Drunk night

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N/A: Este one-shot no tiene casi ninguna trama, simplemente lo escribí para el cumpleaños de dos amigas hace dos años. Sí, este one-shot es antiguo así que no tengan en cuenta el desastre.

P.D: En este one-shot la guerra contra los Quincy no se sucede. Significa que Ichigo tiene la forma que tenía cuando su poder de shinigami estaba fusionado con el fullbring (lo siento esos tatuajes me parecen demasiado sexys (?)).

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Otro pesado suspiro escapó de pálidos labios antes de que un platillo de cerámica se acercara a estos para que pudiera beber su contenido. Brillantes ojos color índigo miraban entrecerrados a las mujeres que hablaban frente a ella alegremente. Una despampanante rubia de envidiables atributos delanteros y con un cuerpo que cualquier mujer querría tener y una chica de cabello castaño claro y corto que parecía estar en ese momento mirando envidiosamente el cuerpo de la teniente Matsumoto. Kiyone hacía pucheros quejándose de lo hermosa que eran Rangiku y sus pechos y de lo pequeña que era ella comparada con su hermana Isane. Se dio un cabezazo contra la mesa y comenzó a sollozar allí mismo mientras una sonriente Rangiku le daba unas palmaditas en la espalda.

Repentinamente, Kiyone volvió a alzar la cabeza con lágrimas bajando por sus mejillas sonrojadas por la embriaguez y dio un golpe en la mesa con su mano.

— ¡Rukia-san! ¿Tú no envidias a Rangiku-san? —protestó la segunda oficial entre hipos y sollozos.

Rukia se encogió de hombros y observó atentamente a Rangiku para luego morderse el labio ligeramente. Puede que la envidiara un poquito, pero eran unas palabras que jamás saldrían de su boca. Kuchiki Rukia es demasiado orgullosa para eso.

— ¡¿Eh?! ¡Pero qué estás diciendo Kiyone! ¡Por Kami-sama! —La rubia golpeó la mesa estruendosamente con su botella de sake y se alongó sobre la mesa para señalar a la teniente Kuchiki más de cerca—. ¡Ella no tiene nada que envidiarme!

— ¡¿Huh?! ¿Y por qué no? —Kotetsu se cruzó de brazos e hizo un mohín. Si Rukia casi era un poco más pequeña que ella...

— ¿En serio me haces esa pregunta? —Rangiku se volvió a reclinar en su asiento y tomó un largo trago de sake. Al terminar soltó un bufido y señaló de nuevo a Rukia con la botella vacía—. Ella... ¡Esta mujer de aquí tiene a sus pies a uno de los mejores hombres que hay en la Sociedad de Almas! ¡Si acaso yo la envidio a ella! ¡No se encuentran hombres así hoy en día!

Rukia enarcó una ceja y apoyó el codo sobre la mesa para apoyar su cabeza sobre su mano. Regresó la atención a la mesa y notó que casi ella sola se había tomado una botella entera de sake. No solía beber a menudo, por no decir nunca, pero últimamente las cosas entre su pareja y ella estaban... ¿cómo decirlo? Monótonas. Es difícil para un shinigami decir que se aburre, pero así estaban ellos. Aburridos. No de su relación, pero...

—No digas eso Rangiku-san...—musitó la teniente con un hipo. Podía sentir la embriaguez hacerla sentir mareada y acalorada. También cuando bebía tendía a irse un poco de la lengua y soltar cosas personales, pero qué importaba, esas dos siempre bebían más que ella y definitivamente no recordarían nada—. Ichigo y yo estamos... en fin... aburridos.

— ¡¿Eh?! ¡¿Se van a separar?! —exclamó Kiyone golpeando la mesa con ambas manos haciendo que varios shinigami voltearan hacia la mesa donde estaban sentadas. Luego de eso, y de que Rangiku pusiera cara de horror ante la noticia, se desplomó inconsciente sobre la mesa.

Rukia pareció alarmada por esa frase y soltando rápidamente la botella y el platillo sobre la mesa, sacudió las manos frente a ella en forma de negación.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2016 ⏰

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