Me mire. No volví a sentir nada de la misma forma, todo cambio de alguna u otra forma. No siento las piernas y el vértigo me alcanza provocando mi caída en seco. El transcurso de la caída me corrompe y siento el aire chocar en mis mejillas húmedas por las lágrimas. Mis ojos fijan su vista en el suelo. Donde termina lo que una vez fue maravilloso y placentero; lo que una vez fue bello y digno de disfrutar. Pero ya no, ya no estoy dispuesta a seguir en ello. En la pared de cristal donde me tiene presa y sin poder moverme. Observando todas las maldades y mentiras de los demás, observando las crueldades de este mundo. Y las imposibilidades del ser humano. La imposibilidad de ser totalmente autónomos y no depender de nadie. Pero lastimosamente no es así. Necesitamos de los demás, de su compañía y comprensión, de su calidez y frialdad, pero ya no es es extraño que esas personas a las cuales depositase tu confianza, te destrocen sin piedad, ni corazón. Y esto sumado a tus impulsos y malos pensamientos que te llevan a la puerta falsa. En la cual estoy yo.
Veo todo de nuevo. Como pasaron las cosas y como surgieron mis anomalías y desórdenes mentales. Toco fondo y no siento nada nuevo. Termina con la ultima bocanada de aire y la ultima sonrisa la cual es diferente a todas. Felicidad, ese fue mi ultimo momento de felicidad al darme cuenta que era libre entre gritos de horror. Mi alma es libre como mis demonios que abandonaron mi mente perturbada. Ultima tensión que siento, último suspiro y ultimo frío que me recorre. Soy libre.
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Asocialmente Social
Non-Fiction¿No te pasa que no puedes mantener una conversación? Pero al mismo tiempo quieres estar sola y a la vez no. Me explico; quieres que te dejen ser quien eres, pero que sigan apoyandote. Pero tristemente no lo hacen. Pues eso mismo. Esa soy yo, y lo q...