Capitulo 4

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Sin darme cuenta me quede dormido pero hoy por 2 días seguidos, despertando el día sábado 22 de septiembre, por suerte el banquete de emociones y sentimientos había llegado a su fin, me siento tan alegre, lleno de planes, lleno de ideas para realizar, hoy es el día de la famosa reunión, está decidido no iré, tengo que esperar la rosas azules que mi tío manda, y justo hoy es el día, será un día especial, Valery está aquí conmigo, bueno en el mismo hospital. Algo extraño me sucede estoy tan lleno de energías que me dan ganas de jugar de nuevo, mi deporte favorito, el futbol, ¿qué le gustara a Valery? ¿Practica algún deporte? Hoy le preguntare, ella de seguro estará sentada en el pasillo como el miércoles. Hoy hablare con la señora que me vigila, definitivamente algo me sucede y no logro comprender que me pasa.

Al relajar los músculos después de levantarme de ese cómodo sofá, note que no estaba solo, en mi cuarto se encontraban mis rosas azules pero no solo ellas me estaban esperando, mi tío estaba conmigo, sentado a la par mía, la televisión estaba encendida, el canal de la liga italiana de futbol estaba transmitiendo el partido en vivo del AC de Milán contra la Juventus, el AC de Milán se encontraba peleando su titulo por el torneo de invierno. El Milán anota el primer gol, el partido iba en el minuto 2 del primer tiempo, mi tío grita de la emoción, se levanta y me abraza, celebra conmigo el primer gol, bueno con mi cuerpo, sentí su abrazo y su emoción, me puse a reír de ver sus reacciones.

Al levantar la mirada observe a Valery que por alguna extraña razón estaba en la puerta esperándome, me quede impactado por lo que mis ojos miraban, era el escenario perfecto.

Ella me esperaba, era una de las pocas veces que alguien que no era mi familia lo hacía, me sentí privilegiado ante tal acto, me dirigí donde Valery, me sentía alegre pero mis nervios me traicionaban, mis manos no paran de temblar.

Al llegar donde ella, a pesar que estaba en la puerta, sentí una eternidad atravesar mi cuarto para llegar donde estaba Valery, mi tío gritaba de la emoción al mismo tiempo que se le salían las lagrimas, parecían que eran de nostalgia, al recordar los viejos tiempos en que disfrutábamos y nos reuníamos en familia para poder apostar en los partidos, cocinar e intercambiar un sinfín de bromas, a veces pesadas y otras sin el mayor sentido del mundo.

Valery tenía en su cara angelical una expresión nerviosa combinada con una de admiración, tal vez no había experimentado la emoción de un aficionado de corazón, pero entonces se asustaría más al observarme en un partido del Real Madrid.

Mi tío no es nada a la par mía, él grita pues, yo maldigo las malas jugadas, parezco un completo loco en esos 90 minutos que dura regularmente el encuentro.

-hola de nuevo – escuche de nuevo su voz, sin mayor expresión de emoción o de alegría

-hola, ¿Cómo has estado? - esta vez ya me encontraba relajado al hablar, solo sentía un poco de pena que ella observara tal panorama en mi hogar

-bien, Karen te busca-ella solo desvió la mirada al estar de frente conmigo

- no sabes para que me necesita- me desconcentro su actitud

-es para llevarte a la reunión- respondió ella sin darme la cara

- pero aun no estoy seguro de asistir-

-dile eso tu – se dio la media vuelta

- espera...- cielos, eso conteste sin pensarlo fue un impulso, para disimular, corrí para alcanzarla, ella se detuvo- ¿sabes donde esta Karen?-

-sí, está en mi habitación- continuo caminando

-ok

- ella hizo caso omiso a mi comentario y siguió caminando, sin darse cuenta que venía atrás ella

No quería abandonar a mi tío, es sumamente extraño que el venga a visitarme, debido a su agenda de negocios, pero es poco común que venga a disfrutar de un partido de futbol aquí, en un hospital, no quería ir, pero en ese momento mi cuerpo hacia todo lo que se le antojaba no tenía fuerzas para contradecirlo, mis pensamientos ordenaban una cosa pero mi cuerpo terminaba realizando otra muy distinta.

Al llegar al 245, Karen estaba sentada en aquel sofá de tono rojizo, ubicado en una esquina, alejado de la ventana, la cual se encontraba tapada por una cortina color vino. Karen dibujo una risa en su rostro cansado, al darse cuenta de mi presencia, Valery entro y se sentó al borde de la cama donde descansaba su delicado y angelical cuerpo, Karen se levanto y se dirigió a la puerta ya que ahí había decidido ubicarme.

-tanto tiempo sin verte Nico ¿Cómo te encuentras, niño pensador?-

Si, ella me dice niño pensador, porque siempre que al llegar a buscarme, siempre justificaba que no podía ir a dicha reunión, ya que tenía que analizar mi situación en este hospital, en esta condición, y que planearía hacer, siempre lo ponía de escusa hasta que llego el día que se aprendió toda mi explicación, llevándome a la fuerza a aquella reunión, desde entonces, fue la primera y la ultima a la que asistí, con el pasar de los meses ella ya no volvió a buscarme, ni a saludarme, en ese tiempo comprendí de mi soledad aun la vivía estando en el hospital. Refugiándome en mi hogar 235, hasta el día que apareció mi complemento, ella...

Corazon EmbrujadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora