Luke entró esa mañana con nuevas marcas en su cuello que en definitiva, Michael no había hecho. Se percató del silencio en el departamento por lo que comenzó a inspeccionar las habitaciones sin encontrar a Michael, preocupado volvió a revisar el lugar esta vez encontrando a Michael sentado en posición fetal sobre la alfombra roja, frente al televisor.
ㅡ ¿Y el gato? ㅡPreguntó el rubio sacándose su chaqueta para colgarla en algún lugar, Michael demoró en contestar hasta que finalmente lo hizo en un tono de voz roto que a pesar de ser notado por el rubio, este no dijo nada.
ㅡ Se fue, fui a buscarlo pero no volverá. ㅡMencionó el teñido, tapaba su rostro con las manos intentando no derramar más lágrimas pero simplemente no soportaba ser abandonado.
ㅡ ¿Por qué lo dices? ㅡPreguntó el rubio sentándose en el sofá negro observando al muchacho de cabello colorido, este soltó una risa suave pero dolida.
ㅡ Porque todos hacen lo mismo.
Aquel día Michael estuvo encerrado en su cuarto durmiendo, Luke no se movió del departamento pensando en qué decisión era la correcta. La lluvia había vuelto a caer con mucha más intensidad sobre la ciudad, el rubio decidido tomó un paraguas y salió a caminar bajo la lluvia.
Caminaba sin rumbo alguno, tan sólo para meditar, caminó a la tienda en donde su novia trabajaba para hablar con ella de un tema delicado, la chica se le colgó del cuello de forma melosa a lo que Luke le apartó amablemente con una sonrisa. La morena algo desconcertada se apartó y quedó observando al rubio, esperando a que dijese algo pero jamás pensó que aquellas palabras salieran de sus labios, suspiró y abofeteó al muchacho pero a pesar de ello le deseó felicidad plena junto al chico que amaba realmente.
Salió del lugar y esta vez se dirigió a la pastelería en donde a veces trabajaba cubriendo turnos, la anciana le saludó alegremente y preguntó por Michael, Luke le comentó que estaba triste por la ida del minino, la mujer entristecida por la noticia le regaló una tarta de chocolate y aunque Luke insistió en pagar, la mujer se negó. El rubio no pudo hacer más que agradecer enormemente a la mujer.
Cuando se devolvía a casa observó a un gato negro, orgulloso y arrogante que intentaba defenderse de unos perros, Luke se acercó y espantó a los perros observando al gato. Los ojos verdes y curiosos del minino se posaron en él, se notaba bastante molesto.
ㅡ La verdad es que no me agradas del todo pero para él eres muy importante ¿Sabes? Está triste y eso realmente me pone mal, no quiero verlo sufrir porque al igual que tu le eres importante, él lo es para mi. ㅡComenzó a hablar Luke, probablemente si alguien pasara cerca de allí, pensarían que el chico estaba loco.
El gato parecía comprender las palabras del rubio, sabía que si iba con ellos quedaría privado de libertad pero a cambio conseguiría un hogar y eso no estaba del todo mal. Caminó hasta donde estaba el rubio, permitiendo que este le hiciera cariño.