capitulo 2

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Mis pensamientos no me dejaron en paz por el resto de la noche, al pensar en el momento en que ella entro, su mirada tan fría y tierna a la misma vez, era ella.

Valery entro a su nuevo hogar denominado 245, su habitación, la más oscura del área de cuidados intensivos. Justo antes de ingresar con el equipo de enfermeras y médicos, se dio cuenta de mi presencia o mejor dicho que mis ojos seguían observándola. A decir verdad ella me miro con desagrado, era de esperarse a quien le gustaría ser observado luego de intentar quitarse la vida.

Mi sofá me acompañaba con mis pensamientos, ella representaba para mí un recuerdo, una esperanza, ella y mi tío era lo único que me alimentaba a seguir buscando una salida y no dar todo por perdido.

Así pase la noche soñando e imaginando una y mil maneras de poder acércame a ella, logrando entablar una conversación real, una en la cual no era en mis sueños, ella estaba aquí justo en el mismo hospital, el mismo piso y en la misma área de cuidados intensivos, era el destino o la casualidad como se llame, la situación es que no voy a echar a perder esta tan valiosa oportunidad, tenía que charlar con ella, quiero conocer más de ella, quiero alegrarle los días oscuros en los que ella se encuentra, quiero sacarle de ese pensamiento de la cabeza de terminar con su vida, es decir por qué se intento quitar la vida, sea cual sea la situación daré todo por evitar que ella siga ese camino, pero ¿Quién soy yo para logar tal propósito? es decir, yo estoy peor, en la mañana pensé en terminar con mi vida, entonces apareció ella, cambio mi mundo solo con su presencia ahora me toca a mi cambiar su mundo, ya está decidido ella saldrá de ese mundo, de sus miedos, ella transformara su vida, desde este momento yo la protegeré, ella sonreirá y esa sonrisa reflejara la verdad en ella, ella es tierna y yo lo sé, hay algo en mí que me dice lo contrario a lo que ella intenta ser y lo que ella es por dentro , en los sueños casi nunca expresaba sus sentimientos, pero si todo era una fantasía inventada por mi misma necesitad de que querer llenar ese vacío, y si solo es casualidad de la vida el parecido físico. No importa arriesgare el todo por el todo, sea cual sea la situación yo la protegeré, es una promesa que jamás fallara.

Miércoles 19 de septiembre, me levanto de mi cómodo sofá, no puede ser que me haya quedado dormido todo un día, ¿qué me paso? Será que me estoy debilitando, no debe de ser la emoción, aunque en realidad no tiene nada que ver, pero es hora de relajarse, en verdad es normal no tengo de que preocuparme, Valery está aquí.

Salgo de mi hogar 235, tengo que caminar por el pasillo para logar verla y quitarme la timidez de una vez por todas hablare con ella, pero lo primero que me encuentro al salir de mi hogar, es a esa señora que parece que no se cansa de vigilarme desde mi llegada a dicho hospital. A decir verdad ella me genera una sensación de cariño, me nace ir la a abrazar, sin embargo ella me vio llorando y solo tres personas en mi vida antes del accidente me habían visto como ella me vio, de esas personas, dos de ellas ya no están con vida y la restante no está en este hospital, ella no iba a ser la afortunada de verme en esa situación.

Para mí, que me vean llorar demuestra el punto máximo de confianza, una elevación, una llegada a la cima de la montaña, en la cual los demás están por debajo de ellos. Camino con la pequeña intención de verla, al parecer no ha decidido salir a caminar este día, acaba de llegar, ya lograra ese gran paso, a no ser que haya decidido perder la batalla. Por inercia corro al hogar 245, en el preciso instante en que estoy a cara a cara con la puerta, imaginándome lo peor escucho una voz delicada, que me pregunta:

-¿Qué buscas?- miro en dirección al origen de la voz, era ella por fin, ella había decidido dirigirme la palabra, era ella y no un simple sueño.

Corazon EmbrujadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora