Los meses que llevabas en el gimnasio cada ves se te notaban más. Cuando te estirabas en clase mi boca se humedecía, mis ojos no podían dejar de ver, siempre desviaba la mirada.
No quería que te dieras cuenta de cómo tenía ganas de tocarte.
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Las cartas que nunca te daré
KurzgeschichtenLas historias más intensas son aquellas que nacen del corazón, las que te dejan con una grieta, con un recuerdo, con un sabor dulce-amargo en la boca. Las que fueron realidad. •Basada en hechos reales. •Se prohíbe la copia a esta historia, escrita o...