Oi, Responde. [LeviHan/SNK/AOT].

12.

[ Este capítulo será narrado, no una conversación, además de que constará de dos partes. Espero la disfruten. ]

Hanji estaba emocionada después del último mensaje que Levi le había enviado, literalmente nunca salían si no era para las expediciones de la Legión.

Parecía más distraía de lo normal, pues su compañero, Moblit, había estado cerca de una hora esperando a que ella atendiera su pedido. Le preocupaba que la castaña no hiciera más que estar recostada en la mesa tarareando, pues Hanji no era así. Ella siempre se encontraba animada escuchando los pedidos o leyendo los trabajos que los integrantes de su Escuadrón le presentaran, incluyendo si era porque iba a salir con Levi.

—Mayor Hanji... Tengo unos papeles que el Comandante envió hace una hora atrás— dijo Moblit tratando de hacer reaccionar a Hanji, aunque sabía que esto no iba a pasar.

—Ah si, déjalos por ahí. Estoy ocupada ahora— susurraba con la mirada perdida.

—Sí Mayor Hanji— murmuró Moblit dejando los papeles cerca de la mesa donde Hanji estaba recostada.

—Gracias Moblit— agradeció ella haciendo un gesto de despedida. Él hizo el saludo de la Legión y se retiró.

Pasaban los minutos y ella aún no reaccionaba, parecía estar en un trance un tanto "intenso", por decirlo así. Se paró de su asiento, se dirigió a la mesa donde Moblit había dejado los papeles y leyó los primeros. Se estaba planeando una nueva expedición fuera de los Muros hacia el sótano de Eren y ya se tenía cubierta la mayor parte de la planeación, sólo les faltaba la confirmación de Hanji.

—Oi Hanji— se escuchó detrás de ella, sonrió.

—¿Sí?— preguntó al voltearse. Levi se le acercó y depositó un suave beso en sus labios.

—Quedan unas horas, mi querida Cuatro Ojos— susurró con dulzura cuando se separó de ella.

—¡Estoy muy emocionada!— exclamó Hanji mirándolo con una sonrisa.

—Sí, pero no te distraigas mucho o Erwin no nos dará más permiso— dijo Levi volviendo a su seria expresión. Hanji asintió. —Nos vemos marrato, te amo Hanji.

—También te amo Levi— se despidió y Levi se fue.

Pasaron las horas y Hanji aún no terminaba los papeles que se le había entregado. Escribía y escribía exhausta de siempre las mismas cosas y sin darse cuenta, se había quedado dormida.

***

—Hanji-San, oiga Hanji-San— murmuraba Eren intentando sacudirla.

— Eren, no creo que Hanji-San despierte, se ve muy cansada— susurraba Armin a su lado.

—Pero no podemos decepcionar a Heichou- decía el castaño con voz de preocupación. —¡Hanji-San, Mikasa ahora es un Titán!— gritó y ella dio un salto.

—¡¿Dónde está?!— chilló buscando a la chica, ambos rieron.

—En ninguna parte. Debe arreglarse un poco, le queda una hora para salir con el Heichou— explicó Eren con una sonrisa.

—¡Cierto, lo había olvidado!— chilló nuevamente y se paró de un salto.

Los chicos se miraron. Hanji corrió en dirección al baño y, ya dentro, se acomodó un poco el pelo e hizo lo que toda persona hace en el baño. Salió del ya mencionado y caminó en dirección a la puerta, despidiéndose rápidamente de Eren y Armin que la miraban con una sonrisa.