BLEACH one-shots

Better live with the pain than without you

Título: "Prefiero vivir con el dolor que sin ti."

Palabras: 2807     

Resumen: Podían cortarle, golpearle, atravesarle... Pero nada dolía más que un corazón roto. Él la ama, pero ella está atrapada en el pasado. One-sided Ichiruki.

N/A: Hace tiempo que no escribo algo tan triste. La idea me vino de un rol que hice hace tiempo, ay.

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Poco a poco todo estaba volviendo a la normalidad, o eso escuchaba de las bocas de los shinigami que pasaban por los pasillos. Aún había heridas abiertas por la traición de tres capitanes del Gotei 13, pero fuera de eso parecían aliviados de que los ryoka ya no fueran enemigos y de que todo hubiera acabado por el momento.

Miró hacia el exterior de su habitación desde la ventana, suspirando por lo que podía ser la enésima vez en lo que llevaba de mañana. Lo habían obligado a quedarse en cama por dos días seguidos y ya estaba harto de no poder moverse de allí. Entendía la preocupación de los médicos, después de todo casi fue cortado por la mitad y su médula espinal también resultó cortada en el proceso. Aún estaba atónito de lo que los poderes de Inoue lograron hacer. Si no fuera por ella de seguro no hubiera sido capaz de mover de nuevo sus piernas por el resto de su vida. Logró restaurar todos los nervios, órganos y huesos como si no hubiera pasado nada. Ni siquiera quedó una cicatriz. A pesar de eso aún le costaba ponerse en pie, razón por la que se estaba sujetando al marco de la ventana como apoyo.

—Vaya, ¿ya puedes levantarte? —se giró hacia aquella voz que ya reconocía de sobra, el tono burlón de su pregunta haciendo que frunciera el ceño automáticamente—. Maldita sea, sigues siendo tan impaciente.

—Una herida así no me va a cambiar. —se cruzó de brazos con un bufido e hinchando el pecho con orgullo.

—Lo que tú digas. —la joven shinigami soltó una risita.

Ojos color caramelo se suavizaron al posarse sobre ella e inevitablemente sus labios se torcieron en una sonrisa de alivio. Se alegraba que después de todo lo que había sucedido las cosas no hubieran cambiado entre ellos. No, estaba equivocado sí que habían cambiado. No supo cuándo, ni cómo, pero Kuchiki Rukia había cautivado su corazón. Al principio pensó que era el deber de saldar su deuda lo que le empujaba tanto a salvarla, luego llegó la idea de que eran buenos amigos y entonces cuando la tuvo a salvo, allí en ese momento... Su corazón se aceleraba y se le cortaba la respiración.

Se sentó sobre la cama con un resoplido, frotando su adolorido su abdomen por haber pasado tanto tiempo de pie. Solo quería recuperarse de una vez y salir de aquella blanca habitación. Rukia pareció notar su frustración y se acercó con una sonrisa ladeada a sentarse a su lado.

—Si vas a burlarte, ahórratelo. —refunfuñó, protestando como un niño pequeño.

— ¿Qué dices Kurosaki-kun? No estaba pensando en hacer algo como eso. —se llevó una mano a los labios y soltó una risita en esa voz que tanto parecía exasperarle. Aquella sonrisa de burla se transformó en una genuina—. Me alegra que estés bien. Cuando Aizen tai... —sacudió la cabeza, no merecía ser llamado con ese respeto. Ya no—. Cuando Aizen te cortó yo me temí lo peor...

—Honestamente yo también... Por un momento pensé que te perdería, digo- Te perderíamos.

Cada uno estaba mirando al lado contrario de la habitación en un intento de no cruzar miradas entre ellos. La atmósfera se volvió tensa y el silencio entre ellos se tornó incómodo. Había tantas cosas que querían ser dichas, pero que no sabían cómo decirlas.