Capítulo IV: Corazón de Hermanos.

40 0 0
                                    

Día 6 a.M (Antes de la Misión)
Localización: Coruscant.
Días que no podía relajarme tanto como lo hice hoy, volando los cielos de Coruscant. La guerra no existe ahí arriba, solo existen emociones y recuerdos, algo que no había podido sentir hasta este día.

El atardecer, ver como el cielo de Coruscant era invadido por la oscuridad de la noche, y la luz de la estrella que iluminaba el cielo se escondía detrás de los gigantescos rascacielos. Después de un tiempo el último rayo de luz del día que chocaba contra las paredes del templo, se había escondido junto a la estrella más brillante de Coruscant.

Vaya que necesitaba relajarme, tanta preocupación por lo de mi hermana me había cegado el mundo que veía todos los días. Mis emociones y recuerdos y mi manera de actuar y pensar habían sido alteradas por la partida de Kara. Ahora con este pequeño tiempo que estuve conmigo mismo ahí arriba, pude recordar quien es Kara y la Jedi que es, estoy mucho más tranquilo ahora.

Justo después de que todo fuera oscuro y la noche estuviera en el cielo de Coruscant, alguien me tocó el hombro, era Daylana.

-¿Puedo sentarme?-. Preguntó Daylana.

-Claro, supongo que algo de compañía no vendría mal-. Respondí.

Daylana se sentó a mi lado a ver el cielo luminoso, lleno de estrellas.

-Supongo que sigues algo preocupado por lo de tu hermana. ¿No es así Kyle?-. Mencionó Daylana.

-Acabo de dar una vuelta, y la verdad me ayudó en cierta manera. Se que Kara es una Jedi bastante habilidosa y no tendría por que preocuparme-.

-Ojalá hubiera tenido la suerte de haber tenido una hermana o hermano tan apegado como tu lo eres con Kara-.

-Pero tenías una hermana. ¿No?-. Pregunté de manera un poco distraída.

-Sí, pero no todo era perfecto. Tiana y yo jamás tuvimos una amistad de hermanas, solo hablabamos una vez al mes y eso si había suerte. Ella siempre se encerraba en su mundo y jamás me prestaba atención. No había una razón para quedarme con ella, por eso cuando me ofrecieron que fuera entrenada como Jedi acepté si pensarlo-. Daylana es una chica muy linda y amigable, pero en cierto modo a sufrido mucho a lo largo de su vida.

-¿Sabes algo Daylana? Eres alguien diferente a los demás, en el sentido que no iniciaste igual que los demás, hubo obstáculos que superaste y eso te hace especial-. Le dije a Daylana dandole un empujón en el hombro de manera amigable.

-Gracias. Oye... ¿Quieres ir a la zona de sables conmigo? Se que es algo tarde pero...-. Interrumpí a Daylana.

-Claro, con gusto Daylana-. No la dejé terminar lo que ella iba a decir así que solo nos levantamos y fuimos a la zona de sables de luz.

En el camino a la zona de sables empezamos a platicar sobre temas variados pero que la verdad eran entretenidos.

Una vez en la zona de sables ella me dijo que había hecho una pequeña modificación.

-¡Mira esto!-. Exclamó Daylana

Daylana sacó su sable de luz de doble hoja y me lo dió en las manos. En la empuñadura pude notar una escritura en signos de Aurabesh pintados. Los códigos formaban la frase "se fuerte". Al principio no entendí el porqué de la frase que Daylana había escrito en su sable de luz, pero no era nada nuevo, siempre capto las cosas muy lento. Después de casi un minuto de ver el sable de Daylana sin mencionar nada, decidí preguntar el porqué de la frase.

-Supongo que he sufrido demasiado a lo largo de mi vida y... Supongo que he sido fuerte para superar todo estos obstáculos. Luchar por mis ideales y mis paradigmas es lo que me ha mantenido en la Orden Jedi. Escribí la frase solo para que nunca se me olvide ser fuerte-.

Vaya que Daylana me demuestra muchas cosas, apesar de ser un soldado nunca dejaramos de ser humanos, ser nosotros... Pelear por nuestro ideales y pelear por nuestra forma de hacer la paz es lo mejor que puede hacer un Jedi.

-¿Y tu, tienes una historia que contar?-. Preguntó Daylana.

-No, no del todo, prácticamente mi vida es la Orden Jedi. Desde que tengo memoria estoy aquí. En cuanto a mi familia, mi padre era soldado, prácticamente un veterano de guerra. Mi maestro nos contó, a Kara y a mi, que en una batalla simplemente lo atravesó un blaster, y mi madre se llamaba Winter... Winter Drav, bonito nombre. No se mucho de ella, solo recuerdo el calor de sus brazos. Tal vez no soy nadie interesante en la orden Jedi-. Terminé con un mirada decepcionante hacia Daylana.

-No te preocupes, no todos tienen una historia que contar-. Respondió Daylana con una sonrisa que parecía más que sincera. 

-¿Te parece si tenemos un duelo?-. Le pregunté a Daylana.

-¿Me estas retando? Mala elección, te voy a destrozar...-. Respondió Daylana.

Narra Kara:
Localización: Desconocida, en el transporte.

Espero que mi partida no afecte mucho a Kyle. Conozco a mi hermano, es alguien que se preocupa por las personas que le importan, alguien que es capaz de dar su vida por la de alguien que ama. Tengo completar esta misión, solo por el.

Es la primera vez que peleamos separados, estoy muy nerviosa, pero no podía decírselo a Kyle, no podía preocuparlo más de lo que ya estaba.

Además, hay algo que no me ha estado gustando últimamente, siento que hay algo mal, un desembalance en la fuerza, había sentido esto antes, pero nunca lo había sentido de esta manera tan fuerte, algo va pasar, como si el futuro que se avecina ya existiera, aún no puedo ver que es... Solo espero que solo sea cosa mía.

Narra Kyle:
Localización: Coruscant

-Vaya que eres buena con el sable Daylana...- Dije, pero Daylana me interrumpió.

-Normal de una Jedi como yo...- Vamos, más presumida no se pudo ver, aunque sinceramente, me destrozó en los dulos que tuvimos, tomando en cuenta que considero que mi habilidad no es tan mala.

-Pero tu no eres tan malo Kyle, siendo sinceros, fueron duelos un poco complicados-. Dijo Daylana.

-Gracias Daylana, tenemos que repetir estos duelos, la próxima vez te ganaré-. Le dije a Daylana.

Los duelos me recuerdan a los que tenia con Kara. Me divertía mucho con ella de niños, sin nuestros padres el único vínculo familar que tengo, es ella. Es por eso que me preocupo tanto por ella, es mi hermana, mi compañera de toda la vida. Pero ahora me doy cuenta de que no la protegere toda la vida, ella tendrá que aprender a enfrentar todos sus miedos ella sola, es algo que yo también tengo que aprender. Pero nuestro corazón de hermanos seguirá siempre entre nosotros, aunque uno tome otro camino para cumplir sus propios deseos, siempre estaremos uno para el otro.

Star Wars:Order 66 (Fan Story)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora