Roto

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~Narra Darío~

Me he dado cuanta, que el máximo volumen de música, nunca sería suficientemente fuerte.

Nunca sería tan potente como para dejar de escuchar tus temores, tus sentimientos.

La música podía ser tu mejor amiga,o tu peor enemiga.

Algunos días era tu mejor amiga, porque podría crear una barrera ente ti, y el resto del mundo, podía hacer que los días de mierda pasar de manera rápida, sin quitarle el dolor,claro...
Podía hacer que la mirada de los demás dejara de quemarte la espalda.
Que tu mente fuera con tu cuerpo y que la vida en si, dejara de lastimarte y dañarte.
Un simple escape de la realidad.

O podría ser tu peor enemiga, pues, incluso podría hacerte recordar las cosas más dolorosas que te habían pasado.
Hacían que tu cuerpo se llenara de sensaciones melosas y cutres.
Hacia que las cicatrices se abrieran nuevamente, después de tantos años de pensar que ya habían sanado.

Pues bien, hoy la música, era mi peor enemiga.

Mi cuerpo se había llenado de dudas, de confusión.
Mientras caminaba por las calles de esta ciudad me había sido imposible alejar mi cabeza de la persona en la que me había transformado.

Hoy es una de esas historia a en las que conoces al personaje principal, y entiendes que fue de su pasado.
Pues esta es esa parte, porque sí.
Porque si has llegado hasta esta parte de la historia, es porque eres alguien con problemas,y este es un libro que sólo contiene problemas...
Así que ponte cómodo, y presta atención a lo que voy a decirte, porque ahora, te contaré porque soy quien soy.

Como ya haz leído, las personas no nacen malas, las vuelven malas, y yo caí en esto, creo que todos tarde o temprano terminamos volviendonos hijos de putas, porque si, la vida nos folla a todos, tarde o temprano caemos de fauses al suelo y es ahí cuando nos volvemos hijos de puta...

No se como explicar lo que ya fue, ni aquello que me duele, porque nunca hablé de esto, el destino puso entre mis manos un secreto, y me pidió que nunca lo contara,para que nadie supiera.
¿De que?

De que algún día tuve un corazón...

Lo que pasó se atropellaba en mi cabeza y los diálogos y sucesos se transformaban entre sí, volviendolo un nudo entre el pasado y el presente.

Cuando que traté de explicar lo que había sentido, se volvía inútil, porque ha pasado hace tanto, que ya me había olvidado lo que se sentía.
Me había olvidado como todo había pasado realmente y había intentado evitar recordarlo, pero fue imposible, porque todos recordamos aquello que nos duele.
En sí mismo, el ser humano era masoquista,y yo no soy ningún demonio (Aunque me gustaría serlo) como para evitar aquel mal tan pesado que ya de por si, nuestros ancestros llevaban consigo ,como muestra de sus instintos primitivos.

Pero, de las millones de lagunas que hay entre mi pasado y yo, puedo recordar un nombre a la perfección.
Aysha.
El maldito nombre estaba en todos lados, era una sombra pegada a mi sombra.
Era mi pasado, y por mucho tiempo había sido mi futuro.
Pero el futuro es incierto y aquí estoy hoy,y eso es lo único que tengo, y lo único que tendré hasta el final de mis días.
El hoy.

Quizás creas que como a la persona que estas leyendo, es fría y miserable, su historia es diferente a los idiotas cara bonita de los principes de cuentos y películas, pero no, es igual a todas la historias.
Porque esta no es una historia más, no me gastaré en auto mentirme de que mi historia tiene algo de especial, porque no lo tiene.
Esta no es una historia de ciencia ficción, no es un libro de terror, y tampoco una novela tragica.
Soy sólo yo, y no te mentire para sentir que de alguna forma soy diferente, porque no, no lo soy.
Y no le mentire a nadie de lo que soy, porque mi historia es igual a la de todas, y si queda alguien vivo allá afuera, que lea, pero que mantenga el secreto...de que algún día, supe lo que amar significaba.

Volviendo a sentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora