capitulo 3

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Después de escuchar su delicada voz mis nervios, involuntariamente experimentaron un aumento radical del 180%, en todo lo que llevaba de vida jamás había experimentado con nadie algo similar, las ideas en mi mente se cruzaron, mis análisis de cómo le iba a hablar por primera vez, parecían que no concordaban con mis acciones, a decir fue un completo caos. Ella se sentó en las bancas ubicadas a los lados de los pasillos, se sentó y suspiro, era mi oportunidad de estar sentado a la par de ella por primera vez, así que sin pensar le pregunte si estaba bien que me sentara a la par de ella, con un movimiento de cabeza afirmo mi pregunta dándole respuesta, era el momento ideal para compartir ideas, charla sobre algo en común, conocernos al fin. El problema era ¿de qué íbamos a hablar? ¿Quién va a romper este silencio?

Ya pasaron aproximadamente 5 minutos y ninguno de los dos habla, en mi caso no sabía cómo lograr romper ese detestable silencio, estaba con la chica que había estado soñando todos estos años atrás, y justo en este momento mi capacidad sociable al parecer se encontraba de vacaciones o dormida en estado de coma como mi cuerpo. Cruce mi pierna, observe que ella llevaba justo en su muñeca izquierda un listón de color rojo, di gracias en mi mente, ya tenía una justificación para hablar; sin embargo tengo que ser rápido era posible que ella se levantara después de casi 6 minutos en silencio, creo que nadie o al menos yo no lo podría soportar tanto tiempo así, no soy de ese tipo de personas. Tome la iniciativa, aunque rara vez lo hago, hoy es un día especial así que se vale aquella acción.

Respire hondo y decide mi futuro, mis manos temblaban debo de admitirlo.

- Hola, observe que llevas un listón rojo en tu muñeca- hubiera querido ver mi cara me debí de haber visto como un tonto

- Ella levanto su tierna cara, me observo y de manera extraña observo su mano izquierda y me respondió: si llevo un listón rojo

- Es muy bonito- en verdad, fue lo único que se me ocurrió- puedo preguntar ¿Por qué lo llevas? Le sonreí

- No es nada

- Supe que estaba mintiendo- oye conoces la historia del hilo rojo

- Si es una historia japonesa ¿cierto?- note que sus ojos brillaron

- Si, es genial esa historia, pensé que por eso que andabas ese listón rojo – esta vez la mire a los ojos, buscando una expresión que me pudiera ayudar a descubrir el origen de dicho accesorio

- No, la verdad es que ando porque, la persona que me lo obsequio ya murió- dibujo una risa en su rostro, esta vez lleno de tristeza

- Lo siento, pero es un bonito recuerdo- creo que ella noto mi tristeza

- Ya no importa eso- dirigió su mirada brillante a mi- disculpa me tengo que ir, estoy cansada- se levanto

- Adiós, nos vemos mañana – la mire como entraba a su hogar, en ese instante ella me observo de reojo y le sonreí

Al ingresar a su hogar 245, decidí levantarme a dar un paseo, uno del cual tenía la ruta de entrada a emergencias, observe a muchos lesionados, heridos de balas pero como era de esperarse en un hospital de este nivel, la mayoría de los enfermos y familiares eran de clase media-alta y alta. Sin embargo este recorrido me distrae pero esta vez, me sentía con un banquete de emociones y sentimientos, ellos se habían reunido a cenar juntos, su platillo principal era un pequeño mareo y su postre era pensar en ella.

Decide luego de observar detalladamente el horario de cirugías a realizarse, regresar a mi hogar, mi fiel acompañante el sofá me esperaba, tenía que analizar el intercambio de palabras con un tierno y delicado ser como ella.

Corazon EmbrujadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora