gods youth - ziam

IX ☼ affection

Aquella fue la única vez que vi al hombre de la espada. Aunque tuve pesadillas recurrentes con él, ya no le aluciné. Me perseguía cuando cerraba los ojos, parecía ser una inevitable manera de avisar que algo sucedería.

Al llegar a clases, me sentí fuera de lo común.

Zayn no estaba. Me preocupé pero noté que estaba activo en sus mensajes. 15 05 99 05 repasé en mi casillero para poder sacar mis libros y libretas, además de un calculador y un par de lápices de colores para la práctica de matemáticas. Donde por casualidad, nos sentábamos al lado del otro. No había asistido. Todo lo que había en su lugar era una nota con una coordenada.

Me estaba retando a algo. No sabía a qué, pero el reto le aceptaría con toda la valentía del mundo.

Cuando salí de clases, coloqué la coordenada en mi celular y comencé a seguir las direcciones hasta encontrarme en el lugar. Detrás de las gradas del campo en el que practicaban fútbol americano.

La sorpresa fue cuando mis amigos fumadores compulsivos llegaron con flores, chocolates y me las entregaron entre sonrisas cómplices para después retirarse del lugar. Aquel grupo de menos de 5 personas habría sido un esfuerzo en organizar.

"¿Qué está pasando? ¿Es una broma?" fue lo primero que pensé. Con todas las cosas encima, volteé al tacto de mi hombro para observar al guapísimo de Zayn, quien sabía como me gustaba verlo.

Llevaba un atuendo de mezclilla y camiseta blanca, además del pelo recogido al costado. Entre sus manos, cargaba la doceava rosa del arreglo que me habían entregado previamente, conecté todos los puntos de la situación y mis ojos se irritaron con el llanto que cayó de ellos. Joder, joder, joder. Aquello no estaba pasando.

"Liam... haz pasado de ser mi víctima exclusiva a la persona que me da motivos para asistir a clases" el sol oculto entre las nubes daba un momento más romántico. La privacidad de la situación se agradecía. "Me gusta la manera en la que sonríes cuando te hablo de mis anécdotas, cuando me escuchas que te cuento mis problemas y lo ingenioso que eres para responder insultos" sus labios hacían pucheros. Maldito, sabía llegarme. "Esto es una doble propuesta. Lo pensé muy bien. Ahora entiendo lo que decía mi abuelo. Él sabía que algo no estaba del todo bien conmigo. El sabía que guardaba mi secreto que me da identidad, mucho antes de que yo lo realizara. Liam... me gustas. Siempre lo haz hecho. Con lo que tienes, tu sonrisa, tus abrazos, tus bostezos cuando llegas a la escuela y tu expresión dormida. La calidez de tu cuerpo contra el mío. Quiero que me acompañes al baile de graduación... y también que seas mi novio" bufó.

Yo también bufé, limpiando mi llanto con la manga de mi suéter gris. Pensé por un par de segundos. ¿Qué diablos había pasado? Realmente pasó de la persona que me hacía miserable la existencia hasta ser el que daba sentido a mi existir. Asintiendo con la cabeza, acepté mientras se acercaba a darme un abrazo. "Te odio" respondí irónico mientras me tomaba del mentón y dejaba un cálido beso sobre mis labios.