Mensajero 2 - Muchacha de Sensual Dulzura

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contorneo de caderas, paso firme y curvado, sensualidad a flor de piel, sonrisa innata, cerrada al amor, abierta al olvido, secretos e intrigas.

rodeada de un halo de misterio, densa mascara de sombras rodean su alma, de dulce interior, blando y vulnerable, llena de tristeza, soñadora, codiciada por todos, perseguida por muchos, amada por pocos, de alma selectiva, codiciosa, pero, mal enfocada.

el mensajero la conoció en medio de su recuperación, vivió con ella y regenero un nuevo corazón gracias a su dulzura, su calidez. pero, ella no lo amaba, ella amaba a alguien mas, tenia con ese alguien ya de tiempo una relación... pero, el tiempo corre y va mas allá de lo que nosotros esperamos, el destino es misterioso, a veces trae soledad y tristeza, a veces cuando menos la necesitamos, así le paso a ella, su vida cambio de golpe, fue abandonada, por el chico al que le había dedicado sus días y entregado su amor... he ahí, triste camino, que ambos comenzaron con rumbo a la ciudad capital, hasta entonces el mensajero no se había atrevido a dejar la lejana aldea donde el y su nueva compañera compartían techo, pero, ya era hora de enfrentarse a la divina providencia, era hora de iniciar su viaje.

recorrieron tierras oscuras, combatieron espectros, ladrones, asesinos del desierto, bestias del infierno y finalmente llegaron a su destino, la ciudad capital, allí el mismísimo visir les recibió, el ofreció techo y lecho al mensajero y su acompañante siendo prendado por la belleza y misticismo de la misma, siendo prendada ella del carisma de él... eran días complejos en el reino y el mensajero debió de dejar el palacio del visir durante muchas lunas, siendo cuando la chica de sensual dulzura se enamoro perdidamente del visir, profesando su amor en secreto, disfrutando de su presencia en audiencias, en la vida de la corte, siendo tratada como una reina, pero, en secreto deseando ser de el, deseando poder encontrar un verdadero amor...

pero, el visir tenia ya su corazón ocupado, a pesar de tener en poder y costumbre en el reino imperial tener muchas concubinas, el visir solo poseía una esposa, solo a una mujer hermosa y compleja le pertenecía su corazón... pos bien, eso la joven doncella de sensual dulzura no lo sabia, en un momento ella se declaro, pero, la respuesta fue obvia, el visir, quien rompiendo sus tradiciones la rechazo, no pudo soltar sonrisa ese día, sintió el dolor de la joven, sintió su frustración, pero, era mejor no lastimarla, no jugar con ella, el mensajero, como su primer consejero, custodio y guardián solo bajo la mirada, no tenia mas ideas que entregar, no tenia mas que decir, luego se retiro a los aposentos que tenia preparados para el en el palacio.

allí esperaba ella, encerrada en sus emociones, encerrada en su tristeza, allí estaba la doncella de sensual dulzura, aquella de quien el mensajero se había prendado, con la mirada baja, sus ojos húmedos, su ceño fruncido, conteniendo sus lágrimas, no valían la pena, el hombre que las provocaba no las valía, ella debía avanzar, el mensajero, se guardo sus palabras, pero, hablaba con la mirada, ella era quien le había dado una nueva vida y no deseaba verla triste, pero, el sabia que no dependía esta vez de el, así que inundado en la tristeza esta vez lo dejo pasar... dejo que el mundo siguiera avanzando...

y paso el tiempo, siendo que la doncella de sensual dulzura se unió a la corte poco a poco, siendo cada vez mas importante, cada vez participando mas de los asuntos que el reino necesitaba ver, viviendo bajo el techo del mensajero, en sus aposentos, en aquella sección del castillo que solo le pertenecía a el, donde casi nunca habitaba mas que ella, puesto que el viajaba mucho, recorría los valles y las praderas, desiertos y bosques limpiando de ladrones y bestias, tratando de mantener la tranquilidad del reino, por esa razón ella nunca le vio como el la veía, nunca le demostró seguridad, el la amaba, pero, el estar sola siempre le desarrollo otros sentimientos, al final... el destino intercedió...

una tarde lluviosa, en medio de un paseo por los jardines reales el mensajero se atrevió a confesar su amor, tarde, pero, en el momento indicado, siempre con la mente serena y sin mas la doncella de sensual dulzura le rechazo, no deseaba lastimarlo, no deseaba que el sufriera lo que ella sufrió al perder a su anterior amor, no deseaba que el sufriera lo que ella sufrió al ser rechazada por el visir, no quería ser ella quien le volviera a lastimar su frágil corazón...

eh ahí donde el mensajero y le hermosa doncella de sensual dulzura se separaron, pero, nunca dejaron de estar juntos, el en sus viajes y ella en la corte, siempre bajo el mismo techo, siempre en contacto, nunca solos, siempre con un sentimiento en común, uno solido, tal vez no amor, pero, si complicidad, algo mas profundo, algo mas puro... así es como esta historia no concluye, solo se corta, para poder continuar, puesto que la doncella hermosa de sensual dulzura nunca lastimo al mensajero, solo esta ahí, a su lado, solo le da vida, solo le alimenta, puesto que el en el fondo la ama, puesto que el en el fondo la respeta, puesto que el en el fondo desea vivir su eterna existencia como deidad junto a ella...

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