el tiempo. Sin apetito, subí a tomar una ducha y me bastaron dos horas para jugar con mi pelo y las ondas del agua en la tina.

No me importó no traer ropa encima para acostarme, esperar la cena y morir ocho horas para después repetir la rutina una y otra y otra y otra y otra vez.

Cuando estás triste, que tus hobbies se vuelven un martirio y tienes un matón encima, el tiempo pasa tan rápido que no percibes la velocidad con la que la vida te pone situaciones al frente.

Mientras andaba en el pasillo, leí el signo que colgaban dos miembros del consejo estudiantil. Baile de graduación. Diablos. ¿Tan rápido? ¿En qué momento pasó todo? Muchos maestros lo consideran parte de la evaluación al ser de último grado. ¿Será necesario ir? No me interesaba, menos invitar a nadie. Menos a una chica rubia y linda que me cuestione toda la noche su apariencia y terminemos con relaciones sexuales en mi casa.

Pasé al lado de mi pesadilla, Malik. Alcé mis hombros esperando una reacción pero no hubo alguna. Su mirada estaba perdida en el infinito. Había penumbra y no las ganas de hacerle la vida imposible a los demás. Apenas pasé de él, su mano se posó en mi hombro, jalándome en su dirección. "Payne" me habló.  

gods youth - ziamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora