--Es malo dejar sueltas a las mentiras como venganza, Sr. Leo --el de cabello café hablaba con el de cabellos blancos, aunque trataba de decirle que no debió hacer eso tenía una expresión divertida en el rostro--. Es verdad que esas señoras son molestas, pero no tenía que hacerlo.--Lo tendré en cuenta --aunque por la mayoría del camino Teo iba ignorando a Rigfire, escucho lo último que decía y se dio cuenta que el joven sabía la razón del porque de su acción. Debería hablar menos la próxima vez.
--No se preocupe, también me desagradan.
Cuando Keith se dio cuenta de la desatención del mayor, se dedicó a a hablar con Efina que le hacía un montón de preguntas sobre él y Rachel.
--Ella está bien, no hay día en que no te recuerde y te extrañe para hablar.
--¡¿En serio?!, ¡le hablare de todas mis aventuras!
El de abrigo la miro fulminante, la chiquilla ni se inmuto y le guiñó un ojo dando a entender que no diría más de la cuenta. Teo realmente esperaba que así fuera.
Siguieron caminando hasta llegar enfrente de la casa de los hermanos. Keith saco su llave e invitó a pasar a los dos viajeros. El interior estaba igual que la primera vez, con su mesa de centro y algunos libros amontonados encima, el de cabello flameante se apresuró a limpiarla y puso a calentar agua.
--¿Té o café?
--Café, por favor --pidió Teo.
--Tengo hambre... --dijo Efina lastimeramente.
El hombre la miró un momento y de repente exclamó:
--¡Mira!, ¡una mentira!
--¡¿Cuál?! --la niña volteó para todos lados sin ver nada.
--La que te acabo de decir -- tranquilamente le dio un sorbo a su café. Fue entonces cuando de la nada apareció un mounstrito que comenzó a andar por la casa.
La dragona con los ojos entrecerrados miro acusadoramente al informante, pero el hambre pudo más y Efina prefirió ocuparse en acabar con la mentira. Keith reía alegremente por la escena vista.
Sólo el ojinaranja mayor vio la larga cabellera café y flamante asomándose por la puerta tímidamente, cuando Rachel se dio cuenta de que había sido descubierta se escondió rápidamente.
--Rachel, ven aquí -- dijo amablemente Keith que al parecer notó la presencia de la niña/vampiro. Esta se acercó como si estuviera cargando una tonelada en cada pie y tan pronto estuvo cerca de su hermano se escondió detrás de él.
--¡Rachel! --gritó la rubia (que ya había saciado su hambre) provocando que la nombrada se sobresaltara.
--... --la niña la observo un rato hasta que levantó su mano en forma de salido y salió de su escondite, la oji azul se acercó para hacerle plática.
Leo aparto la mirada muy disimuladamente sólo moviendo los ojos. Prefería no ver a la vampira, le traía malos recuerdos y se enfocó en el joven:
--Keith, tengo algo que preguntarte.
--¿Mm?, dígame.
--Si antes este pueblo estaba casi desierto, ¿por que ahora hay tanta gente?
--Ah, sobre eso... al parar los ataques y desaparecer los rumores sobre el lobo las personas comenzaron a volver. Primero fueron unas pocas, después llegó el resto y no tardaron las multitudes, así fue como terminamos con más población que en un inicio.
--Ya veo, lo imaginé al ver el número de pobladores en el cartel. Un pueblo tan pequeño no pudo albergar a tantas personas.
--Sí...
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El Estafador de Muchos Nombres y La Informante del Sombrero.
FanficTeo y Efina emprenden el camino a Yellow Town después de lo acontecido en Gold Town, pero Bermellon Town esta de paso y el estafador tiene algo pendiente que hacer ahí. Disclaimer: LiEat le pertenece a Miwashiba.