Casi siempre íbamos juntos en el transporte público, nunca me dejabas sola, y yo me sentía protegida. Cuando te sentabas a mi lado aprovechaba el momento y recargaba mi cabeza en tu hombro, tú recargabas tu cabeza en la mía.
Jamás podrás imaginarte como disfrutaba yo esos minutos, eran mis favoritos en todo el día.
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Las cartas que nunca te daré
Short StoryLas historias más intensas son aquellas que nacen del corazón, las que te dejan con una grieta, con un recuerdo, con un sabor dulce-amargo en la boca. Las que fueron realidad. •Basada en hechos reales. •Se prohíbe la copia a esta historia, escrita o...