Mensajero 8 - Estado de Sitio

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quienes menos esperamos que estén a nuestro lado, llegan a ser los mas leales en nuestro gran viaje. los pasillos del castillo del visir estaban con el aire enrarecido, mas de lo común, el mensajero lo podía sentir, había olor a traición, olor a intriga...

en ausencia del visir y el mensajero la seguridad del palacio había quedado a cargo del general, por eso no era extraño notar que sus soldados y espías andaban en todo el lugar, pero, esa delegación solo estaba ahí si el mensajero no se presentaba ante el consejo. bajo esa salvedad era algo muy extraño, porque a pesar de que el mensajero había llegado al pueblo el resguardo del castillo ordenado por el general se había vuelto mas fuerte, mas en la ruta del mensajero, teniendo este que desviarse para poder avanzar?

algo no andaba bien, algo estaba a punto de ocurrir, eso por lo menos entendió el mensajero cuando se vio con la princesa, ella solo le hablo del general, de sus hazañas pasadas, del porque el había llegado a tal rango dentro de los soldados del reino, de como era mejor que cualquier otro para poder proteger al reino, incluso poniéndolo sobre el mensajero mismo, pero, el mensajero había sido colocado en su posición de consejero por el visir y no por el consejo como sucedió con el general. el aire sigue enrarecido, ya ha llegado el mensajero al patio interno del castillo, debe recorrer 4 pisos hasta la sala del consejo desde este sitio, y solo las escalinatas de caracol al centro del castillo están libres, todos los caminos cortos han sido obstruidos por los guardias del general, e incluso la escalera espiral, columna vertebral del castillo lo esta, el camino es difícil y todos los soldados están preparados al ataque.

-lo sentimos mensajero, pero, el general ha dado ordenes especificas de no dejarte llegar vivo al salón del consejo- indica uno de los soldados custodiando la escalera espiral, -considérate bajo arresto por traicionar a nuestro general demonio, esperamos que no te resistas- indica otro soldado acercándose. el mensajero suelta ligeramente su katana de filo negro de su vaina, en posición expectante mientras los soldados se acercan, -considerare esto como un alzamiento de parte del general en contra de los deseos del visir- indica el mensajero desenvainando su katana negra y cerrando sus ojos, -no esperen piedad si hacen esto- indica el mensajero en tono serio, luego solo mira a sus atacantes, sus ojos brillan como nutridos con fuego, su semblante ha cambiado, se ve mas serio y sombrío, un minuto de silencio y el mensajero se lanza al ataque, siempre tratando de avanzar, usando su espada para descuartizar y desmembrar a todos los que se opongan a su misión, decapitando, degollando, desmembrando, cortando extremidades, destruyendo órganos internos y arrancándolos de sus dueños aun vivos y conscientes, como una completa y total masacre en el interior del castillo mismo.

mientras el mensajero pelea en el eje central del castillo el general ha entrado en sus aposentos arrestando a la bruja del bosque, llevándola con el a una zona en el 3r piso del castillo para poder confinarla junto con el mensajero, el general esta completamente confiado, espera que no sea necesario pelear, pero de ser necesario tiene a la bruja, a la muchacha de sensual dulzura y a la reina de rehenes, sabe que con ellas el mensajero no puede hacer nada, no podrá pelear como si nada, el mensajero llega al segundo piso del castillo, ahí no hay soldados, todos ya están todos muertos, solo están el corregidor, su esposa la loba de la guardia y su fiel escudera, una muchacha de estatura media, cuerpo algo grueso, busto abultado, piel clara, ojos castaño profundos, cabello claro, algo desteñido, mirada seria, pero, con una expresión dulce en el rostro, el corregidor se acerca al mensajero, dejando sus armas en el suelo, la loba y su acompañante lo observan expectantes, el mensajero al ver dicha acción envaina su espada y la deja a un lado también, ambos se reúnen desarmados y realizan un saludo secreto, luego se reúnen.

-la bruja, tu acompañante del campo de Nirai y la reina han sido arrestadas por el general, piensa usarlas de rehenes para poder confinarte a ti lejos del consejo- indica el corregidor al mensajero, -declaro estado de guerra, en este preciso instante estamos siendo considerados como traidores por oponernos a sus planes de hecho- concluye el corregidor al mensajero, -si lo derroto te convertirás en ministro, ¿lo olvidas?- indica el mensajero al corregidor, -¿donde esta el general ahora?- agrega el mensajero mirando a la loba de la guardia fijamente, un minuto de silencio, el aire es tenso y denso, aun desarmado el mensajero como entidad no humana es peligrosa, puesto que su propia alma es un arma, -esta un piso sobre nosotros- indica la loba de la guardia, esposa del corregidor al mensajero, seria e impasible, -¿deseas ir tras el?- agrega la loba al mensajero, -¿debo contestar eso?- el mensajero estira su mano y la espada envainada vuelve a el, el corregidor esta justo junto a el pero desarmado, congelado por el miedo a una muerte inminente, pero, el mensajero no le hace nada y avanza, -lleva a mi guardia contigo, te sera de mucha ayuda en el piso donde se encuentra el general- indica el corregidor al mensajero, al paso la chica de cabello claro sigue al mensajero, su mirada seria se vuelve como la de un gato que ha visto a su presa, preparando para cazarle. -cuando llegue al cuarto piso procura estar ahí, sino no podre nombrarte ministro de estado, corregidor- grita el mensajero mientras avanza subiendo las escaleras hacia el piso siguiente, le sigue la muchacha de mirada de gato, dejando atrás al corregidor y a su esposa, -¿esta bien dejarlos ir?- pregunta el corregidor a su esposa, ella solo mira la escalera del piso siguiente, -ellos llegaran al fondo de eso, además, lo enviaste con la mejor de nuestros soldados- replica sin dejar de mirar la entrada del piso siguiente la loba esposa del corregidor, el silencio cubre el cuarto, mientras el corregidor y su esposa dejan la zona para avanzar a la cámara del consejo 2 pisos sobre ellos.

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