Amar no es suficiente

Capitulo 7: No te preocupes por mí

Me he dado cuenta de lo mucho que te amo, pero también que puedo ser tan feliz, y en ocasiones tan triste. La tristeza llega cuando recuerdo que mis posibilidades contigo son mínimas, cuando me doy cuenta que es muy poco probable que en esta vida podamos estar juntos, incluso que me puedas amar tanto como te amo yo, eso es muy triste sabes, es algo que duele en el corazón. En la literatura, los amores imposibles, resultan ser los más recordados; la tragedia del amor es considerada incluso como arte. En mi caso, la tragedia, el amor, y demás situaciones, forman parte de la vida cotidiana; vivir una historia sin saber cuál es su final es divertido, pero lo que no resulta divertido es saber que un amor imposible duele y se siente tan fuerte que no se puede explicar.

En ocasiones sueño con una vida contigo, sueño con que me amas, que estamos juntos y me doy cuenta que sería capaz de todo por ti, que sería muy feliz contigo, construyendo una vida juntos, una vida hecha para los dos. Que si nos entendemos tan bien siendo amigos podemos entendernos en la vida.

Cinco años han pasado desde que estamos juntos, que nuestras vidas están unidas por muchas razones. Quién sabe si mañana sea igual, pero ahora lo disfruto. Creo también en que Dios, nunca, pero nunca, me alejaría de ti causándome un dolor inmenso; creo que si lo hace, lo hará el día que yo esté listo para decir adiós. No quiero pensar en un adiós, porque creo que toda mi vida estarás conmigo, pero también sé que si en algún momento el destino se empeña en que esto que vivimos se convierta en una historia de amor maduro, intenso, apasionado será lo mejor. Tú tienes todas las características que harían que yo viva feliz para toda la vida. No conoces aun esa parte de mí tampoco, pero sé que si fueras mi novio, sería el mejor que hubieras tenido, pues por ti soy capaz de todo, capaz incluso de decirte adiós si no me queda alternativa.

Cuando se ama así te das cuenta que puedes sentir y que tu corazón late. Hace algunas semanas te decía que hace mucho tiempo que no me enamoraba; te mentí realmente, tengo mucho tiempo de estar enamorado de ti, ¿Cómo fue?, no recuerdo muy bien como fue, solo sé que no pude escoger, ya tenía marcado el camino...

Mi ordenador se ha vuelto mi cómplice, mi confidente, aquí es donde escribo todo lo que me pasa y lo que siento por ti. Es una ayuda también, pues aquí puedo contar como es lo que siento cuando te veo, como es que amo cada parte de tu rostro, de tu cuerpo y me encanta. Aquí es donde describo, con palabras, una imagen completa de ti, una imagen hecha a base de palabras que conforman tu retrato completo; un retrato que me llevaré en el corazón incluso después de la muerte.

Si me preguntan por mi gran amor, después de mucho pensarlo, tendría que decir que eres tú.

Tú eres el primer y único amor de mi vida, "El primero, el único y el último", así como la canción que me hizo llorar a tu lado en el palenque, puedo aceptarlo porque sé que los demás simplemente han sido amores pasajeros. El único amor verdadero que he tenido en mi vida es el tuyo, al único que he amado en mi vida es a ti. ¿Iván?, ¿Juan?, ¿Paulina?, Todas aquellas historias que conoces y que te he contado, se quedan cortas, no alcanzan esa intensidad, esa pasión. Tal vez por eso es que eres el único por el que he hecho tantas cosas y por el que fui capaz de atravesar los cielos y los mares con tal de encontrarnos.

Te quedaría la duda sobre Juan, aquel por el que me viste llorar y por el que me dijiste incluso que había sido un grave error fijarme en un amigo. Este podría ser otro grave error, tal vez mi peor error, enamorarme de ti, pero en el corazón no se manda, y no quiero mandar en él, prefiero sentir lo que siento, porque de esa forma sé que estoy vivo.

Ayer, Paco me preguntaba a quien le cantaba con tanta pasión el tema "Aprendiz", mientras ibas a mi lado en el carro, y puedo decir que te lo canté a ti, pero la letra no resulta completamente cierta, aunque a veces en la desesperación diga que tú me has enseñado a hacer sufrir, realmente no lo has hecho, pues lo único que has provocado y que me has enseñado es a amar, con toda el alma, a pesar de que eso no sea suficiente. Únicamente me queda la esperanza de que algún día puedas leer esto, puedas darte cuenta de todo lo que siento y sea capaz de entregarte estas historias que en papel no me dan miedo contar.