capitulo 1

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Viernes 28 de mayo, son exactamente las 12 de la madrugada, el clima en los últimos días ha bajado de temperatura como en mi corazón, pero hay algo en mi alma que necesita calor, pero una calidez especial, de una persona que apague mi soledad. Un extraño sentimiento producido hace más de un mes atrás.

Sin embargo esta madrugada es especialmente trágica, mi corazón se ha sentido peor, justo en el pecho se siente un vacio, una necesidad que no logro descubrir que la produce, mucho menos cumplirla.

Esta semana es particularmente pesada académicamente, exámenes en la vuelta de la esquina y actividades que incrementan a medida las clases avanzan.

Levantarse en las mañanas es agotador, luego de noches sin lograr conciliar el sueño y de desveladas interminables.

Mi día en el colegio fue satisfactorio, mas no genial, la jornada académica la disfrute con mis amigos, los cuales me hacen inolvidables los pequeños momentos junto a ellos, entre fotos y risas, pero recuerdo que hace ya 3 años llevo soñando y pensando con ella, una chica que me genera en mis momentos de sueño una sensación de alegría y de querer protegerla pero ella no puede ser real.

Escribo en el desarrollo de la guía de trabajo de la asignatura de matemáticas, la cual me ha generado otra noche sin dormir las horas establecidas y me sumergió a mis pensamientos dirigidos a ella de nuevo ¿Quién era ella? Justamente en el problema numero 27 escribo el nombre de una chica: Valery.

Mi sorpresa al regresar a la realidad fue ver el nombre, no había ninguna chica con ese nombre en mi clase para asumir que me estaba enamorando de alguien. Tuve que volver a realizar el ejercicio lo peor es que era el más largo de toda la guía.

Esa fue la última noche en casa.

Como era de esperarse a la mañana siguiente cayó la primera nevada de la temporada. Mis padres se alistaban para regresar al trabajo, yo como era costumbre me encontraba desordenando mi cuarto por qué no encontraba mi corbata para completar mi uniforme del colegio. Mi adorable madre me grito desde la sala principal que me encontraba desordenando mi cuarto y que íbamos a llegar tarde todos, para lograr evitar que su enojo creciera corrí justo donde ella se encontraba y la abrase con una enorme risa en mi cara, ella le encantaba verme reír, finalmente la corbata se encontraba descansando en mi mochila junto a los ejercicios de matemáticas.

El trayecto al colegio era relativamente cómodo, mis padres poseían una camioneta color negra chevrolet, la música era simplemente parte del camino, fue ahí donde ella apareció en mis pensamientos, estaba triste era la primera vez que la vi llorando, justo en mi pecho sentí el golpe, habíamos chocado, lo último que escuche fue la linda voz de mi madre aconsejándome para colocarme perfectamente la corbata o al menos para que no pareciera un vago llegando al colegio.

Despierto un día más, ya han pasado 2 años del accidente, cambio de turno de los doctores encargados del área de cuidados intensivos del hospital San Giovanni Di Pré era el mismo diagnóstico, estado parcial en coma, respira de forma artificial con ayuda de un ventilador.

Para aumentarle a la dosis de dolor, mi única familia era mi tío, un adulto mayor dueño de la empresa de vinos más grande de toda Europa, aficionado al equipo de futbol AC Milán solíamos acompañarlo a ver jugar a su equipo contra su más famoso enemigo el Real Madrid de España, el apostaba en todos los partidos y campeonatos donde participaba el AC Milán. Al enterarse del fallecimiento de su hermano, mi padre y de su esposa, y que el único con vida era yo, me traslado del hospital Nacional de Milán a este; cada dos meses lo llaman a una reunión para lograr negociar para que dé el permiso de desconectarme, el se ha negado, recibo cada 3 meses un arreglo de rosas azules de su parte.

Mi nueva casa es acogedora, ¿Qué más puedo pedir? Tengo la habitación 235, hay un sofá y una ventana con vista a la entrada de emergencias infantiles del hospital, mis ojos no se abren, no recuerdo muy bien su color...

Llevo tanto tiempo acostado; ya no me acuerdo de la textura de las cosas o hasta cosas simples como sentir hambre, desearía poder volver a sentir esas sensaciones...

Ya han pasado 3 meses desde que una de mis compañeras Paola ha abandonado el área de cuidados intensivos, me estaba empezando a llamar la atención, antes de irse a su cuerpo para despertar de un coma que solo duro 1 meses prometió venir a visitarme, sigo esperando su visita.

La estancia aquí es tan aburrida, quisiera morir de una vez por todas.

Era el tan esperado día de la reunión, donde todos los que se encontraban en coma en el hospital se reunían para asistir a la capilla que se localizaba a la par del quirófano en la 6 planta, el propósito era pedir por nuestra pronta curación o al menos para poder salir del coma, la verdad nunca me llamo la atención.

Desde que estoy en el hospital, la primera semana vino la coordinadora de aquella extraña reunión, lleva 2 años y medios, en estado de coma, ella estaba tan llena de vida, su nombre es Karen, diagnosticada con una enfermedad terminal, cada sábado vine a buscarme, ella me dijo que si no iba, ella nunca despertaría. Planeaba asistir ese mismo día, mis pensamientos sentían aquella necesidad; sin embargo me detuve y regrese corriendo a mi habitación.

Fue allí donde descubrí el miedo a que me desconectaran de mi única esperanza de vida, un ventilador.

La señora que al parecer se encuentra vagando en este hospital solo me observa, desde el pasillo, nunca la he saludado desde que me vio llorando... nadie en mi vida normal deje que me observaran llorando y no lo harán ahora.

Lunes 17 de septiembre, 4:40 de la tarde Fue en ese momento donde todos los doctores salieron corriendo, una emergencia los llamaba, al parecer grave, el área quedo vacía solo con las personas en coma y algunos espíritus vagando por allí.

Me pare, decidí volver a observar la ventana, en busca del carro de mi tío. Enfrente de nuevo la desilusión de no encontrar nada. Solo logre visualizar un gran movimiento en la entrada de emergencias al parecer un nuevo accidente grave a ocurrido.

Fue en ese momento en cual regresaron los doctores, pero esta vez con un nuevo ingreso, al parecer una chica decidió acabar con su vida, sobredosis de drogas, por desgracia no responde al tratamiento, estado parcial de coma desde hace ya 5 días.

Salí a observar el traslado al pasillo de la unidad de cuidados intensivos. Entro el equipo de médicos entregando sus reportes, seguido de la camilla que transportaba el cuerpo con aparatos similares a los míos, atrás la chica, era ella.

Quede en estado de shock, era ella, ella la chica con quien había estado soñando tiempo atrás, su cuerpo tan delicado, su piel blanca como la nieve del día del accidente, sus ojos grandes y expresivos de un fondo verde, era el cabello que tanto acaricie en mis sueños, largo y de color café intenso... sin lugar a dudas era ella.

Justo en el momento que pasó a la par mía el tiempo se detuvo, al fin no era un sueño, nuestras miradas se juntaron.

Fue ahí donde empezó el infierno en su modo más hermoso.

Corazon EmbrujadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora